estudios
UN ADVERBIO DE USO PECULIAR, MÁS UN
RARO DIALECTISMO MURCIANO
Francisco Gómez Ortín
(Universidad
de Murcia)
RESUMEN.-
Este artículo bipartito encara dos temas lexicales.
El primer trabajo dilucida la semántica histórica del adverbio adonde / donde,
con exhaustiva documentación académica y literaria. El segundo desvela la
diacronía y vigencia actual del intrigante vocablo oripié, presente en el DRAE con la marca diatópica de Murc., pero ausente
del Diccionario de Corominas-Pascual.
PALABRAS-CLAVE.- Adonde – Donde – Oripié – Dialectismo – Murcia.
ABSTRACT.- This
long title comprises two lexical themes. The first one analises
the historical semantics of the adverb “adonde /donde”, by means of huge documentation. The second work
studies an interesing word, “oripié”,
used exclusively in Murcian dialect, present in DRAE,
but absent in Corominas-Pascual Etymological
Dictionary.
KEY WORDS.- Adonde – Donde – Oripié – Murcian dialect - DRAE –
DCECH
I
A D
O N D E - D O N
D E
Del
lat. unde salieron tanto “o”, como “onde” . «Ambos
“se unieron a la preposición “de”, que se les anteponía en cierto tipo de
preguntas (¿De onde son?, ¿De ó son?,
dónde, dó), y perdida la conciencia del compuesto, la
lengua sintió la necesidad de remotivar el signo (¿De dónde son? ¿A dónde
van?). De las formas fundidas “donde”, “adonde”
han salido los vulgarismos “onde”, “aonde”, etc.» (M.
Alvar- B. Pottier, Morfología Histórica del Español.
Madrid, Gredos, 1983, 331). La forma más
arcaica “adonde” comprendía los dos sentidos
(lugar / movimiento), que luego devendría en la
diversificación semántica actual (donde = lugar; adonde = movimiento).
I. (1726)
DICCIONARIO DE AUTORIDADES (R.
Academia Española):
«adonde. adv. de lugar, como Pregunta. Vale
esta voz lo mismo que En qué lugar? En qué parte, como adonde estamos? O a qué lugar o a qué parte, como adonde vas? Y por afirmación significa en el mismo lugar en que, como adonde era Sagunto, es oy
Monviedro. Estebanillo,
Vida: “Adonde vas con este baúl a
estas horas?” Villaviciosa, Mosquea. Cant. 2: “Cierta presunción, adonde / la mal nacida vanidad
se esconde”. «donde. Lo mismo que adonde».
II. (1998)
DICCIONARIO DE CONSTRUCCIÓN Y RÉGIMEN DE
«El
uso moderno repugna el empleo de adonde
por donde. Salvá
lo da por anticuado; Bello, Gramática
lo reputa con razón como un arcaismo que debe
evitarse, y agrega: “Dícese adonde con movimiento, y donde sin él: Ellugar adonde nos encaminamos, donde residimos. En el
siglo XVI se consideraban adonde y donde como formas enteramente sinónimas, de
suerte que Valdés decía que usaba el primero cuando no precedía vocal: “¿Adónde
irá el buey que no are?” y el segundo después de vocal: “El abad de donde
canta, de allí yanta” (Diálogo)».
III. (2005) DICCIONARIO PANHISPÁNICO DE DUDAS (R. Academia
Española):
«adonde.
2. En el español actual debe evitarse el uso arcaico de adonde o a donde para
indicar situación (‘en donde’): “El remisero estaba a
pocas cuadras de las calles Rivas y Misiones, adonde lo esperaba un cliente” (Clarín, Arg.
10.2.97); “Andrés Trapiello ha escrito curiosas
anécdotas de ese bar, adonde entrevistó a Italo Calvino” (Mundo, Esp. 15.12.96). En estos casos debe usarse el adverbio relativo
donde, opcionalmente precedido de en».
«adónde.
2. En el español actual debe evitarse el uso arcaico de adónde, a dónde sin valor
de movimiento: “Me preguntó mi hijo que adónde había estado” (López Páez, Herlinda, México 1993): “Matilde ¿a
dónde estás?” (VV. AA. Vida, Chile
1986). En estos casos debe usarse hoy el adverbio dónde, opcionalmente precedido de en».
«donde.
3. Cuando el verbo implica movimiento, para indicar destino, pueden emplearse
las formas a donde o adonde y donde: “Iré a donde tú vayas” / “Iré donde tú vayas”; “La casa
adonde te llevo está cerca” / “La casa donde te llevo está cerca”. Debe evitarse hoy el uso de a donde (o adonde)
para indicar ‘lugar en donde’: “El apartamento a donde vivo es grande”.
4.
Para indicar estado o situación (‘lugar en donde’), es opcional el uso de la
preposición en ante el relativo donde, aunque, cuando no hay
antecedente, suele ser más frecuente la ausencia de preposición: “Ponlo donde
quieras” / “Ponlo en donde quieras”; “La habitación en donde duermo es pequeña”
/ “La habitación donde duermo es pequeña”».
«dónde.
3. Cuando el verbo implica movimiento, para indicar destino, pueden emplearse
las formas a dónde o adónde y dónde, aunque es más frecuente el uso con preposición: “¿Adónde
vamos?” / “¿Dónde vamos?”; “No sé adónde me llevan” / “No sé dónde me llevan”.
Debe evitarse hoy el uso de a dónde (adónde) para indicar estado o situación: “¿A
dónde está el director?”
4.
Con verbos que no implican movimiento, sino estado o situación, es opcional el
uso de la preposición en ante el
adverbio, aunque suele ser más frecuente la ausencia de preposición: “¿Dónde ha
estado todo este tiempo?” / “¿En dónde ha estado todo este tiempo?”».
IV.
(2010)
NUEVA GRAMÁTICA DE
«Donde y adonde son los únicos adverbios relativos de lugar que ha conservado la lengua culta. El
español antiguo usó también los adverbios do
y onde, pero esta última voz, así
como ande (< a + onde), es hoy una
variante desprestigiada que se recomienda evitar» (p. 419, 22.5.2a).
«A
pesar de ser redundante, la combinación en
donde se considera correcta en los contextos en los que se expresa
ubicación: Soy un hombre poco amigo de
meterme en donde no me llaman (Cela, Colmena).
Cuando denota el término de una trayectoria, donde se construye sin auxilio de preposición, como en donde voy, en alternancia con adonde voy y con a donde voy: Yo tenía
entendido que a cualquier lugar del mundo a donde llegara se tendrían noticias
de la catástrofe (García Márquez, Náufrago).
Se considera una pauta arcaica, no justificable sintácticamente
en la lengua actual, el uso de adonde para expresar ubicación: Siguieron la costa del Poniente abajo, y
llegaron al puerto que llamaron del Retrete adonde estaba la ciudad (Guillermo
Morón, Historia) (p. 420, 22.5.2c).
«El
adverbio interrogativo-exclamativo dónde
significa en qué lugar, como en ¿Dónde
estás?, que alterna con ¿En dónde
estás? La preposición a y el
adverbio dónde dan lugar a las formas
adónde y a dónde, ambas igualmente correctas, para indicar dirección o
destino. Se registra también dónde,
con omisión de la preposición a,
usado en esta misma interpretación. Alternan, pues, ¿Dónde vas?, ¿Adónde vas? y ¿A dónde vas?» (p. 420, 22.5.2d).
V. TEXTOS
PROBATIVOS
Los
documentos del corpus académico CORDE, por ser demasiados miles, no están accesibles
al público. Los que aquí aduzco han sido allegados de propia cosecha:
(1499)
Fernando de ROJAS: «A donde hay mayor
entendimiento, hay mayor fortuna» (
(1525) Antonio de GUEVARA, ofm.: «A do no ay subjection, no
ay Rey; a do no ay Rey, no ay ley; a do no ay ley, no ay justicia; a do no ay
justicia, no ay paz; a do no ay paz, ay continua guerra; y a do ay guerra, es
imposible que dure mucho la republica» (Epístolas
familiares. P. Primera. Salamanca,
Pedro Laso, 1577, 93; 1ª ed. Granada 1525). «En Athenas
avia una casa a do todos nascian
locos, y avía otra, a do todos nascian bobos» (O. c., 107).
(1529) Ruperto de NOLA: «Tomar
borrajas y bledas, ponlas a cozer
con agua y sal, y desque sean cozidas sacarlas de
aquella agua adonde fueron cozidas» (Traducción, Libro de guisados, manjares y potajes
intitulado Libro de Cozina. Logroño, Miguel de Eguía, 1529, fº 47 v.). «Ponla en
la olla adonde a de cozer» (O. c., fº 40).
(h.
1538) Garcilaso de
(1558) Bartolomé CARRANZA de MIRANDA, op.: «Porque adondequiera que hay dos o tres ayuntados en mi nombre, yo estoy en medio de ellos» (B.
Carranza, Comentario sobre el Catechismo Christiano.
Ed. de J. Ignacio Tellechea
Idígoras. II. Madrid, Edica, 1972, 381-382).
1ª ed. En Anvers, en casa de Martin Nucio, año 1558.
(1561)
Fr. Luis de LEÓN, osa: «Este libro es todo él una égloga pastoril, adonde con
palabras y lenguaje de pastores hablan Salomon y su
esposa» (Cantar de Cantares (h.
1561), ed. José M. Blecua.
Madrid, Gredos, 1994, 48). «En todos los escritos adonde se explican algunas
grandes pasiones o affectos maiormente
de amor» (O. c., ibid.). «Ellos te llevarán adonde
los lleva a ellos su amor y adonde tienen su pasto, que es el lugar adonde yo
estoy con los demás pastores» (O. c., 76).
(1563)
Joan de TIMONEDA: «Me convencieron que imprimiese el libro presente, adonde van encerrados y puestos extraños y muy facetos
dichos» (Buen Aviso y Portacuentos
(1563). Ed. Pilar Cuartero y Maxime Chevalier. Madrid, Espasa-Calpe, 1990, 73). «El cual
preguntando a sus criados que adónde estaba, le fue dicho que allá arriba en el
terrado. Respondió prontamente Garci Sánchez: -
¿Adónde puede estar mejor el muerto que en terrado?» (O. c., 317).
(1563) S. Juan de ÁVILA: «¿Adónde estás, que no me
respondes?» (J. de Ávila, Escritos
sacerdotales. Madrid, BAC, 2000, 257).
(1564)
Sta. TERESA de JESÚS: «Adonde está el rey, allí está
la corte... Adonde está Dios, es el cielo... adonde está Su Majestad está toda
la gloria» (Obras. Camino de perfección.
cap. 28. Madrid, Apostolado de
(1576)
Diego de ESTELLA, ofm.: «No leemos en
(1582)
Sta. TERESA DE
JESÚS: «Que semejante costumbre se pusiese en estas casas, adonde había quien
amaba tanto a Dios como ellas» (Libro de
las Fundaciones, libro I, cap. VI).
(1584)
S. Juan de
(1585)
Miguel de CERVANTES: “(El amor es) raíz de adonde nace la venturosa planta /
que al cielo nos levanta... / (El amor)
es morada adonde assiste el alegría” (
(h. 1586) S. Juan de
(h.
1588) Fr. Luis de LEÓN: «Los antes bienhadados ¿adónde volverán ya sus sentidos?...
Ay, nube envidiosa ¿dónde vas presurosa?» (Oda
a
(1591)
Antonio ÁLVARES, ofm., portugués: «De adonde es, que
en ayunar el Señor en el desierto, nos dio forma para que en tiempo de nuestros
ayunos, nos devemos abstener del trato de mujeres» (Sylva Spiritual. Tercera Parte. Salamanca
1591, 3). «Dime adonde se halla o se enseña, que aquel que es
acometido con injurias dessee bien a su offensor?» (O. c., 93). «Esta valerosa Republica del Christianismo no es menos que hija de
(1596)
Alonso LÓPEZ PINCIANO: «Mi padre murió en el río de a do se sacó este pez» (Filosofía antigua poética, cit. en Maxime Chevalier, Cuentecillos
tradicionales de
(h.
1598) F. NARVÁEZ: “Dixo el cojuelo: ¿dónde es vuestra
merced y cómo se llama, si se puede decir? que me parece que he visto a vuestra
merced y no sé adónde” (Francisco Narváez de Velilla, Diálogo intitulado El capón. (h. 1598). Madrid, Visor, 1993, 77).
(h. 1600) Diego GALÁN: «Nos preguntó que de
adónde éramos, dijímosle que de tierra de Toledo» (Relación del cautiverio y libertad de Diego
Galán (1589-1600) + 1648. ¿Madrid?
Ediciones Espuela de Plata, 2011, 28).
(1602)
Mateo LUJÁN, oriolano: “¿Adónde hay nación ni lugar que reverencie el nombre de
España, no se espante de sus hechos, no alabe su monarquía?” (Mateo Luján, Segunda Parte de
(1603) Agustín de ROJAS: “Sentándome al pie de
un alto álamo, de adonde podía ver el
sitio que era guarda y depósito de todo mi bien” (Viaje entretenido (1603). ed. de J. P. Ressot.
Madrid, Castalia 1972, 329). “No quisiera meterme en tan extraña hondura y de
adonde con tanta dificultad tengo de salir” (O. c., 416). “Y no preguntan de
adónde vino toda esta deshonra” (O. c., 455).
(1606) Diego de ARCE, ofm.:
«Hizo que en sus Navíos cantassen todos la salve,
dando gracias a
(1607)
Melchor de HUÉLAMO, ofm.: «Sólo sirven de açotar calles, y de saber adonde está el mejor vino y el
pastelero de mayor fama» (Vida y milagros
de San Ginés de
(1611)
Sebastián de COVARRUBIAS: «Suelen levantarse en el ayre
muchedumbre de langostas que cubren el sol, y adonde se assientan
lo dexan todo roydo y
abrasado» (Tesoro de la lengua castellana
o española, 1611, s/v. langosta). «Hazían (los
judíos en Toledo) ciertas enramadas en el campo, adonde estavan
por espacio de quarenta días en memoria de los quarenta años que anduvieron por el desierto» (O. c., s/v.
cabañuelas).
(1614)
Miguel de CERVANTES: «Hacer banquete cuando, como y adonde quisieren» (Rinconete y Cortadillo (1614). Madrid, Aguilar
1952, 842, col. b).
(1615)
M. de CERVANTES: «Morirás sin duda alguna, / hoy, en este mismo día; / que a do
comienza la mía / ha de acabar tu fortuna» (
(1615) M. de CERVANTES: «Y, ¿adónde íbades ahora? -
Señor, a tomar el aire. - Y, ¿adónde se
toma el aire en esta ínsula? - Adonde
sopla» (Quijote, II, en Cuentecillos tradicionales, 310). «Sepamos
ahora, Sancho hermano, adonde va vuesa merced... Voy
a buscar a una princesa.. Y, ¿adónde pensáis hallar eso que decís, Sancho?
¿Adónde? En la gran ciudad del Toboso» (Quijote, II, c. X. Aguilar, 1303, col. a). «¿Adónde
está el mono y el retablo, que no los veo?» (Quijote, II, c. XXV, 1360, col. a). «Aquí quedarás colgada, péñola
mía, adonde vivirás luengos siglos» (Quijote,
II. cap. 74 y último).
(1618) Isaac OROBIO: «Sigue preguntando adonde está
la carta de repudio de tu madre» (Isaac Orobio de
Castro, La observancia de la divina Ley
de Mosseh. Introducción por Jacobo Israel Garzón.
Barcelona, Riopiedras Ediciones, 1991, 79. Biblioteca
Nuevo Sefarad, vol. XVII). 1ª ed. Braganza 1618.
(1623)
Gonzalo de CÉSPEDES: «Primera Parte. Historias
peregrinas y exemplares. Con el origen,
fundamentos y excelencias de España, y Ciudades adonde sucedieron. Por don Gonçalo de
Céspedes y Meneses, natural de la villa de Madrid. Año 1623. Impressa en Çaragoça, por Juan de
Larumbe». (Madrid, Castalia, 1980, 55. «Tales han
sido los troncos nobilísimos de adonde procedió el principal héroe de esta
historia» (O. c., 171). «Vivía en su poder y compañía, de adonde sacándola, a
su pesar, para el torneo unas parientas suyas, ocasionaron su desgracia» (O.
c., 175).
(1625)
P. FERNÁNDEZ NAVARRETE: «Aunque cada uno pueda mudar domicilio y estar adonde
quisiere» (Conservación de Monarquías,
por el licenciado Pedro Fernández
Navarrete, canónigo de Santiago y Capellán de sus Magestades.
4ª ed. Madrid, Benito Cano, 1792, 19). 1ª ed. 1625.
(siglo
XVII) Lope de VEGA: «¿Dónde vais? le preguntó...// que muy bien dónde voy sé» (El capellán de
(1632)
J. E. NIEREMBERG, sj,: «Vio a Jesús niño, recién
nacido, envuelto en pobres pañales y puesto en el pesebre, adonde resonó la voz
amorosa del Padre, que decía: Este es mi Hijo muy amado» (Tratados de
(siglo XVII) Gaspar de AVILA: «¿Qué dices? ¿A
dónde está?» (Las fullerías de amor,
en Comedias. Murcia, Universidad,
1990, 115).
(1649)
Juan SORIA BUTRÓN, ofm: «Avisó luego al Guardián del Convento, adonde el glorioso padre San
Francisco estava» (Epítome de la vida y milagros de Nuestro Padre San Francisco. Cuenca
(1675) Antonio de PANES, ofm.:
«Adonde a ti te perdieres, / allí al Señor hallarás» (Escala mística y Estímulo de Amor Divino, s. XVII, Ed. Pons Fuster. Madrid, 1995, 220).
1ª ed. Valencia 1675.
(siglo
XVII) P. CALDERÓN de
(h.
1770) R. de
(1788)
Pascual SALMERÓN, ofm.: «Me hallo aquí como un
enfermo fuera de sí con la fuerza de la calentura, que ni sabe lo que se dice,
ni adónde está, ni aun lo que se quiere» (Historia
del convento de Sta. Ana del Monte, de Jumilla,
ms., 205).
(h. 1790) J. I. GONZÁLEZ: « Carmen.-
¿Dónde vas, hombre? Canuto - A la tienda, / a tomar una tisana / para el
estómago» (Juan Ignacio González del Castillo, El día de toros en Cádiz, sainete, en Obras completas. III. Madrid,
RAE, 1914, 361).
(h. 1850) F. MARTÍNEZ DE
(1894)
Ricardo de
(siglo
XX) R. VALLE-INCLÁN: «¿Adónde te hallas? ¿Adónde estás, que no te veo?» (Ramón
del Valle-Inclán, Ligazón. Auto para
siluetas, en Homenaje a
(1962)
R. SÁNCHEZ-MAZAS: «Y le dije: - Mamá, y ¿adónde está Isabel, que yo no la veo?»).
Más abajo, en la misma página, sin comillas: «Pero, ¿dónde estaba Isabel?» (en
tono narrativo, como dicho por el autor) (Rafael Sánchez-Mazas, La vida nueva de Pedrito de Andía.
Barcelona, Planeta, 1982, 19). 1ª ed. 1962.
II
EL EXTRAÑO MURCIANISMO
“ORIPIÉ”
Uno
de mis murcianismos favoritos sería “oripié”, por
eufónico. Esta curiosa voz, ausente del Corominas-Pascual, tiene visos de ser
cultismo o semicultismo, de composición híbrida: la raíz prefija griega ori-, derivada del
gr. oros ‘monte’ (orografía, orónimo)
y el español pie, al estilo de
sobrepié, traspié, tirapié, si bien el elemento griego sustantivo lo diferencia
de los demás compuestos de pie.
(1919)
Vocabulario Murciano (A. Sevilla,
1919): «oripié. Recuesto, estribación. “Hasta las últimas tierras regadas en el
oripié de los montes que limitan el verjel murciano”
(P. Díaz Cassou, o. c., p. 9)». Véase Textos
complementarios (1887).
(1932) Vocabulario
del Dialecto Murciano (J. Gª. Soriano, 1932): «oripié.
Pie o falda del monte». Muy probablemente, el autor recoge el término del anterior Vocabulario de
A. Sevilla, sin haber conocido su
vigencia, al parecer.
(1951)
Vocabulario Andaluz (Alcalá Venceslada, 1951): 1. «Oripié. Ruedo de un árbol, o sea, la
imperfecta circunferencia que hace la sombra de éste con el sol en su cenit.
(Provincia de Almería) “En un día cavó los oripiés de cincuenta olivos”».
2.
«Oripié. Pie o llanura donde empieza una sierra. “Por el oripié de estas tierras desprovistas de arbolado” (Lleó, Revista de
Agricultura, año VI, núm. 74)».
(1958) Habla
de Cúllar-Baza (G. Salvador, 1958): No se
menciona “oripié”en el Vocabulario General, pero sí
se cita el vocablo doblemente en las dos
listas, entre las Voces andaluzas «oripié, 2ª acepción» y de Voces murcianas.
Se refiere la primera al Vocabulario Andaluz, de A. Venceslada
y la segunda al VDMur, de Gª.
Soriano
(1960)
El habla de Hellín y Tobarra
(Remedios López Jiménez, 1960, tesis doctoral inédita en Universidad de
Murcia).
(1991) Diccionario
Almeriense (F. José Cassinello, 2ª ed., 1991):
«Oripié. Orilla o borde de monte (Voz serrana)». Información muy inconcreta: ¿A
qué sierras se refiere? ¿A las de Almería, de los Vélez y María, o a las de
Jaén y Granada?
(1991) Vocabulario
del Noroeste Murciano (F. Gómez Ortín, 1991): «oripié.
Pie, falda o parte baja de un monte, estribación». Existe también el
significado de ‘ribazo de un río’, acaso por confusión.
(1991)
Parablero Murciano (Patricio Molina Fernández,
Murcia 1991): «oripié (falda del monte). Los pieses e
los caezos. “Teno una quiasa
n’er mesmo oripié e la sierra”».
Olviden la ridiculez murcianoide “Teno una quiasa”, por Tengo
una casa.
(1997)
Diccionario Icue.
El habla cartagenera (A. Serrano Botella, 1997, 2ª ed.): «Oripié. Pie de un
monte». Tiene trazas de ser auténtico el uso de tal palabra en Cartagena, pese
a no traerla ni Gª Cotorruelo (1959), ni García
Martínez (1960), ni siquiera el último Diccionario
Cartagenero, de Diego Martínez de Ojeda, 2006.
(2000) Vocabulario
de las Hablas Murcianas (Diego Ruiz Marín, 2000): «oripié. Pie de un
monte». No añade nada original. Se limita a citar el DRAE y MMoliner,
con cuatro Vocabularios murcianos, más el VAndaluz.
No parece familiar al autor la voz
oripié.
(2001)
DRAE (22ª ed. 2001): «oripié. m. rur. Mur. Pie de un
monte. Tengo un campo en el oripié». Por supuesto, falta en el DAut
(1737). Entró al DRAE en la ed. de 1936-39, sin duda tomado del Vocabulario de Gª. Soriano (1932), premiado por la misma R. Academia.
(2001)
Vocabulario del Nordeste Andaluz (Idáñez de Aguilar, Jaén 2001): «oripié. Pie o parte
inferior de un monte o estribación; lugar que está situado debajo de otro».
Poseo además información personal del padre franciscano Ángel Fernández
Alguacil, natural de Santiago de
(2003) Vocabulario
Almeriense (Antonio Escobedo, Universidad de Almería, 2003): «oripié. Ruedo
de un árbol, esto es, la imperfecta circunferencia que hace la sombra de éste
con el sol en su cenit (Provincia de Almería). Voy a echar la siesta en ese oripié». Copia literalmente la primera
acepción del Vocabulario Andaluz (1951). Pero no menciona para nada la segunda acepción, que es precisamente la
única que recoge el Diccionario Almeriense, de Cassinello
(1991), lo que me hace dudar sobre la veracidad de estos dos lexicones respecto
a la vigencia de la voz “oripié” en Almería.
(2004)
Léxico de Jumilla (E. Hernández
Carrión, 2004): «oripié. Parte más baja del monte. Aquella zona montañosa que
linda con las tierras de cultivo. “Las cepas que pegan al oripié se están
secando”».
TEXTOS COMPLEMENTARIOS
Hay
constancia documental diacrónica del vocablo oripié, desde el siglo XVI.
(1755)
«El referido pozo se halla sito en el oripiés (sic) de una Sierra que crió la
naturaleza o Dios fijó por su infinita misericordia, porque su profundidad no
se ha podido penetrar. Es abundante, de manera que con las aguas que vierte
muele el referido molino y trabaja dicho batán por servidumbres distintas que
cada una lleva su arroyo de agua, es muy dulce y de lindo paladar, más que
tibia en invierno y verano, de forma que los pueblos comarcanos se bañan en
ellas» (habla de los Baños de Mula) (A.H.N. Sección
de Estado, 3.173. Mula, 24 noviembre 1755. Los Alcaldes informan sobre el
terremoto de 1-11-1755 al Presidente del Consejo Supremo de Castilla, que era a la vez Obispo de Cartagena, Diego de
Rojas y Contreras, cit. en Fernando Rodríguez de
(1759)
«En dicha huerta de
(1887)
«La higuera infernal, la pita alzavarón y el palmito,
abundantes en el oripié de los montes cartageneros» (Pedro Díaz Cassou, Topografía,
geología, climatología de
(1955)
«Conocía la tradición del Charco del Lobo, cuya oquedad se advierte en el
oripié de
(1977) «Carta Puzana. Escrita desde el oripié de
(2006)
«Tan pronto se dedicaba a acarrear carbón vegetal desde la cima de la montaña
hasta los cargaderos de los carros en el oripié de ésta, como a hacer leña en
los pinares de la sierra» (Joaquín Gómez Carrillo, En un lugar de la memoria. Cieza 2006, 55).
Estampo
aquí un sorprendente colofón a esta breve serie de documentos:
(1981)
El Habla de Cuenca y su serranía
(José Luis Calero López de Ayala): «Oripio.- (Lagunaseca, Santa María del Val)
Pie de monte. Mañana voy a labrar el oripio de San
Felipe. El DRAE registra oripié con idéntico significado y como propia de
Murcia. Su origen es desconocido». Este claro cognato
del murciano oripié abre una vía de investigación sumamente interesante.
Ahora
viene la guinda. En las Relaciones
Topográficas de Felipe II (siglo XVI), de Santiago de
Existe,
en Murcia, otro sinónimo de “oripié, el vocablo “raiguero”,
que hoy en día oscila entre vigente y latente, pero más bien confinado
actualmente en la toponimia, con amplia
documentación en Vocabulario Murciano
(1919) y en el Vocabulario de las Hablas
Murcianas (2000).
Creo haber agotado toda pesquisa referente al
término oripié. Difícilmente se podrá aportar un dato más, incluso por parte de