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Revista de estudios filológicos
Nº24 Enero 2013 - ISSN 1577-6921
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estudios

EL USO DE LA LITERATURA INFANTIL PARA ENSEÑAR HABILIDADES SOCIALES

A LOS NIÑOS

 

Antonio Daniel Juan Rubio e Isabel María García Conesa

(Centro Universitario de la Defensa San Javier. Universidad Politécnica de Cartagena)

danirubio71@hotmail.com / isabl.maria@hotmail.com

 

Resumen

 

La percepción equivocada de las situaciones. El comportamiento inapropiado. La incompetencia social. Los malos resultados escolares”. Esta letanía, este círculo vicioso, es demasiado familiar a profesores y educadores de muchos niños que tienen dificultades en la interpretación de los acontecimientos sociales, y en comportarse adecuadamente. Esta incompetencia social puede conducir a ciclos de fracaso y a unos pobres resultados escolares.

A pesar de esta tan obvia necesidad, nos encontramos con muy poca evidencia de que se enseñe, de forma sistemática, las habilidades sociales en las escuelas y colegios. El tiempo de clase está cada vez más dominado por la demanda académica, sobre todo en la lectura, con la exclusión de la necesaria instrucción de las habilidades sociales.

Los profesores encuentran bastante limitado tanto su tiempo como sus conocimientos para la enseñanza de habilidades sociales por la creciente demanda académica. Una manera de abordar ambas áreas, tanto las habilidades sociales como la alfabetización de los niños, es proporcionándoles la enseñanza de las primeras dentro del currículo académico.

Y precisamente lo que este artículo pretende examinar es el articulado en la literatura infantil como un medio de fomentar el aprendizaje social crítico, lo que a su vez puede aumentar las habilidades lectoras de los niños. Lo que pretendemos considerar es la incorporación de la literatura infantil en el aula, no desde una perspectiva puramente académica, sino con el firme propósito de enseñarles habilidades sociales a los niños.

El uso de la literatura infantil para la enseñanza de las habilidades sociales puede resultar muy valioso tanto para los niños como para los profesores, puesto que es un recurso para la enseñanza que incorpora otras habilidades académicas. Estas habilidades adquieren sentido en los niños a través de las historias que les contamos para que posteriormente sean capaces de utilizar dichas habilidades fuera del aula y del contexto escolar.

 

Palabras clave:

habilidades sociales – literatura infantil – habilidades lectoras – demanda académica 

 

Abstract

"The misperception of situations, inappropriate behaviour, social incompetence, poor school performance”. This litany, this vicious circle, is too familiar to teachers and educators of children with difficulties in the interpretation of social events, and to behave appropriately. This social incompetence can lead to cycles of failure and to poor school results.

Despite this obvious need, we find very little evidence that social skills are taught, in a systematic way, in schools and colleges. Class time is increasingly dominated by academic demand, especially in reading, with the exclusion of the necessary social skills instruction.

Teachers are quite limited in their time and in their knowledge for the teaching of social skills by the increasing academic demands. One way to address both areas, both social skills and literacy of children, is providing early education within the academic curriculum.

And precisely what this article aims to examine is the articles in children's literature as a means of promoting critical social learning, which in turn can increase the reading skills of children. What we want to consider is the incorporation of children's literature in the classroom, not from a purely academic perspective, but with the firm intention to teach social skills to children.

Using children's literature to teach social skills can be very valuable for both children and teachers, as it is a teaching resource that incorporates other academic skills. These skills make sense in children through the stories we tell them so as to later be able to use those skills outside the classroom and the school context.

 

Keywords

social skills - children's literature - reading skills - academic demand

 

 

1. Introducción

 

En la actualidad, los profesores encuentran bastante limitado tanto su tiempo como sus conocimientos para la enseñanza de habilidades sociales por la creciente demanda académica. Una manera de abordar ambas áreas, tanto las habilidades sociales como la alfabetización de los niños, es proporcionándoles la enseñanza de las primeras dentro del currículo académico.

Los amigos son personas que se conocen y se quieren. Todos los seres humanos necesitan compartir, sin excepciones, el vínculo común de la amistad con los demás. Tradicionalmente, hacer amigos es visto como un proceso natural y simple, pero los niños no siempre hacen amigos tan fácilmente como los adultos. La amistad es el resultado más agradable y gratificante de la interacción humana. El nuevo diccionario americano Webster define la amistad como “el estado de ser en condiciones de intimidad y cariño con los otros” (Morehead & Morehead, 1981, p. 222).

A través del uso de la literatura infantil, se les pude enseñar a los niños con dificultades de aprendizaje o de socialización valiosas habilidades que les permitan hacer y mantener las nuevas amistades, pues estos niños puede que no siempre sean capaces de hacer amigos de una forma tan natural. De hecho, a menudo experimentan dificultades sociales con sus compañeros.

Como hacer amigos implica interacciones sociales y requiere el uso de la percepción social y de las conductas de autorregulación. Y los niños con dificultades de aprendizaje pueden hallar difícil el trabar amistad con compañeros de clase. Por lo tanto, hacer amigos es una habilidad que se debe enseñar directamente a los niños con problemas de aprendizaje si se quiere tener éxito en la escuela. Estos niños pueden así beneficiarse si se enseñan explícitamente las habilidades a través de clases sistemáticas que incorporen una amplia variedad de experiencias. La identificación temprana de unas inadecuadas habilidades sociales es fundamental para el éxito en la escuela.

Los problemas de aprendizaje afectan a los niños tanto académica como socialmente. Y los problemas sociales de los niños a su vez pueden afectar a sus actitudes hacia la escuela. Varios estudios han demostrado que los niños, sin estas habilidades sociales para interactuar con los compañeros, son más propensos a desarrollar problemas de conducta que pueden conducir al fracaso escolar, y finalmente, al abandono de los estudios. La identificación de niños ante dificultades sociales y enseñarles las habilidades apropiadas pueden prevenir problemas mayores en el futuro.

Y precisamente lo que este artículo pretende examinar es el articulado en la literatura infantil como un medio de fomentar el aprendizaje social crítico, lo que a su vez puede aumentar las habilidades lectoras de los niños. Lo que pretendemos considerar es la incorporación de la literatura infantil en el aula, no desde una perspectiva puramente académica, sino con el firme propósito de enseñarles habilidades sociales a los niños.

El uso de la literatura infantil para la enseñanza de las habilidades sociales puede resultar muy valioso tanto para los niños como para los profesores, puesto que es un recurso para la enseñanza que incorpora otras habilidades académicas. Estas habilidades adquieren sentido en los niños a través de las historias que les contamos para que posteriormente sean capaces de utilizar dichas habilidades fuera del aula y del contexto escolar.

T.G. Gunning define la teoría de respuesta del lector como “un punto de vista de la lectura en la que el lector juega un papel central en la construcción del significado de un texto. El significado no se encuentra en el texto o en el lector, sino en la relación o transacción que hay entre ambos” (Gunning, 1996, p. 335).

 

2. Estrategias para la enseñanza de las habilidades sociales

 

La estrategia a seguir para la enseñanza de habilidades sociales usando la literatura infantil tiene cuatro partes: el uso de la literatura infantil, la enseñanza directa de los pasos a seguir, la práctica, y la evaluación de las habilidades en clase.

A)   El uso de la literatura infantil

El uso de la literatura infantil tiene muchos beneficios para la enseñanza de las habilidades sociales en los niños con dificultades de aprendizaje. Como una herramienta para la enseñanza, las historias proporcionan introducciones fáciles y creativas para un tema cualquiera. Muchos libros para niños están disponibles en la actualidad con el tema de la amistad, la socialización, la conversación, o el juego.

Una lección se puede anclar en el contenido que se presenta en la historia. La historia ofrece ejemplos para el debate, actividades en grupos pequeños, la escritura creativa, y modela la práctica de las habilidades. La introducción de las habilidades por medio de un libro implica muchas ventajas.

En primer lugar, leer con los niños puede aumentar sus conocimientos, la comprensión oral, y el vocabulario. Los niños disfrutan con las historias y están motivados para aprender más que si la enseñanza directa fuese el único aspecto en clase.

En segundo lugar, las historias ofrecen ejemplos relevantes de cómo utilizar las habilidades y, sobre todo, qué hacer durante la interacción entre pares. Por ejemplo, los estudiantes pueden llegar a sr capaces de relacionarse con las emociones de los personajes. Las historias también pueden animar a los niños a prestar atención a sus propias acciones.

Y en tercer y último lugar, porque las historias son divertidas y placenteras para los propios niños, en las que su lectura puede no ser contemplada como dentro de una clase normal sino como una actividad de ocio durante el tiempo de clase.

 

B)   La enseñanza directa

 

La enseñanza directa de una estrategia para hacer amigos es una parte importante de la enseñanza de habilidades sociales, y en particular para los niños. La enseñanza directa en una clase de la habilidad social implica modelos y prácticas entre pares.

Huggins, Moen, y Manion desarrollaron en 1995 seis pasos para desarrollar la habilidad sociales de hacer nuevos amigos. Estos seis pasos se pueden incorporar en clase usando la literatura infantil y adaptándose a las necesidades específicas de los niños con dificultades de aprendizaje.

Paso 1: Identificar a alguien a quien puedas presentarte. Los niños deben analizar su entorno y encontrar a alguien con quien les gustaría jugar o hablar. Para ello, deben tener ejemplos de cómo la gente buscar cuando quiere jugar o hablar. El profesor puede utilizar imágenes de alumnos que participan en una amplia variedad de actividades.

Paso 2: Sonreír y acercarse a una persona. El profesor puede servir de modelo acercándose a algún alumno con una sonrisa en su cara. Entonces, los niños deben practicar esto mientras se acercan a algún compañero.

Paso 3: Presentarse. Decir tu nombre y preguntarle el nombre a la otra persona. Mira a la cara y sonríe.

Paso 4: Hacer preguntas abiertas para obtener y dar información. Los niños pueden preguntarle a otro niño con lo que está jugando, o a lo que le gusta jugar. Los niños necesitan saber, por parte del profesor, lo que es una pregunta abierta, que son aquellas en las que las respuestas tienen más de 2-3 palabras. Recordar mirar a la otra persona y sonreír

Paso 5: Proponer algo para jugar o hacer juntos. Buscar alguna actividad o juego para jugar en el patio o durante el tiempo libre.

 

C)   La práctica

Además de practicar estos pasos en clase, los niños necesitan la oportunidad de poder utilizar estas habilidades en un medio natural. Y las historias utilizadas en clase pueden dar muchos ejemplos de práctica para los niños. Los niños pueden ver cómo actúan los personajes de una historia y pueden modelar el comportamiento en sus interacciones personales.

Los niños verán así que hay muchas oportunidades para practicar estas habilidades en el patio, en casa, en el barrio, o durante el tiempo libre. Hacer referencia al libro también aumenta las habilidades de memoria y las habilidades de resolución de problemas.

Se puede emplear una amplia variedad de técnicas de lectura con el fin de aumentar la comprensión de la historia y de las habilidades. El profesor puede hacer una pausa durante la lectura, y dejar que los niños completen lo que el personaje principal hace. Los alumnos también pueden ponerse en lugar de los personajes, asumiendo la perspectiva de otra persona.

 

D)  La evaluación

La evaluación de las estrategias utilizadas y su utilidad en los niños determinará su eficacia y qué modificaciones posteriores deben o pueden hacerse en clase para tratar las diferencias individuales. Se pueden proporcionar pruebas previas y posteriores a los alumnos para determinar cómo se sentían antes de la clase y cómo se sentían acerca de sus habilidades después de la clase.

El objetivo de la clase es que los niños generalicen habilidades sociales para hacer amigos. Los niños deben ser capaces de asumir estas habilidades y utilizarlas posteriormente fuera del aula. En el caso de niños que no sepan leer ni escribir suficientemente bien para responder a las preguntas de forma independiente, el profesor puede entrevistar a los alumnos de forma individual o en pequeños grupos.

 

3. La selección de libros para la enseñanza de las habilidades sociales

 

La literatura infantil es un aspecto extremadamente importante en la experiencia de un niño. A los niños se les debe animar y se les debe permitir disfrutar de los libros por una gran variedad de razones, incluyendo la aventura, el amor por las palabras y la lectura, la belleza de los libros, el aumento del conocimiento, o el propio interés personal.

Lo que intentamos sugerir aquí es que los profesores pueden sacar provecho del inherente atractivo de la literatura como un medio para ayudar a que los jóvenes se desarrollen al máximo. Por descontado, las clases sobre el aprendizaje social no deben dominar la exposición a la literatura infantil.

Muchos libros ofrecen lecciones valiosas acerca de los comportamientos sociales, pero algunos libros son más fáciles de utilizar para que otros. Por todo ello, las siguientes directrices nos pueden resultar de mucha utilidad:

1)   Asegurarse de que haya una buena conexión entre la habilidad que se enseña y la lección presentada en la historia. Muchos libros ofrecen diversas lecciones acerca de las habilidades sociales, pero puede que no aborden específicamente el asunto tratado en la lección.

2)   Una vez que se tiene claro qué comportamiento se desea desarrollar, encontrar libros y cuentos apropiados es fundamental. Por ejemplo, en el cuento “The Pied Piper” enseña a los niños a no ser egoístas y que mantengan sus promesas.

3)   Considerar cómo se presenta la historia en términos de violencia física y acción. No se recomienda la censura de las mismas, o su retirada de las bibliotecas escolares, pero sugerimos que las historias dominadas por la violencia no se utilicen para la enseñanza explícita de habilidades sociales. Un ejemplo sería “The Little Red Hen” en el que los niños aprender a ayudar a la gente.

4)   Tener en cuenta la complejidad de la historia. Las historias que se utilicen en la enseñanza de habilidades sociales deben ser lo suficientemente simples como para que los niños puedan entender la idea principal, y sobre todo y fundamentalmente, la habilidad que se enseña. Esto es especialmente importante para los niños con alguna discapacidad.

5)   Mantener las historias relativamente breves. Esto es importante por al menos dos razones. La primera es la cuestión del tiempo, ya que tenemos relativamente poco tiempo asignado para la enseñanza directa en habilidades sociales. Y en segundo lugar, que la historia sea de fácil comprensión. Muchos niños, especialmente aquellos con déficit de atención, tienden a desviarse cognitivamente, así como a malinterpretar la historia. Un ejemplo sería “The Very Hungry Caterpillar” en el que se aprende, brevemente, sobre el ciclo de vida de una mariposa.

6)   Elegir historias de diversas culturas, especialmente aquellas que se consideran culturas del tercer mundo. A medida que en nuestra sociedad actual aumenta la diversidad racial y cultural, un importante aprendizaje social para todos los niños es reconocer, respetar, y apreciar la legitimidad de todos los grupos. Como por ejemplo en “Tusk Tusk” donde se aprenden valores de tolerancia y racismo en el respeto hacia los otros.

7)   Tener en cuenta las cuestiones de género, la adopción de medidas para seleccionar historias que presenten hombres y mujeres de maneras no sexistas ni estereotípicas. Desde hace muchos años, hay disponibles muchos libros con historias auténticas que representan la vida real y los acontecimientos que tienen implicaciones directas con el aprendizaje social. Por ejemplo, en “Meerkat in Trouble”, los niños aprenden a no desobedecer a sus padres y a ser obedientes.

8)   Para los lectores menos hábiles, seleccionar los libros que tengan un mínimo de texto, y que su lectura no sea ardua para ellos. Para los niños pequeños, libros con estribillos repetidos tienen un atractivo especial para este propósito.

 

4. El uso de la literatura infantil en la enseñanza de las habilidades sociales

 

Como se ha ido señalando anteriormente, la enseñanza de habilidades sociales consiste en más cuestiones que la mera presentación de una historia, pero las historias pueden ser factores importantes a la hora de hacer atractivas las clases sobre habilidades sociales, y a la hora de ayudar a mantener las habilidades que se han enseñando.

El modelo de uso de la literatura infantil que proponemos incluye los siguientes pasos:

 

A)   Presentar la historia. Antes de presentar la historia, es necesario identificar claramente la habilidad que los alumnos han de aprender y las actividades relacionadas con la historia.

B)   Aclarar los conceptos de la historia. Antes de hablar de la habilidad, tenemos que asegurarnos de que los alumnos entiendan los acontecimientos de la historia. Se pueden establecer una serie de preguntas hechas tales como la identificación de los protagonistas de la historia, o lo que estaban haciendo y sus objetivos, para asegurarse de que los alumnos comprendan la historia.

C)   Aclarar la habilidad que se pretende trabajar. A medida que se continúe examinando la historia, conectarla con una habilidad. Dependiendo de la edad de los niños y de su nivel de desarrollo curricular, se pueden utilizar diferentes explicaciones para ayudarles a entender la habilidad que se está enseñando.

D)  Representar la habilidad. Una manera especialmente agradable de usar historias en la enseñanza de las habilidades sociales es lograr que los alumnos hagan un juego de rol con la historia utilizando la habilidad social deseada, y los componentes sociales que evolucionan del posterior debate.

E)   Practicar la habilidad. Una vez que los alumnos han tenido la oportunidad de utilizar la historia para practicar con los compañeros, se les podría alentar a continuación a identificar las situaciones de la vida real a las que se haga referencia. Nuestro papel, como profesores, es el de corregir y reforzar a los alumnos según sea necesario.

F)   Mantener la habilidad social adquirida. Se puede, por último, utilizar una variedad de historias para practicar y ayudarles a los niños a mantener la habilidad que se ha enseñado. Cuantas más oportunidades tengan los niños de practicar la habilidad, mayor es la probabilidad de que la vayan a utilizar en la vida cotidiana con posterioridad.

 

 

 

5. Conclusiones

 

El uso de la literatura infantil para enseñar habilidades sociales a los niños es un éxito en muchos sentidos. En primer lugar, los alumnos mantienen la atención sobre un libro y disfrutan escuchando la historia. La historia suele motivar a los niños a participar activamente. Casi todos ellos siempre están dispuestos a practicar sus habilidades en parejas o con el profesor.

En segundo lugar, los alumnos son capaces de relacionarse con los sentimientos de miedo y nerviosismo, y es fácil transmitir estos sentimientos durante la clase. Y en tercer lugar, las actividades que se utilizan en clase son herramientas eficaces para la enseñanza de habilidades sociales en los niños.

El profesor debería considerar otros factores cuando se utiliza una clase que incorpora la lectura, la participación activa y el trabajo con un compañero. En primer lugar, el uso de fotos o imágenes es una manera ágil de circunvalar los niveles de aprendizaje en el aula. En segundo lugar, las actividades de seguimiento a una historia se pueden utilizar para reforzar aún más las habilidades sociales. Y en tercer lugar, puede que los alumnos necesiten que se les enseñe el significado y el uso de una pregunta abierta. Algunos ejemplos relevantes demuestran su eficacia durante la práctica de la clase.

Enseñar habilidades sociales a los alumnos con dificultades de aprendizaje puede ser beneficioso para ellos tanto dentro como fuera de la escuela. El uso de la literatura infantil puede ser una herramienta eficaz para potenciar la motivación y la generalización de las habilidades sociales. También proporciona una oportunidad inmejorable para aumentar las habilidades de los alumnos en el área de lengua extranjera a través de las actividades de seguimiento de la escritura, de la lectura, o de la práctica de las habilidades enseñadas en clase.

La competencia social de un niño es un factor predictivo en la escuela y en el éxito posterior en la vida. La enseñanza de habilidades sociales debe ser directa y explícita. Y la literatura infantil es una herramienta útil para proporcionar esta enseñanza. Por tanto, recomendamos el uso de la literatura infantil ya que es de por sí atractiva para los más jóvenes, puede proporcionar modelos, y a menudo contiene valiosos mensajes sociales que pueden constituir la base para la enseñanza de las habilidades sociales.

6. Referencias.

 

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