estudios
EL USO DE
A LOS NIÑOS
Antonio Daniel Juan Rubio e
Isabel María García Conesa
(Centro Universitario de
danirubio71@hotmail.com / isabl.maria@hotmail.com
Resumen
“La percepción
equivocada de las situaciones. El comportamiento inapropiado. La incompetencia
social. Los malos resultados escolares”. Esta letanía, este círculo
vicioso, es demasiado familiar a profesores y educadores de muchos niños que
tienen dificultades en la interpretación de los acontecimientos sociales, y en
comportarse adecuadamente. Esta incompetencia social puede conducir a ciclos de
fracaso y a unos pobres resultados escolares.
A pesar de esta tan obvia necesidad, nos encontramos con
muy poca evidencia de que se enseñe, de forma sistemática, las habilidades
sociales en las escuelas y colegios. El tiempo de clase está cada vez más
dominado por la demanda académica, sobre todo en la lectura, con la exclusión
de la necesaria instrucción de las habilidades sociales.
Los profesores encuentran bastante limitado tanto su
tiempo como sus conocimientos para la enseñanza de habilidades sociales por la
creciente demanda académica. Una manera de abordar ambas áreas, tanto las
habilidades sociales como la alfabetización de los niños, es proporcionándoles
la enseñanza de las primeras dentro del currículo académico.
Y precisamente lo que este artículo pretende examinar es
el articulado en la literatura infantil como un medio de fomentar el
aprendizaje social crítico, lo que a su vez puede aumentar las habilidades
lectoras de los niños. Lo que pretendemos considerar es la incorporación de la
literatura infantil en el aula, no desde una perspectiva puramente académica,
sino con el firme propósito de enseñarles habilidades sociales a los niños.
El uso de la literatura infantil para la enseñanza de las
habilidades sociales puede resultar muy valioso tanto para los niños como para
los profesores, puesto que es un recurso para la enseñanza que incorpora otras
habilidades académicas. Estas habilidades adquieren sentido en los niños a
través de las historias que les contamos para que posteriormente sean capaces
de utilizar dichas habilidades fuera del aula y del contexto escolar.
Palabras clave:
habilidades
sociales – literatura infantil – habilidades lectoras – demanda académica
Abstract
"The misperception of situations, inappropriate
behaviour, social incompetence, poor school performance”. This litany, this
vicious circle, is too familiar to teachers and educators of children with
difficulties in the interpretation of social events, and to behave
appropriately. This social incompetence can lead to cycles of failure and to
poor school results.
Despite this obvious need, we find very
little evidence that social skills are taught, in a systematic way, in schools
and colleges. Class time is increasingly dominated by academic demand,
especially in reading, with the exclusion of the necessary social skills
instruction.
Teachers are quite limited in their time
and in their knowledge for the teaching of social skills by the increasing
academic demands. One way to address both areas, both social skills and literacy
of children, is providing early education within the academic curriculum.
And precisely what this article aims to
examine is the articles in children's literature as a means of promoting
critical social learning, which in turn can increase the reading skills of
children. What we want to consider is the incorporation of children's
literature in the classroom, not from a purely academic perspective, but with
the firm intention to teach social skills to children.
Using children's literature to teach social
skills can be very valuable for both children and teachers, as it is a teaching
resource that incorporates other academic skills. These skills make sense in
children through the stories we tell them so as to later be able to use those
skills outside the classroom and the school context.
Keywords
social skills - children's literature - reading skills - academic demand
1. Introducción
En la actualidad, los profesores encuentran bastante
limitado tanto su tiempo como sus conocimientos para la enseñanza de
habilidades sociales por la creciente demanda académica. Una manera de abordar
ambas áreas, tanto las habilidades sociales como la alfabetización de los
niños, es proporcionándoles la enseñanza de las primeras dentro del currículo
académico.
Los amigos son personas que se conocen y se quieren.
Todos los seres humanos necesitan compartir, sin excepciones, el vínculo común
de la amistad con los demás. Tradicionalmente, hacer amigos es visto como un
proceso natural y simple, pero los niños no siempre hacen amigos tan fácilmente
como los adultos. La amistad es el resultado más agradable y gratificante de la
interacción humana. El nuevo diccionario americano Webster define la amistad
como “el estado de ser en condiciones de
intimidad y cariño con los otros” (Morehead &
Morehead, 1981, p. 222).
A través del uso de la literatura infantil, se les pude
enseñar a los niños con dificultades de aprendizaje o de socialización valiosas
habilidades que les permitan hacer y mantener las nuevas amistades, pues estos
niños puede que no siempre sean capaces de hacer amigos de una forma tan
natural. De hecho, a menudo experimentan dificultades sociales con sus
compañeros.
Como hacer amigos implica interacciones sociales y
requiere el uso de la percepción social y de las conductas de autorregulación.
Y los niños con dificultades de aprendizaje pueden hallar difícil el trabar
amistad con compañeros de clase. Por lo tanto, hacer amigos es una habilidad
que se debe enseñar directamente a los niños con problemas de aprendizaje si se
quiere tener éxito en la escuela. Estos niños pueden así beneficiarse si se
enseñan explícitamente las habilidades a través de clases sistemáticas que
incorporen una amplia variedad de experiencias. La identificación temprana de
unas inadecuadas habilidades sociales es fundamental para el éxito en la
escuela.
Los problemas de aprendizaje afectan a los niños tanto
académica como socialmente. Y los problemas sociales de los niños a su vez
pueden afectar a sus actitudes hacia la escuela. Varios estudios han demostrado
que los niños, sin estas habilidades sociales para interactuar con los
compañeros, son más propensos a desarrollar problemas de conducta que pueden
conducir al fracaso escolar, y finalmente, al abandono de los estudios. La
identificación de niños ante dificultades sociales y enseñarles las habilidades
apropiadas pueden prevenir problemas mayores en el futuro.
Y precisamente lo que este artículo pretende examinar es
el articulado en la literatura infantil como un medio de fomentar el aprendizaje
social crítico, lo que a su vez puede aumentar las habilidades lectoras de los
niños. Lo que pretendemos considerar es la incorporación de la literatura
infantil en el aula, no desde una perspectiva puramente académica, sino con el
firme propósito de enseñarles habilidades sociales a los niños.
El uso de la literatura infantil para la enseñanza de las
habilidades sociales puede resultar muy valioso tanto para los niños como para
los profesores, puesto que es un recurso para la enseñanza que incorpora otras
habilidades académicas. Estas habilidades adquieren sentido en los niños a
través de las historias que les contamos para que posteriormente sean capaces
de utilizar dichas habilidades fuera del aula y del contexto escolar.
T.G. Gunning define la teoría
de respuesta del lector como “un punto de
vista de la lectura en la que el lector juega un papel central en la
construcción del significado de un texto. El significado no se encuentra en el
texto o en el lector, sino en la relación o transacción que hay entre ambos”
(Gunning, 1996, p. 335).
2. Estrategias para la enseñanza de las habilidades
sociales
La estrategia a seguir para la enseñanza de habilidades
sociales usando la literatura infantil tiene cuatro partes: el uso de la
literatura infantil, la enseñanza directa de los pasos a seguir, la práctica, y
la evaluación de las habilidades en clase.
A)
El uso de la literatura infantil
El uso de la literatura infantil tiene muchos beneficios
para la enseñanza de las habilidades sociales en los niños con dificultades de
aprendizaje. Como una herramienta para la enseñanza, las historias proporcionan
introducciones fáciles y creativas para un tema cualquiera. Muchos libros para
niños están disponibles en la actualidad con el tema de la amistad, la
socialización, la conversación, o el juego.
Una lección se puede anclar en el contenido que se
presenta en la historia. La historia ofrece ejemplos para el debate,
actividades en grupos pequeños, la escritura creativa, y modela la práctica de
las habilidades. La introducción de las habilidades por medio de un libro
implica muchas ventajas.
En primer lugar, leer con los niños puede aumentar sus
conocimientos, la comprensión oral, y el vocabulario. Los niños disfrutan con
las historias y están motivados para aprender más que si la enseñanza directa
fuese el único aspecto en clase.
En segundo lugar, las historias ofrecen ejemplos
relevantes de cómo utilizar las habilidades y, sobre todo, qué hacer durante la
interacción entre pares. Por ejemplo, los estudiantes pueden llegar a sr
capaces de relacionarse con las emociones de los personajes. Las historias
también pueden animar a los niños a prestar atención a sus propias acciones.
Y en tercer y último lugar, porque las historias son
divertidas y placenteras para los propios niños, en las que su lectura puede no
ser contemplada como dentro de una clase normal sino como una actividad de ocio
durante el tiempo de clase.
B)
La enseñanza directa
La enseñanza directa de una estrategia para hacer amigos
es una parte importante de la enseñanza de habilidades sociales, y en
particular para los niños. La enseñanza directa en una clase de la habilidad
social implica modelos y prácticas entre pares.
Huggins, Moen, y Manion desarrollaron en 1995 seis pasos para desarrollar la
habilidad sociales de hacer nuevos amigos. Estos seis pasos se pueden
incorporar en clase usando la literatura infantil y adaptándose a las
necesidades específicas de los niños con dificultades de aprendizaje.
Paso 1: Identificar a alguien a quien puedas presentarte.
Los niños deben analizar su entorno y encontrar a alguien con quien les
gustaría jugar o hablar. Para ello, deben tener ejemplos de cómo la gente
buscar cuando quiere jugar o hablar. El profesor puede utilizar imágenes de
alumnos que participan en una amplia variedad de actividades.
Paso 2: Sonreír y acercarse a una persona. El profesor
puede servir de modelo acercándose a algún alumno con una sonrisa en su cara.
Entonces, los niños deben practicar esto mientras se acercan a algún compañero.
Paso 3: Presentarse. Decir tu nombre y preguntarle el
nombre a la otra persona. Mira a la cara y sonríe.
Paso 4: Hacer preguntas abiertas para obtener y dar
información. Los niños pueden preguntarle a otro niño con lo que está jugando,
o a lo que le gusta jugar. Los niños necesitan saber, por parte del profesor,
lo que es una pregunta abierta, que son aquellas en las que las respuestas
tienen más de 2-3 palabras. Recordar mirar a la otra persona y sonreír
Paso 5: Proponer algo para jugar o hacer juntos. Buscar
alguna actividad o juego para jugar en el patio o durante el tiempo libre.
C)
La práctica
Además de practicar estos pasos en clase, los niños
necesitan la oportunidad de poder utilizar estas habilidades en un medio
natural. Y las historias utilizadas en clase pueden dar muchos ejemplos de
práctica para los niños. Los niños pueden ver cómo actúan los personajes de una
historia y pueden modelar el comportamiento en sus interacciones personales.
Los niños verán así que hay muchas oportunidades para
practicar estas habilidades en el patio, en casa, en el barrio, o durante el
tiempo libre. Hacer referencia al libro también aumenta las habilidades de
memoria y las habilidades de resolución de problemas.
Se puede emplear una amplia variedad de técnicas de
lectura con el fin de aumentar la comprensión de la historia y de las
habilidades. El profesor puede hacer una pausa durante la lectura, y dejar que
los niños completen lo que el personaje principal hace. Los alumnos también
pueden ponerse en lugar de los personajes, asumiendo la perspectiva de otra
persona.
D) La evaluación
La evaluación de las estrategias utilizadas y su utilidad
en los niños determinará su eficacia y qué modificaciones posteriores deben o
pueden hacerse en clase para tratar las diferencias individuales. Se pueden
proporcionar pruebas previas y posteriores a los alumnos para determinar cómo
se sentían antes de la clase y cómo se sentían acerca de sus habilidades
después de la clase.
El objetivo de la clase es que los niños generalicen
habilidades sociales para hacer amigos. Los niños deben ser capaces de asumir
estas habilidades y utilizarlas posteriormente fuera del aula. En el caso de
niños que no sepan leer ni escribir suficientemente bien para responder a las
preguntas de forma independiente, el profesor puede entrevistar a los alumnos
de forma individual o en pequeños grupos.
3. La selección de libros para la enseñanza de las
habilidades sociales
La literatura infantil es un aspecto extremadamente
importante en la experiencia de un niño. A los niños se les debe animar y se
les debe permitir disfrutar de los libros por una gran variedad de razones,
incluyendo la aventura, el amor por las palabras y la lectura, la belleza de
los libros, el aumento del conocimiento, o el propio interés personal.
Lo que intentamos sugerir aquí es que los profesores
pueden sacar provecho del inherente atractivo de la literatura como un medio
para ayudar a que los jóvenes se desarrollen al máximo. Por descontado, las
clases sobre el aprendizaje social no deben dominar la exposición a la
literatura infantil.
Muchos libros ofrecen lecciones valiosas acerca de los
comportamientos sociales, pero algunos libros son más fáciles de utilizar para
que otros. Por todo ello, las siguientes directrices nos pueden resultar de
mucha utilidad:
1)
Asegurarse de que haya una
buena conexión entre la habilidad que se enseña y la lección presentada en la
historia. Muchos libros ofrecen diversas lecciones acerca de las habilidades
sociales, pero puede que no aborden específicamente el asunto tratado en la
lección.
2)
Una vez que se tiene claro qué
comportamiento se desea desarrollar, encontrar libros y cuentos apropiados es
fundamental. Por ejemplo, en el cuento “The Pied Piper” enseña a los
niños a no ser egoístas y que mantengan sus promesas.
3)
Considerar cómo se presenta la
historia en términos de violencia física y acción. No se recomienda la censura
de las mismas, o su retirada de las bibliotecas escolares, pero sugerimos que
las historias dominadas por la violencia no se utilicen para la enseñanza
explícita de habilidades sociales. Un ejemplo sería “The Little Red Hen” en el que los niños
aprender a ayudar a la gente.
4)
Tener en cuenta la complejidad
de la historia. Las historias que se utilicen en la enseñanza de habilidades
sociales deben ser lo suficientemente simples como para que los niños puedan
entender la idea principal, y sobre todo y fundamentalmente, la habilidad que
se enseña. Esto es especialmente importante para los niños con alguna
discapacidad.
5)
Mantener las historias
relativamente breves. Esto es importante por al menos dos razones. La primera
es la cuestión del tiempo, ya que tenemos relativamente poco tiempo asignado
para la enseñanza directa en habilidades sociales. Y en segundo lugar, que la
historia sea de fácil comprensión. Muchos niños, especialmente aquellos con
déficit de atención, tienden a desviarse cognitivamente, así como a
malinterpretar la historia. Un ejemplo sería “The Very Hungry
Caterpillar” en el que se aprende, brevemente, sobre el ciclo de vida de
una mariposa.
6)
Elegir historias de diversas
culturas, especialmente aquellas que se consideran culturas del tercer mundo. A
medida que en nuestra sociedad actual aumenta la diversidad racial y cultural,
un importante aprendizaje social para todos los niños es reconocer, respetar, y
apreciar la legitimidad de todos los grupos. Como por ejemplo en “Tusk Tusk” donde
se aprenden valores de tolerancia y racismo en el respeto hacia los otros.
7)
Tener en cuenta las cuestiones
de género, la adopción de medidas para seleccionar historias que presenten
hombres y mujeres de maneras no sexistas ni estereotípicas. Desde hace muchos
años, hay disponibles muchos libros con historias auténticas que representan la
vida real y los acontecimientos que tienen implicaciones directas con el aprendizaje
social. Por ejemplo, en “Meerkat in Trouble”,
los niños aprenden a no desobedecer a sus padres y a ser obedientes.
8)
Para los lectores menos
hábiles, seleccionar los libros que tengan un mínimo de texto, y que su lectura
no sea ardua para ellos. Para los niños pequeños, libros con estribillos
repetidos tienen un atractivo especial para este propósito.
4. El uso de la literatura infantil en la enseñanza
de las habilidades sociales
Como se ha ido señalando anteriormente, la enseñanza de
habilidades sociales consiste en más cuestiones que la mera presentación de una
historia, pero las historias pueden ser factores importantes a la hora de hacer
atractivas las clases sobre habilidades sociales, y a la hora de ayudar a
mantener las habilidades que se han enseñando.
El modelo de uso de la literatura infantil que proponemos
incluye los siguientes pasos:
A)
Presentar la historia. Antes
de presentar la historia, es necesario identificar claramente la habilidad que
los alumnos han de aprender y las actividades relacionadas con la historia.
B)
Aclarar los conceptos de la
historia. Antes de hablar de la habilidad, tenemos que asegurarnos de que los
alumnos entiendan los acontecimientos de la historia. Se pueden establecer una
serie de preguntas hechas tales como la identificación de los protagonistas de
la historia, o lo que estaban haciendo y sus objetivos, para asegurarse de que
los alumnos comprendan la historia.
C)
Aclarar la habilidad que se
pretende trabajar. A medida que se continúe examinando la historia, conectarla
con una habilidad. Dependiendo de la edad de los niños y de su nivel de
desarrollo curricular, se pueden utilizar diferentes explicaciones para
ayudarles a entender la habilidad que se está enseñando.
D)
Representar la habilidad. Una
manera especialmente agradable de usar historias en la enseñanza de las
habilidades sociales es lograr que los alumnos hagan un juego de rol con la
historia utilizando la habilidad social deseada, y los componentes sociales que
evolucionan del posterior debate.
E)
Practicar la habilidad. Una
vez que los alumnos han tenido la oportunidad de utilizar la historia para
practicar con los compañeros, se les podría alentar a continuación a
identificar las situaciones de la vida real a las que se haga referencia.
Nuestro papel, como profesores, es el de corregir y reforzar a los alumnos
según sea necesario.
F)
Mantener la habilidad social
adquirida. Se puede, por último, utilizar una variedad de historias para
practicar y ayudarles a los niños a mantener la habilidad que se ha enseñado. Cuantas
más oportunidades tengan los niños de practicar la habilidad, mayor es la
probabilidad de que la vayan a utilizar en la vida cotidiana con posterioridad.
5. Conclusiones
El uso de la literatura infantil para enseñar habilidades
sociales a los niños es un éxito en muchos sentidos. En primer lugar, los
alumnos mantienen la atención sobre un libro y disfrutan escuchando la
historia. La historia suele motivar a los niños a participar activamente. Casi
todos ellos siempre están dispuestos a practicar sus habilidades en parejas o
con el profesor.
En segundo lugar, los alumnos son capaces de relacionarse
con los sentimientos de miedo y nerviosismo, y es fácil transmitir estos
sentimientos durante la clase. Y en tercer lugar, las actividades que se utilizan
en clase son herramientas eficaces para la enseñanza de habilidades sociales en
los niños.
El profesor debería considerar otros factores cuando se
utiliza una clase que incorpora la lectura, la participación activa y el
trabajo con un compañero. En primer lugar, el uso de fotos o imágenes es una
manera ágil de circunvalar los niveles de aprendizaje en el aula. En segundo
lugar, las actividades de seguimiento a una historia se pueden utilizar para
reforzar aún más las habilidades sociales. Y en tercer lugar, puede que los
alumnos necesiten que se les enseñe el significado y el uso de una pregunta
abierta. Algunos ejemplos relevantes demuestran su eficacia durante la práctica
de la clase.
Enseñar habilidades sociales a los alumnos con
dificultades de aprendizaje puede ser beneficioso para ellos tanto dentro como
fuera de la escuela. El uso de la literatura infantil puede ser una herramienta
eficaz para potenciar la motivación y la generalización de las habilidades
sociales. También proporciona una oportunidad inmejorable para aumentar las
habilidades de los alumnos en el área de lengua extranjera a través de las
actividades de seguimiento de la escritura, de la lectura, o de la práctica de
las habilidades enseñadas en clase.
La competencia social de un niño es un factor predictivo
en la escuela y en el éxito posterior en la vida. La enseñanza de habilidades
sociales debe ser directa y explícita. Y la literatura infantil es una
herramienta útil para proporcionar esta enseñanza. Por tanto, recomendamos el uso
de la literatura infantil ya que es de por sí atractiva para los más jóvenes,
puede proporcionar modelos, y a menudo contiene valiosos mensajes sociales que
pueden constituir la base para la enseñanza de las habilidades sociales.
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