|
N E C R O L O G I O
Francisco Gómez Ortín
(Universidad de
Murcia)
¡Qué
susto tan morrocotudo me llevé al abrir el DRAE para ver la definición de Necrologio! !No estaba esa palabra, aunque sí su parónima Necrología!
Luego, comprobé, patidifuso, que Necrologio ni está
ni ha estado jamás en los DRAEs desde 1726 hasta hoy,
ni tampoco en el Diccionario del Español
Actual (que recoge el corpus de la segunda mitad del siglo XX). Total que, a lo
largo de mi vida, tan familiarizado con el vocablo Necrologio, resulta que he estado malusando el español, aunque me consuela lo del rebelde
Unamuno: “¿Que no está esa palabra en el DRAE? ¡Ya la
pondrán!”. En las Órdenes y Congregaciones religiosas, se suele leer
diariamente, en el refectorio, el Necrologio de la
respectiva Provincia.
En
fin, el matiz que comporta la voz Necrología (“Noticia comentada sobre una
persona muerta hace poco”) es distinto al de su paralela Necrologio,
que se usa en el sentido de “Libro o Catálogo de difuntos de una corporación o sociedad”. Es escandalosa la ausencia
del término “necrologio” en el DRAE y en el DEA, pues
durante el siglo XX y XXI, el uso de tal
vocablo ha sido y es actualísimo.
Obsérvese
la presencia y tratamiento del cultismo Necrologio en las lenguas neolatinas. El italiano “necrologio” y el portugués “necrológio”
coinciden exactamente con su homónimo español, “necrologio”,
mi defendido. Curiosamente, el francés, al verter al español los cognatos “necrologe” / “necrologie”, ha de
recurrir doblemente a “necrología”, único vocablo oficial español existente. Lo
mismo sucede con el doblete catalán “necrologi” / “necrologia”, que ambos se traducen por “necrología”.
Si
existen cultismos, como Martirologio (Catálogo de mártires) o Episcopologio (Catálogo
de obispos), ¿por qué no Necrologio, con esa
desinencia común que denota Catálogo, Serie o Lista? ¡También es casualidad o
mala suerte en el DEA el ir a seleccionar el “importantísimo” Correo de Zamora para el raro vocablo
Menologio, y en cambio no haber encontrado ninguna mención de Necrologio ni en libros ni en periódicos!
Ahí
va un puñado de obras con el título de Necrologio,
que si no llegan a convencer a
DOCUMENTACIÓN BIBLIOGRÁFICA
Comienzo
con los Necrologios modernos de mi Provincia:
1º.
García Sánchez, Antonio, ofm: Necrologio de
2º. Carbajo, Deodato, ofm.: Necrologio de
3º. García
Sánchez, Antonio, ofm.:
Necrologio de
4º.
Anónimo: Necrologio de
5º. Eugenio de Valencia, ofmcap.:
Necrologio Seráfico de
6º. Crispinus van Riezu: Necrologio de los Frailes Menores Capuchinos de
7º. Moreno,
Alberto, sj.: Necrologio de
8º. Castro
y Castro, Manuel de, ofm.: “Necrologio del Monasterio de Santa María de Pedralbes (siglo XIV)”, en “Hispania Sacra”, XXI (1968) 391-427.
9º. Padres
Camilos: Necrologio del Convento de
10º. Pou y Martí, José María: «En el Necrologio
del convento se leía la siguiente memoria de dicho obispo: “Idus Maii…” » (Visionarios,
beguinos y fraticelos catalanes (siglos XIII-XV).
Vic, Ed. Seráfica, 1930, p.
208).
11º. Mayoralgo y Lodo, José Miguel, Conde de los Acevedos: Necrologio nobiliario
madrileño del siglo XVIII. (Revista Hidalguía,
en fase de publicación desde 2000). Madrid, Instituto de Estudios Madrileños,
2000.
12º. Chávez Hualpa, Fabiola Yvonne: “Necrologio de un extirpador de idolatría: Pablo Joseph de Arriaga. Documento original del Archivo Romano de
|