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Revista de estudios filológicos
Nº23 Julio 2012 - ISSN 1577-6921
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EL QUIJOTE EN LAS AULAS: ¿NECESIDAD DE ADAPTACIÓN O CONSERVACIÓN DE IDENTIDAD?

María del Mar Jiménez Mañas

(Universidad de Granada)

saciemar@gmail.com

 

RESUMEN:

Los planteamientos de este artículo son a nuestro juicio fundamentales si bien pueden resultar algo polémicos. La cuestión es si la literatura clásica en general y la obra “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha en particular, debe adaptarse de forma específica a los niños para su buen entendimiento o por el contrario es preferible mantener la propia identidad del texto y educar al alumnado en el lenguaje literario, preservando así la auténtica intencionalidad del autor.

Alertamos además sobre el hecho que en ocasiones se produce y es la confusión de una adaptación de la obra con la propia obra, desechando cualquier posibilidad de valorar la original en su más amplio sentido.

En el desarrollo de la competencia literaria, es primordial la figura del docente- mediador, que genere el gusto por las obras y sus autores considerando el nivel evolutivo y académico de los aprendices y la dificultad de la obra que se pretende sea objeto de estudio.

Desde esta perspectiva consideramos imprescindible ser especialmente meticuloso con las adaptaciones que se realicen y valorar siempre la posibilidad de ofrecer la obra en su forma original, escogiendo fragmentos adecuados a la edad del escolar.

Palabras clave: Adaptación literaria, Literatura para niños, El Quijote.

ABSTRACT:

This article approaches are vital in our view but it can be somewhat controversial.The question is whether the classicliterature in general and the work "El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha" in particular, must adapt specifically to children for their good understanding or on the contrary it is preferable to keep the very identity of the text and educate students in the literary language, thus preserving the genuine intention of the author.

We also alerted about the fact that sometimes occurs and is the confusion of an adaptation of the work with the work itself, discarding any possibility of assessing the original in its broadest sense.

In the development of the literary competition, it is essential to the figure of the teacher-mediator, that generates the taste for the works and their authors considering the evolutionary and academic level of trainees and the difficulty of the work to be is the subject of study.

From this perspective we consider essential be especially careful with the adaptations that occur and always assess the possibility of offering the work in its original form, choosing fragments suitable to the age of the children.

Key words: Literary adaptation, Literature for children, Don Quixote.

 

INTRODUCCIÓN:

Tras la lectura de varias adaptaciones de literatura clásica para niños de diferentes edades, nos asalta la duda de si realmente es necesario este esfuerzo, o por el contrario asistimos a la intención mercantil de las editoriales por aumentar sus ingresos, bajo la excusa de una mejor didáctica de la lengua y la literatura en las aulas.

Las dudas planteadas no son una cuestión baladí, pues estamos asistiendo a un profundo desinterés lector, precisamente cuando más posibilidades se nos ofrecen en esta era de las tecnologías y el conocimiento. El acceso a la literatura es factible y las actividades en torno a ella cada vez más creativas y variadas.

En este sentido consideramos esencial la lectura de literatura en las aulas, y el papel del profesor como mediador del proceso de iniciación lectora. Pero la cuestión es si será necesaria la adaptación de determinados libros entendida esta como reducción de la extensión del libro y como proceso por el cual se procura que mediante un lenguaje más asequible, que la obra llegue a mayor cantidad de público infantil y juvenil.

Existen opiniones en torno a las dos teorías y numerosos trabajos de adaptación con tal éxito comercial que echarían por tierra la teoría de la originalidad de la obra. Sin embargo no nos cabe duda que la educación literaria en la actualidad es escasa, salvo en lo que respecta a las novedosas sagas de novelas llevadas a las pantallas y que triunfan por doquier. En este sentido intentaremos analizar los argumentos referentes a ambas opciones sin perder de vista el objetivo principal. Se trata de reflexionar sobre la elección más efectiva en el desarrollo de la competencia literaria en nuestras aulas.

OPINIONES A FAVOR Y EN CONTRA DE LAS ADAPTACIONES.

Este planeamiento surge de la experiencia de la lectura profunda de obras clásicas y sus correspondientes adaptaciones para niños. Una vez han perdido su original forma literaria, creemos que pierden también la intencionalidad del autor en cuanto a la estética y el contenido del texto y la esencia misma de la obra literaria, diseñada a imagen y semejanza de la sensibilidad artística del creador.

En cualquier caso queremos hacernos eco de la opinión de diferentes autores que se han cuestionado este mismo tema para llegar a conclusiones que se declinen por la adaptación de estos textos y en concreto de nuestro  “El Ingenioso Hidalgo/Caballero[1] Don Quijote de la Mancha” o por mantener su forma original y que sean los propios niños, los que deban ser educados en el lenguaje literario para el desarrollo de su competencia lingüística y literaria.

Entre los autores que defienden la lectura del Quijote tal y como salió de la pluma de Cervantes se encuentra el profesor Helmut Hake quien se confiesa totalmente contrario a estas manipulaciones textuales para niños, pues en su opinión destruyen la calidad original del texto[2]. . Y esta línea es la que aquí se defiende, pues aunque confiemos la buena intención que impulsa dicha  adaptación, siempre va a estar sujeta a la mirada crítica y los criterios del propio autor o de la editorial en cuestión por no hablar de los destinatarios y otra serie de factores que condicionarán dicha adaptación.

En el polo opuesto se encuentra la opinión de académicos como Navarro Durán (2006):

Como es lógico, ni la capacidad lectora de los niños ni de los adolescentes, ni sus conocimientos de la lengua, les permiten leer, ni con gusto, ni con aprovechamiento, buena parte de nuestros clásicos, porque muchos están escritos en una lengua que no es exactamente igual a la que ahora usamos, al tener variantes léxicas o sintácticas propias de su época; o simplemente, por su misma condición de obra de arte, que nos habla de su belleza estilística, de su complejidad; y así, gozar de ella supone un lector ya formado[3].

 

Y considera que la única vía de acercamiento a los clásicos son las adaptaciones, siempre que se mantenga la unidad de la obra. En su adaptación de la obra de Cervantes, la autora considera que hay capítulos que no puede abandonar puesto que revelan valores que son muy actuales.

          Pero nuestro planteamiento es: ¿sólo debemos ofrecer aquello que es actual o que estamos seguros despertará el interés de los educandos? ¿O por el contrario sería conveniente abrir nuevas oportunidades estéticas a los jóvenes para que la novedad de un relato diferente en composición y forma abra puertas a sus iniciativas creadoras?

En este sentido, haciendo referencia a un acontecimiento actual como fue el XII Congreso Internacional de la SEDLL ,2011 con sede en Granada, en sus comunicaciones pudimos observar que existían gran cantidad de estudios e investigaciones sobre la lectura en los niños. En ellas se destacaban obras actuales que han supuesto un éxito absoluto por la influencia de la industria cinematográfica y que encandilan a niños y jóvenes aún cuando algunos infantes no entendían bien el sentido completo de la obra, mientras la literatura clásica quedaba totalmente relegada un segundo plano.[4]

          De ser cierto que a elección de capítulos concretos está sujeta a los actuales intereses, acabaría,  a nuestro juicio, con la mayoría de las materias que se imparten hoy día, pues más de un alumno no está muy interesado por lo que pasó en la historia de la antigua Grecia o por el resultado de la simbiosis de dos moléculas, y sin embargo, consideramos necesario su aprendizaje.

 Además la lectura te transporta a mundos anteriores que por desconocidos, resultan tan fantásticos como interesantes a los ojos  ávidos de aventuras de un discente curioso.

José María Plaza autor de Mi primer Quijote consideraba que el escolar se perderá ante la dificultad de algunos párrafos[5]. Nosotros no pretendemos negar estas afirmaciones de expertos en la materia si bien es probable que se plantee cual es el mejor momento para la lectura de estas obras magnas y la posibilidad de que cuando el alumno se acerque a ellas ya posea unos conocimientos previos que se habrán facilitado en el aula mediante la lectura de pasajes breves y fáciles de asimilar que despierten el interés hacia su posterior lectura. Para ello, el trabajo de los docentes es de mayor grado de implicación que el de cumplir los objetivos establecidos por ley. Los profesionales de la educación, habrán de abonar un terreno virgen para que la lectura de nuestros grandes autores se convierta en un foco de curiosidad y deseo literario.

Según Laparra,profesor de la Universidad de Metz, muchos adultos creen haber leído obras originales cuando en realidad han leído adaptaciones[6] y este creemos que es el peligro de estas adaptaciones, una vez leídas en la infancia o juventud, en una forma asequible, difícilmente van a <<releer>> la obra puesto que tienen la conciencia equivocada de conocerla, cuando en realidad lo que se pretendía era un primer acercamiento.

Tal y como refleja en su artículo Sotomayor Sáez, aunque lo que se pretende es adaptar la obra a unos destinatarios concretos, otras características como el contexto son también determinantes.

Nos planteamos entonces si para cada uno de los ciclos educativos habría que publicar una adaptación diferente de la obra a la que aquí nos referimos. Normalmente nos encontramos con títulos como El Quijote cabalga entre versos: selección de Antonio A. Gómez Yebra; ilustrado por Juan Ramón Alonso;El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha versión dramática libre de Eladio de Pablo ; ilustrado por José Pérez Montero; Don Quijote de la Mancha Miguel de Cervantes ; adaptación de Paula López Hortas ; ilustraciones de José Luis Zazo;El Quijote para niños; Don Quijote para niños, ayer y hoy; Aventuras y desventuras de Don Quijote de la Mancha; Primeras aventuras de Don Quijote de la Mancha[7] y un largo etcéteraque no tendrían cabida en esta reflexión pero en realidad ¿a qué niños va dirigido? Es evidente que no tiene la misma capacidad cognoscitiva uno de seis años que otro de doce años, que a su vez ya debe haber adquirido ciertas competencias a nivel lector.

Por todo ello no es fácil decantarse por una u otra postura, puesto que es cierto que si se eligen criterios estrictos de adaptación de la obra, si se pretende que esta sea válida, estos criterios no son universales y el texto poco a poco va sufriendo una conversión peligrosa, sobre todo si el receptor entiende que con esta lectura ya conoce la obra.

COMPETENCIA LITERARIA.

          Según Lomas (1999), es preciso que las personas empecemos a darnos cuenta de que manejar el lenguaje, las palabras, no es algo mecánico sino un proceso de toma de conciencia y elaboración tanto colectiva como personal.[8]

Se considera además la didáctica de la Lengua y Literatura como:

 

Disciplina que tiene por objeto revisar los planteamientos teóricos, seleccionar y organizar contenidos, establecer objetivos con relación a unos métodos y a unas orientaciones técnico-teóricas sobre la singularidad del aprendizaje de Lengua y Literatura y, consecuentemente, proceder a la distribución y secuenciación de la materia en bloques o unidades que sean asimilables por el alumno, para lo que también se habrá de ocupar de cómo elaborar y valorar las actividades previstas para el logro de objetivos generales y parciales.[9] (Mendoza, López Valero y Martos, 1996, p. 35).

 

          De estas aportaciones podemos extraer la necesidad de una toma de conciencia por parte del alumnado, en lo que se refiere al manejo de la palabra, para que el lector sea capaz de dar sentido a los textos, reconozca sus diversos aspectos y extraiga sus propias reflexiones a nivel estético, ideológico, histórico, formal etc.

          Para conseguir estos aspectos de la competencia literaria, es necesario que sus mediadores, se trate de la familia o los docentes, entrenen a los jóvenes en el gusto por lo estético, por la comunicación desde diferentes perspectivas y estilos lingüísticos, en la apreciación de diferentes contextos lingüísticos, etc. El entrenamiento de esta competencia es multidisciplinar, pues requiere conocimientos no solo literarios, sino también históricos, y son conocimientos que se deben producir de forma transversal, ya que en ellos subyacen valores de todas las épocas que hay que ir afianzando.

 

La literatura asume muchos saberes. En una novela como Robinson Crusoe hay un saber histórico, geográfico, social (colonial), técnico, botánico, antropológico (Robinson pasa de la naturaleza a la cultura). Si, por no sé qué exceso de socialismo o de barbarie, todas nuestras disciplinas debieran ser expulsadas de la enseñanza, excepto una, sería la disciplina literaria la que debería ser salvada, porque todas las ciencias están presentes en el monumento literario (Barthes, 1978).[10]

 

          Si la formación en la competencia literaria pasa por todas estas apreciaciones a las que nos referimos, el papel del adulto es esencial, y de su forma intrínseca, de enseñanza, de  su entusiasmo docente, dependerá en buena medida, la creación de lectores que sepan apreciar obras como la de Cervantes, sea cual sea su estilo literario o su lenguaje específico. Consideramos que el gusto por las obras a las que aludimos será el resultado de un entrenamiento consciente, dirigido a la formación del gusto literario.

          Estamos de acuerdo con Mendoza Fillola en la complejidad del proceso de educación literaria, por lo que solo un verdadero profesional podrá canalizar esta formación satisfactoriamente:

 

La educación literaria (educación en y para la lectura literaria) es la preparación para saber participar con efectividad en el proceso de recepción y de actualización interpretativa del discurso literario, teniendo en cuenta que: a) la literatura es un conjunto de producciones artísticas que se definen por convencionalismos estético-culturales y que, en ocasiones es un reflejo del devenir del grupo cultural; b) las producciones literarias también se definen por la presencia acumulada de determinados (aunque no siempre exclusivos ni específicos) usos y recursos de expresión propios del sistema lingüístico y por su organización según estructuras de géneros; y c) el proceso de percepción del significado de un texto literario no es una actividad espontánea, ni el significado es el resultado automático de una lectura de cariz denotativo[11].

 

          Esto, por supuesto es un proceso largo y de evolución continua que de no ser bien tratado, puede destrozar el gusto por la lectura pero que si se produce de forma efectiva, estará abriendo las puertas a todo un universo creativo que le aporte no solo conocimientos sino también grandes placeres.

 

Muchas veces apresuramos esas lecturas y lo que logramos es el efecto inverso al buscado, es decir conseguimos que los lectores los rechacen, y estos rechazos pueden durar años o toda la vida.[12]

 

Consideramos El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, como texto fundamental, en el recorrido literario que todo alumno debe realizar en su paso por las aulas, sin embargo, defendemos también el desarrollo de la competencia literaria, es decir, la preparación crítica, reflexiva y la motivación que previamente se ha debido generar en las clases para que la lectura resulte un gran placer y no una tarea tediosa. Cerrillo Torremocha defiende esta idea con las siguientes palabras:

 

La mejora de los hábitos lectores de una población empieza con la formación de sus ciudadanos como lectores literarios ya en las primeras edades, en las que los mediadores seleccionarán las lecturas sin caer en la fácil tentación de elegirlas por sus valores externos, sin considerar la historia que contienen o la manera en que está contada esa historia: para que el camino recién iniciado en los nuevos lectores no se vea interrumpido es imprescindible que no les contemos historias aburridas, que no les impongamos las lecturas, que no frenemos sus motivaciones lectoras y que no les coartemos su capacidad para creer en cosas increíbles, para imaginar mundos maravillosos o para sentirse muy cerca de los más fantásticos personajes. Pero en ese camino es necesaria la buena convivencia de las lecturas escolares y de las lecturas voluntarias. La suma de las experiencias que se derivan de ambas lecturas ayudará a la formación del espíritu crítico del nuevo lector, que será capaz de entender y explicar lo que es y lo que siente, lo que sucedió en otro tiempo y lo que le hubiera gustado que nunca sucediera. Se sentirá, de algún modo, con capacidad para ejercer el juicio crítico con libertad”.(Pedro César Cerrillo Torremocha)

Pero para que el alumnado llegue a apreciar los textos literarios, es preciso como precisan los autores Pedro Cerrillo, Elisa Larrañaga y Santiago Yubero (2002:17), que exista un contacto directo con el texto, que sea gratificante en sí mismo.[13]

 

EL QUIJOTE: ¿UN TEXTO PARA TODAS LAS EDADES?

 

Convendrá recordar, como cuestión previa, que el Quijote es un libro hoy no fácil de leer, a causa del paso del tiempo sobre su lenguaje. Ello no impide que, cuando se logra entrar en él, sea también uno de los textos más divertidos y jugosos con los que puede uno toparse, también hoy.[14]

 

Es esta reflexión de Rodríguez Almodóvar con la que coincidimos, la que pone de manifiesto las grandes ventajas e inconvenientes de la obra. De un lado es cierto que su lenguaje pertenece a otra época y esta es la principal dificultad que entraña, pero no es menos cierto que  la diversión y posibilidad de reflexión, está garantizada. Por su contenido, pues consideramos que es una obra apta para pequeños lectores pero siempre que hayan adquirido una serie de conocimientos y experiencias previas que le lleven a su comprensión. Enfatizamos además aquí, el papel del adulto como mediador, encargado de iniciar el gusto por la obra de Cervantes y su progresivo acercamiento mediante capítulos que no entrañen dificultad excesiva y que supongan una fuente indiscutible de diversión. Sólo así, se producirá este gusto por su lectura sin necesidad de adaptar el texto a lenguajes facilones, poco enriquecedores y que siempre conllevan una simplificación de su estética. Entendemos que el adulto es quien realmente juega un papel fundamental en la adquisición de dichos hábitos lectores.

Más parece que falta la necesaria convicción entre los adultos de que el Quijote es un libro perfectamente capaz de encandilar a los peques y a los cadetes, sin necesidad de sucedáneos ni purpurinas. Y me sigue pareciendo que a lo mejor tendríamos que hacer campaña para que los adultos, incluidos los maestros, se volvieran a enamorar de la novela de Cervantes.[15]

Tal y como se dice en la Segunda parte, en boca de Sansón Carrasco:

Los niños la manosean, los mozos la leen, los hombres la entienden y los viejos la celebran ; y finalmente, es tan trillada y tan leída y tan sabida de todo género de gentes que apenas han visto algún rocín flaco, cuando dicen: <<allí va Rocinante>>.[16] (Don Quijote de la Mancha, II,3)

Es de este modo como se adquiere el gusto por determinadas obras en la infancia. De todos es sabido que pequeños poemas, retahílas y adivinanzas de tradición oral y aveces con extraños giros, son aprendidos de memoria por los niños, entre “tropiezos” lingüísticos propios de sus tempranas edades y que poco a poco se convierten día y noche en sus discursos preferidos con los que se exhiben y se divierten.

Creemos que es la extensión y no el contenido la que debe ir adaptándose a la edad del lector, por lo tanto la propuesta es mantener de forma íntegra el texto e ir ofreciendo desde el ciclo infantil, pequeños fragmentos según las pretensiones del momento, puesto que en él se nos ofrecen pasajes de humor, humanidad y valores, acción, etc. que unas veces servirán de apoyo a las enseñanzas y otras de otras de entretenimiento en sí mismos.

Recordemos que el propio Pérez Galdós realizó un manuscrito donde se suprimían episodios de sus Episodios Nacionales, es esta la intención didáctica que aquí se defiende, llevar los clásicos al aula en función de los ritmos evolutivos, apoyándonos en actividades que motiven la lectura sin modificación textual.

Si aún no están preparados para “deglutir”,  los formamos para ello, pero sin cambiar toda la “receta” literaria.

CONCLUSIONES

El tema de la afirmación o negación de las adaptaciones de los clásicos para niños, es y será muy debatido por su complejidad didáctica. Si se los ofrecemos tal y como fueron gestados, caemos en el peligro de que aparezcan distantes e incomprensibles a los ojos de los lectores principiantes. Por el contrario si se realizan las adaptaciones oportunas de lenguaje para su comprensión y de extensión de las obras, podemos caer en el peligro de que crean conocer estos textos, cuando en realidad, esto es del todo incierto, pues la obra se valora por su momento histórico, los elementos empleados en esa etapa, las relaciones sociales, su lenguaje específico y un sinfín de elementos que componen su magnitud y belleza.

Por ello nuestra propuesta opta por una formulación en la que los adultos sean mediadores expertos que con su didáctica sepan generar interés y comprensión por estos textos y en este caso concreto, por la obra cervantina, ya que consideramos que está repleta de humor, ingenio, valor, acción, sentimiento, y un sinfín de cualidades aptas para los pequeños, si se sabe administrar en pequeñas dosis, bien elegidas y trabajadas.

Y, para no pecar de excesivos, en caso de  tener que utilizar este método para el acercamiento a la literatura por motivos extraordinarios, el profesional de la enseñanza ha de tener muy claro cuáles son los elementos de una buena adaptación y actuar en consecuencia. De lo contrario estaremos limitando la creatividad estética de  las obras artísticas en lugar de procurar el crecimiento intelectual de nuestro alumnado para que a través de una verdadera formación en la competencia literaria, se desarrollen y sepan apreciar la lectura como inigualable medio de disfrute y aprendizaje.

 

BIBLIOGRAFÍA

 

±       Cerrillo,  C.; Larrañaga, E.; Yubero, S.(2002): Libros, lectores y mediadores, Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha: Cuenca.

±       Cervantes, M., (2005) Don Quijote de la Mancha II, Colección Clásicos Edebé: EDEBÉ. Barcelona II, 3.pg 65

±       Lucía Mejías, J.M. y Sánchez Mendieta, N. (2007) También los niños leen el Quijote  localizado en http//www.centroestudioscervantinos.es consultado el día 8/01/2012.

±       Mendoza Fillola, A., (2004) La Educación Literaria.  Bases Para La Formación De La Competencia Lecto-Literaria.  Ediciones ALJIBE: Archidona (Málaga).

±       Navarro Durán, R., (2006) Los clásicos al alcance de los niños. CLIJ (Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil) nº 193, Mayo 2006.

±        Rodríguez Almodóvar, A.,(2004) Don Quijote y los niños , Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.Localizado en http//www.cervantesvirtual.com.  consultado el día 03/01/2012

±       Rodríguez Almodóvar, A., (2005) Cuidado con el Quijote  Portales: Biblioteca de literatura infantil y juvenil   Miguel de Cervantes. Localizado en http//www.cervantesvirtual.com.  consultado el día 03/01/2012

±       Sillvera, C., (2009) Los clásicos a su debido tiempo. Publicado en: Servicio de Orientación de Lectura. Portal: Biblioteca de literatura infantil y juvenil. www.cervantesvirtual.com/descargaPdf/puertas-a-la-lectura

±       Sotomayor Sáez, M.V., (2005), Literatura, Sociedad, Educación: Las Adaptaciones Literarias, Revista de Educación vol. extra: 217-238

 



[1] Aludimos en esta forma de expresar el título a la primera y segunda parte de la obra, puesto que consideramos que aunque los niños no la leerán por completo, en según qué edades y desde  la infancia, se puede tomar textos de uno u otro libro dependiendo de los intereses que motiven la lectura.

[2]Lucía Mejías,J.M. y Sánchez Mendieta, N.(2007) También los niños leen el Quijote  localizado en http//www.centroestudioscervantinos.es consultado el día 8/01/2012.

[3] Navarro Durán, R., (2006) Los clásicos al alcance de los niños.CLIJ (Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil) nº 193, Mayo 2006.

[4]XII Congreso Internacional de la SEDLL. La investigación en didáctica de la lengua y la literatura. Diciembre 2011, Granada. http://www.sedllxii.com.

[5] En: LucíaMejías,J.M., Sánchez Mendieta, N.(2007) También los niños leen el Quijote  localizado en http//www.centroestudioscervantinos.es consultado el día 8/01/2012.

[6]Citado por Sotomayor Sáez, M.V., (2005), Literatura, Sociedad, Educación: Las Adaptaciones Literarias,Revista de Educación vol. extra: 217-238.

[7] Muchos de  estos títulos se pueden encontrar en la Biblioteca de la Facultad de Ciencias de la Educación de la ugr.

 

[8] Torres, R.M., (1999), Dime cómo  te relacionas con  el lenguaje y te diré como enseñas- En: la formación de docentes, Memorias del 4º Congreso Colombianoy 5º Congreso Latinoamericano de Lectura y Escritura, Bogotá: FUNDALECTURA 1999.

[9] En: LópezValero, A., Veas Iniesta, F., López López, M.,  (2005) La Didáctica De La Lengua Y La Literatura Orientada A La Inclusión: El Desarrollo De Una Prueba De Evaluación De La Disfemia.

 

[10] Mendoza Fillola, A., La educación literaria: bases para la formación de la competencia lecto-literaria. Localizado en: 201.147.150.252:8080/jspui/.../1/La%20educación%20literaria.pdf consultado el 10/01/2012.

[11] Mendoza Fillola, A., (2004) La Educación Literaria. Bases Para La Formación De La Competencia Lecto-Literaria. Ediciones ALJIBE. Archidona (Málaga).

[12]Sillvera, C., Los clásicos a su debido tiempo.Publicado en: Servicio de Orientación de Lectura. Portal: Biblioteca de literatura infantil y juvenil. www.cervantesvirtual.com/descargaPdf/puertas-a-la-lectura

[13] Cerrillo,  C.; Larrañaga, E.; Yubero, S.(2002): Libros, lectores y mediadores, Cuenca, Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha.

[14]RodríguezAlmodóvar, A., (2005) Cuidado con el Quijote  Portales: Biblioteca de literatura infantil y juvenilMiguel de Cervantes.

[15]Rodríguez Almodóvar, A.,(2004) Don Quijote y los niños , Biblioteca virtual Miguel de Cervantes .

[16] Miguel de Cervantes,(2005) Don Quijote de la Mancha II, Colección Clásicos Edebé: EDEBÉ. Barcelona.

Capítulo tercero de la segunda parte.pg 65.