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USOS LITERARIOS DE
Natalia González de
(Interkulturelle Studien-Romanistik. Rheinisch-Westfälische
Technische Hochschule Aachen. Alemania)
RESUMEN
Este artículo pretende
proponer un análisis de los cuentos de Jorge Luis Borges a partir de los
distintos “usos” que hace en ellos de la religión. Para lograrlo se parte del
estudio ejemplar de cuatro de sus relatos: “El evangelio según Marcos”, “Tres
versiones de Judas”, “El milagro secreto” y “Las ruinas circulares”.
Palabras clave: literatura y religión, Jorge Luis Borges,
cuentos
LITERARY
USES OF RELIGION: FOUR STORIES BY BORGES
ABSTRACT
This article wishes to propose an analysis of Jorge Luis Borges’ stories
taking into account the different “uses” of religion that occur in them. For
this purpose we will put the emphasis on the exemplary study of four of his
short stories: “The Gospel According to Mark”, “Three Versions of Judas”, “The
Secret Miracle” and “The Circular Ruins”.
Key words: literature and religion, Jorge Luis Borges, stories
SUMARIO: 1. Introducción.
2. El evangelio según Marcos. 3. Tres versiones de Judas. 4. El milagro
secreto. 5. Las ruinas circulares. 6. Conclusión. Referencias bibliográficas
1.
Introducción
Jorge Luis
Borges no puede considerarse un escritor religioso en el sentido en el que lo
son, por ejemplo, San Juan de
Sus propias
creencias han sido materia de numerosos artículos de especialistas, pero
seguramente es imposible saber con certeza absoluta cuáles eran las verdaderas
convicciones de un hombre que gustaba de la contradicción y la evasividad.
Sin embargo,
no es la dilucidación de las creencias personales de Borges lo que nos interesa
aquí, sino precisamente qué “uso” hace de la religión en sus cuentos un autor
del que al menos se puede afirmar que tiende al escepticismo en su discurso
literario y cuya obra ha sido señalada en numerosas ocasiones como postmoderna.
Ese “uso”,
que puede calificarse efectivamente de estético (en el sentido más amplio y
rico) y que no es la expresión de una religiosidad vivida, como sería el caso
de los escritores españoles citados anteriormente, se manifiesta de maneras
diversas en sus relatos.
En este
trabajo, nos gustaría analizar brevemente cuatro textos de Borges desde esta
perspectiva como un primer paso que permita abrir una vía de investigación
sobre las formas en que aparece la religión en las obras de este autor ya
secularizado. ¿Qué imágenes o qué aspectos de la religión podemos encontrar en
su producción cuentística? ¿Qué papel representa la religión en una literatura
en la que la fe ya no cuenta?
2.
El evangelio
según Marcos
En el relato
titulado “El evangelio según Marcos”, nos encontramos con uno de los temas
recurrentes en la obra de Borges, y que no es otro que el de la crucifixión de
Cristo.[i]
En una
visita a la estancia de Los Álamos, Baltasar Espinosa, cuya descripción
contiene desde el comienzo claros paralelismos con la figura de Jesús, decide
leerles al capataz de la hacienda y a su familia (los Gutres)
El aspecto
religioso aparece en este cuento, en nuestra opinión, principalmente desde la
perspectiva del mito. Para empezar, el argumento se desarrolla de forma
evidente como recreación de la historia bíblica de la pasión y es justamente la
divergencia entre las interpretaciones de dicho texto lo que provoca la
tragedia final.
Tal como
afirma Beatriz Sarlo, los peones interpretan literalmente la pasión de Cristo y
terminan crucificando al extranjero, un hombre que les ha leído el Evangelio no
como mito que puede reactualizarse, sino como relato, cuya peripecia es en sí
misma apasionante (Sarlo 2001): “También se le ocurrió que los hombres, a lo
largo del tiempo, han repetido siempre dos historias: la de un bajel perdido
que busca por los mares mediterráneos una isla querida, y la de un dios que se
hace crucificar en el Gólgota”. (Borges 2007b: 514)
Pero para
que este mito se reactualice y de alguna forma se “imponga” a la realidad es
fundamental el poder de la palabra, y, en este caso, el poder de la palabra
hablada, de la lectura en voz alta. Borges insiste en la facultad oratoria de
su protagonista: “Podemos definirlo por ahora [a Espinosa] como uno de tantos
muchachos porteños, sin otros rasgos dignos de nota que esa facultad oratoria
que le había hecho merecer más de un premio en el colegio inglés de Ramos Mejía
y que una casi ilimitada bondad” (Borges 2007b: 511). Y, más adelante: “Recordó
las clases de elocución de Ramos Mejía y se ponía de pie para predicar las
parábolas” (Borges 2007b: 514). Así emula el talento artístico de Jesús, quien
nos dejó, en opinión del autor argentino, espléndidas metáforas.[ii]
Como señala
Block de Behar, Espinosa procede como Marcos: su versión no se limita a referir
los hechos, sino que predica dramatizándolos, precisamente su discurso
convierte la historia en acción. (Block de Behar 1985)
La
tematización de la lectura, de las diversas interpretaciones y sus
consecuencias (la apropiación literal del Evangelio por parte de los Gutres
concluye nada menos que con el asesinato del protagonista), el diálogo
intertextual con el relato bíblico, etc., hacen posible incluir este cuento
dentro de la llamada narrativa metaficcional, que reflexiona sobre sí misma.
Es, sin lugar a dudas, ficción sobre la ficción.
El mito se
convierte así en el centro de atención del texto: el mito que se hace realidad,
que se reactualiza a través de la lectura, de la oralidad; el mito como
narración literaria que hay que interpretar, cuyo sentido tiene que ser
dilucidado por el receptor; el mito como repetición, como eterno retorno de
temas universales, como intertextualidad; y el mito, en fin, como autorreflexión
consciente de la propia literatura, como descubrimiento de los mecanismos que
se esconden detrás de cada ficción.
3.
Tres
versiones de Judas
La historia
de Jesús es de nuevo el tema principal de “Tres versiones de Judas”, donde
Borges nos presenta en un relato con forma de ensayo las teorías teológicas de
Nils Runeberg. Su última tesis, la tercera versión de Judas propuesta por el
heresiarca sueco, defiende que Dios se encarnó en el traidor y no en Cristo:
Dios
totalmente se hizo hombre, pero hombre hasta la infamia, hombre hasta la
reprobación y el abismo. Para salvarnos, pudo elegir cualquiera de los destinos que traman la perpleja red de la
historia; pudo ser Alejandro o Pitágoras o Rurik o Jesús; eligió un ínfimo
destino: fue Judas. (Borges 2007a: 624)
El cuento
trata algunos problemas fundamentales del pensamiento teológico, como la
cuestión sobre la naturaleza humana y divina de Cristo o el dilema que plantea
el sostener la omnisciencia de Dios y la libertad del ser humano
simultáneamente, en un texto, cuyo formato responde al de un artículo académico
con notas a pie de página, referencias bibliográficas (reales o apócrifas),
citas bíblicas, etc.
Esta
estructura ensayística en la que es imposible distinguir lo verdadero de lo
falso sin realizar una cierta investigación previa contribuye a confundir al
lector, que no está muy seguro de si lo que está leyendo responde a la realidad
o son invenciones del autor. De este modo, Borges nos propone una nueva
interpretación del misterio de la encarnación, una “fantasía cristológica” como
él mismo la califica en el prólogo de Artificios.
(Borges 2007a: 582)
Si bien sus
conclusiones son aparentemente absurdas, lo cierto es que el razonamiento que
se esconde detrás es impecable, llevando hasta sus últimas consecuencias
algunas de las doctrinas gnósticas más extremas y mostrando, así, lo absurdo de
cualquier discusión y conclusión teológica, ya que, tal como muestra el final
del relato, el hombre no puede llegar a penetrar el misterio divino[iii]:
En vano propusieron esa revelación las librerías de Estocolmo y de Lund.
Los incrédulos la consideraron, a priori, un insípido y laborioso juego
teológico; los teólogos la desdeñaron. Runeberg intuyó en esa indiferencia
ecuménica una casi milagrosa confirmación. Dios ordenaba esa indiferencia; Dios
no quería que se propalara en la tierra Su terrible secreto. Runeberg
comprendió que no era llegada la hora: Sintió que estaban convergiendo sobre él
antiguas maldiciones divinas; recordó a Elías y a Moisés, que en la montaña se
taparon la cara para no ver a Dios […] ¿No era él, acaso, culpable de ese
crimen oscuro? ¿No sería ésa la blasfemia contra el Espíritu, la que no será
perdonada (Mateo 12: 31)? Valerio Sorano murió por haber divulgado el oculto
nombre de Roma; ¿qué infinito castigo sería el suyo, por haber descubierto y
divulgado el horrible nombre de Dios? […]
Murió de la rotura de un aneurisma, el primero de
marzo de 1912. Los heresiólogos tal vez lo recordarán; agregó al concepto del
Hijo, que parecía agotado, las complejidades del mal y del infortunio. (Borges
2007a: 624-625)
Esta cita
nos señala la imposibilidad de ver el rostro de Dios, nos señala, por tanto, la
ininteligibilidad del universo, y nos muestra, a su vez, el único camino que le
queda al ser humano, a saber, añadir matices a los conceptos, crear teorías que
no pueden ser más que provisorias.[iv]
“Tres
versiones de Judas” cuestiona la ortodoxia religiosa al mostrar las variadas
interpretaciones que son posibles incluso apoyándose en el texto bíblico como
fuente de autoridad. La religión en su faceta teológica es la verdadera
protagonista de este cuento y no puede negarse que es tratada con una cierta
ironía.[v]
4.
El milagro
secreto
“El milagro
secreto”, por su parte, nos cuenta la historia del escritor Jaromir Hladík,
quien, acusado por los nazis a causa de su linaje judío y sus obras judaizantes
y condenado a muerte, le pide a Dios un año para terminar un drama en verso
titulado Los enemigos. A punto de ser
fusilado, el tiempo se para y Hladík ve cumplido su deseo. Tras la elección del
último epíteto, la descarga de los soldados lo derriba.
La
ambigüedad del relato es clara. ¿Se trata de un verdadero milagro, aunque
permanezca secreto, aunque sólo tenga lugar en la mente del protagonista, o es,
más bien, un producto de su imaginación, un sueño?
El contenido
de Los enemigos, donde el tiempo no
transcurre y los acontecimientos se repiten, parece prefigurar el final del
cuento borgeano: “El drama no ha ocurrido: es el delirio circular que
interminablemente vive y revive Kubin”. (Borges 2007a: 616)
Tal como
señala Nicolás Emilio Álvarez (Álvarez 1998: 60), tras esta circularidad
temporal, se oculta el hecho de que ese tiempo que no pasa y esas recurrencias
atañen al concepto teológico de la eternidad
por el cual todo existe en una especie de presente inmóvil y único en el cual
no operan las leyes de la causalidad ni de la lógica. Asimismo, el “delirio
circular” que mentalmente padece Roemerstadt/Kubin (el protagonista de Los enemigos) replica el laberinto
circular y también mental que obsesiona a Hladík: “[…] murió centenares de
muertes […] Afrontaba con verdadero temor (quizá con verdadero coraje) esas
ejecuciones imaginarias; cada simulacro duraba unos pocos segundos; cerrado el
círculo, Jaromir interminablemente volvía a las trémulas vísperas de su
muerte”. (Borges 2007a: 614)
Por otro
lado, Dios se comunica con Hadlík exclusivamente a través de un sueño y, como
ya hemos comentado, el “milagro” sucede tan sólo en la mente del escritor que
va a ser ajusticiado. Sin embargo, no cabe excluir en ningún caso que los
hechos sucedieran tal como se relatan. El narrador pone en duda la veracidad
del acontecimiento, pero no se decide unívocamente por su falsedad.
El tema
fundamental de este texto es, como se desprende de lo dicho, el tiempo, que
Borges incluye aquí en distintas formas: el tiempo sucesivo del mundo físico,
el tiempo circular, el tiempo psíquico y todos ellos ubicados dentro del no
tiempo de la eternidad. (Álvarez 1998: 64)
El milagro
que se produce (o no) en esta historia tiene que ver claramente con la ruptura
de los límites temporales físicos tal como los percibe el ser humano. Se trata
de la irrupción de la eternidad en la historia, de lo infinito en lo finito. Si
esta ruptura es en verdad una intervención divina o tan solo un producto de la
imaginación queda finalmente en el aire. Si Borges plantea la religión en este
relato desde el punto de vista del milagro o si cuestiona su existencia al
equipararla con un sueño humano debe decidirlo en última instancia el lector.[vi]
5.
Las ruinas
circulares
El último
cuento que queremos comentar aquí es “Las ruinas circulares”. Este texto va
precedido por una cita que nos adelanta ya el tema principal de la narración
borgeana, una cita perteneciente al libro de Lewis Carroll Through the Looking-Glass donde se alude al momento en que explican
a Alicia que los ronquidos que oye son del King
Red, que duerme y la está soñando, y que, si él dejara de soñarla, ella se
apagaría como una vela.
En “Las
ruinas circulares” como en el poema “El Golem”, Borges nos presenta el mismo
tema: un hombre sueña a otro hombre para darse cuenta, finalmente, de que él
también es solo un sueño. En cuanto a las fuentes del relato, Alazraki señala
que podría entenderse como una reelaboración literaria de la doctrina budista
del mundo como sueño de Alguien o de Nadie (Alazraki 1983: 65-73), aunque
también existen otras posibles fuentes, como la noción idealista que postula el
carácter alucinatorio de toda realidad o ciertas teorías de
El intento
de un mago de soñar un hombre, de imponérselo a la realidad, parece un acto de
competición con los poderes creadores de Dios, un acto que sabemos fracasado
cuando, al final de la historia, nos enteramos de que, al igual que su hijo
soñado, el mago no es más que el sueño de otro mago, lo que invita a pensar en
una serie infinita de soñadores en una inquietante mise en abyme.
La
irrealidad de la existencia humana queda patente en esta imagen de la vida como
sueño de un ser superior, una vaguedad que es constante en el relato, donde los
lugares y las personas carecen de nombre, los personajes son imprecisos y
misteriosos. “Las ruinas circulares” ofrece, como señala Bell-Villada (Bell-Villada
1981: 86), muchas pistas sobre el desenlace de la historia: cuando sube por la
ribera del río, el hombre no puede sentir las plantas desgarrándole la carne
como tampoco luego sentirá el fuego que debería quemarlo; al educar a su hijo,
el mago tiene la impresión de que todo ya ha ocurrido anteriormente; las ruinas
en las que habitan son similares, etc.
En este
caso, podemos, por tanto, entender el aspecto religioso de este cuento como
concepción de la existencia, una concepción manifestada a través de la ruptura
de los límites entre realidad y ficción,[vii]
que alude, por una parte, a la relación entre creador y criatura, y, por otra
parte, a la idea de la existencia humana como sombra, como sueño.
6.
Conclusión
Hemos visto
en este breve análisis la importancia que tiene la temática religiosa en los
textos borgeanos. Aunque aquí sólo hemos comentado cuatro de ellos, es bien
sabido que toda su producción se ve repleta de estos contenidos que no se
limitan a la tradición cristiana, sino que aluden también al judaísmo, al
budismo o al islam.
“El
Evangelio según Marcos” nos muestra la religión desde la perspectiva del mito,
en cuanto relato, como literatura. El poder de la palabra, en especial la
palabra hablada, la hermenéutica textual como tarea básica y quizás confusa, la
reflexión sobre el propio fenómeno literario son elementos esenciales que giran
en torno a esta lectura mítica de la religión.
En “Tres
versiones de Judas” volvemos a encontrarnos a Jesús como protagonista, pero ya
no es el protagonista de un mito, sino una figura teológica, el centro de una
discusión interminable (¿y tal vez absurda por imposible?). La forma
ensayística del cuento, que recuerda a un artículo científico más que a una
obra de ficción, insiste en la temática teológica.
“El milagro
secreto” es la historia de una intervención divina en la vida de un hombre con
el objetivo de ofrecerle el tiempo suficiente para terminar su creación
literaria antes de que lo fusilen. La realidad de esta intervención queda, sin
embargo, en entredicho, y la religión oscila aquí entre el relato de un milagro
y el relato de un sueño, el sueño de la divinidad.
Por último,
“Las ruinas circulares” alude a la religión en tanto que concepción de la
existencia, en este caso, una concepción de la existencia como sombra, como sueño
de un ser superior, que deja al hombre confuso y horrorizado ante la irrealidad
de su propio ser.
Mito,
teología, milagro o sueño, concepción de la existencia: diversas caras del
fenómeno religioso, diversos rostros que Borges tantea en sus cuentos.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
ALAZRAKI, J., La prosa narrativa de Jorge Luis Borges,
Madrid: Gredos, 1983.
____,
Borges and the Kabbalah,
ÁLVAREZ, N.E., Discurso
e historia en la obra narrativa de Jorge Luis Borges. Examen de Ficciones y El Aleph,
BARRENECHEA, A. M., La expresión de la irrealidad en la obra de
Borges, Buenos Aires: Centro Editor de América Latina, 1984.
BELL-VILLADA,
G.H., Borges and his Fiction, Chapel
Hill:
BLOCK DE BEHAR, L. “Paradoxa
ortodoxa” en Maldoror, 21, 1985, pp.
133-144: http://www.liccom.edu.uy/docencia/lisa/coordinadora/mald21.html
(Consultado el 17.11.2011)
BORGES, J.L., Obras completas I,
Buenos Aires: Emecé, 2007a.
____, Obras completas II,
Buenos Aires: Emecé, 2007b.
FRESKO, S. Quel “vano cerbero teologico”: l´idea di Dio in Jorge Luis Borges,
Tesi di Laurea, Università degli Studi di Milano, 2002: http://www.borges.pitt.edu/bsol/pdf/fresko.pdf (Consultado el
17.11.2011)
GONZÁLEZ DE
NAHSON, D., “Entre el mundo y la
palabra: Dios, Cristo, Borges y el canon de los Evangelios” en A. de Toro
(ed.), El laberinto de los libros: Jorge
Luis Borges frente al canon literario, Hildesheim-Zürich-New York: Georg
Olms Verlag, 2007, pp. 185-224.
PERASSI, E., “La passione secondo Borges. Osservazioni intorno a
un tema” en Igitur 13-14,
enero-diciembre 1996, pp. 119-140.
SARLO, B., “Introducción a El informe de Brodie" Borges Studies Online.
J. L. Borges Center for Studies & Documentation. Internet: 14/04/01: http://www.borges.pitt.edu/bsol/bsbrodie.php (Consultado el 17.11.2011)
[i] Ver, por ejemplo, E.
Perassi, “La passione secondo Borges. Osservazioni intorno a un tema” en Igitur 13-14, enero-diciembre 1996, pp.
119-140.
[ii] Ver D. Nahson, “Entre
el mundo y la palabra: Dios, Cristo, Borges y el canon de los Evangelios” en A.
de Toro (ed.), El laberinto de los
libros: Jorge Luis Borges frente al canon literario, Hildesheim-Zürich-New
York, Georg Olms Verlag, 2007, pp. 189-190.
[iii] “La conclusione del racconto è poi molto significativa in relazione
all’idea dell’impossibilità per l’uomo di “penetrare il disegno divino del
universo” e “dell’importanza dei significati che, ad ogni modo, ci possono
offrire gli innumerevoli “disegni umani” tracciati a questo fine [...]
L’impenetrabilità del Nome di Dio è uno dei discorsi teologici che più appassiona
J.L. Borges e che più lo avvicina alla religione ebraica, per quell’attenzione
particolare che l’ebraismo rivolge a tale questione e al linguaggio in
generale.” S. Fresko, Quel “vano cerbero
teologico”: l´idea di Dio in Jorge Luis Borges, Tesi di Laurea, Università
degli Studi di Milano, 2002, p. 84-5: http://www.borges.pitt.edu/bsol/pdf/fresko.pdf.
[iv] No olvidemos la famosa
cita de Borges en “El idioma analítico de John Wilkins”: “La imposibilidad de
penetrar el esquema divino del universo no puede, sin embargo, disuadirnos de
planear esquemas humanos, aunque nos conste que éstos son provisorios.” J. L.
Borges, Obras completas II, Buenos
Aires: Emecé, 2007, p. 105.
[v] El final de “Los teólogos” muestra también el carácter irónico con el que Borges trata las disputas de la teología, a la que, recordemos, consideraba una rama de la literatura fantástica: “El final de la historia sólo es referible en metáforas, ya que pasa en el reino de los cielos, donde no hay tiempo. Tal vez cabría decir que Aureliano conversó con Dios y que Éste se interesa tan poco en diferencias religiosas que lo tomó por Juan de Panonia. Ello, sin embargo, insinuaría una confusión de la mente divina. Más correcto es decir que en el paraíso, Aureliano supo que para la insondable divinidad, él y Juan de Panonia (el ortodoxo y el hereje, el aborrecedor y el aborrecido, el acusador y la víctima) formaban una sola persona.” J.L. Borges, Obras completas I, Buenos Aires: Emecé, 2007, p. 668.
[vi] “Los sueños agregan su
nota fantasmal: el sueño inicial de la partida de ajedrez, el de la biblioteca
donde Dios le revela que ha sido escuchado, y dentro del drama Los enemigos, la impresión de lo ya
visto quizás en un sueño, todo para sugerir también la posible naturaleza
alucinatoria del milagro. Plano de la vida, plano de la ficción literaria,
plano del sueño, plano de la alucinación, plano de lo sobrenatural y divino
implicados hasta que al fin nos preguntemos sobre nuestra propia condición de
seres reales o de sombras.” A.M. Barrenechea, La expresión de la irrealidad en la obra de Borges, Buenos Aires:
Centro Editor de América Latina, 1984, p.
30.
[vii] Ver N. González de
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