REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS FILOLÓGICOS


O  L  I  V  E  R  A   ‘ O  L  I  V  O’

Francisco Gómez Ortín

(Universidad de Murcia)

 

 

ABSTRACT

In this lexicographical research the author aims to prove that the couple of words “olivera/oliva” are generally used in the Murcian dialect as particular  words instead of those correlative of Spanish  language, olivo/aceituna. The full series of documents the author accumulates are relating   both to the present and historical times in order to show the evidence of  a linguistic fact, that is, the constant exclusive  use of such two words  by Murcian-speakers.

 

KEY WORDS

Olivera – oliva – Murcian dialect – olivo – aceituna –   Murcian-speakers.

 

Este trabajo lexicográfico pretende demostrar que el par de palabras olivera/oliva son las comúnmente usadas  en el dialecto murciano en lugar de las españolas olivo/aceituna. Los textos acumulados por el autor se refieren tanto a la sincronía como a la diacronía de dichos vocablos, a fin de demostrar la existencia de un hecho lingüístico, o sea, el exclusivo uso de tales voces en el geolecto murciano.

 

PALABRAS  CLAVE

Olivera – oliva – dialecto murciano – olivo – aceituna –  geolecto murciano.

 

 

(La fecha entre paréntesis, que precede a las citas, corresponde a la primera edición de la obra mencionada)

 

 

La palabra olivera me trasporta  a mi lejana mocedad cuando oía  la atiplada voz de la  aragonesa Raquel Meller, cantando “quiero estar siempre a tu lado, hasta el día en que me muera, olivera”. Es difícil a veces  precisar el origen de algunos murcianismos, que vacilan entre aragonesismo y catalanismo, dado que los límites del catalán se difuminan en la franja oriental de Aragón. La forma  murciana “olivera” ‘olivo’ es tan aragonesa como  propia del  catalán occidental (Lérida), frente a oliver ‘olivo’, privativa del catalán oriental.

Casualmente, las dos variantes dialectales catalanas “oliver / olivera” se emplean indistintamente con valor de olivo (árbol) en los tres puntos del territorio murciano donde se habla el valenciano, modernamente importado: Raspay (Yecla), La Zarza (Jumilla) y Zarza, de Abanilla (Antonio Mateo JAREÑO LÓPEZ, Radiografía de los territorios murcianos de habla valenciana. Murcia 1993, pp. 22, 45, 63, 75).

El nombre olivo es vocablo español patrimonial. La confusa disemia etimológica del latín clásico “oliva” ‘olivo / aceituna’ (árbol y fruto) el dialecto murciano la resuelve en “olivera / oliva”. Este  dialecto  heredó de los repobladores medievales catalanoaragoneses el término “olivera”, que hoy goza de un arraigo absoluto, como lo atestiguan  todos los Vocabularios murcianos, incluído mi Vocabulario del Noroeste Murciano (1991). Sin embargo, es muy llamativa la excepción del acreditado Vocabulario de A. SEVILLA (1919), que omite tal vocablo, al considerarlo seguramente  español normal, no dialectal, por ser tan general en Murcia. A su vez, el Vocabulario de J. GARCÍA SORIANO (1932) explica: «oliva. Aceituna. Este sinónimo nunca se emplea en la región por el vulgo, como tampoco olivo por olivera, que es la palabra allí usual». Es erróneo asignar al vulgo el uso de “olivera”, ya que se utiliza como vocablo exclusivo en todos los niveles diastráticos, incluída la lengua culta, como lo demuestra  el torrente de  testimonios   aquí aducidos.

 

ASIENTOS  LEXICOGRÁFICOS

Albacete: . Josefa GARCÍA PAYER, El castellano hablado en Casas-Ibáñez. Albacete 1998; A. IDÁÑEZ DE AGUILAR, Vocabulario del Nordeste Andaluz. Jaén, 2001 (solo Nerpio y Yeste, áreas de habla murciana); no SERNA, Dicc. Manchego.

Alicante.-  Luis MARTÍNEZ RUFETE, El Habla de la Comarca del Bajo Segura. Almoradí, 2006; José María RIVES GILABERT, Diccionario Callosino y de la Vega Baja. Callosa del Segura 2007.- Extrañamente no aparece en José GUILLÉN, El Habla de Orihuela, (1974), siendo “olivera” la única y común  denominación en la comarca. Precisamente hay una novela, de la oriolana María GUIL VEGARA, titulada La Olivera, cuya acción se desarrolla en torno a una secular olivera, que aún pervive.

Aragón: ALEANR, 222 (Huesca, Zaragoza, Teruel); R. ANDOLZ, Diccionario Aragonés-Castellano. Zaragoza 1984 (“olibera”); Tomás BUESA OLIVER: «El olivo se llama en todo el ayerbense olivera, como en la Litera, Segorbe, cat., esp. y salm., aparece en Borao y Pardo» (Miscelánea filológica dedicada a Mons. A. Griera. Barcelona, CSIC, 1955, t. I, 70).

Cuenca: no Calero (ni Serranía ni Alcarria), pero sí ALEANR.       

Ciudad Real: “olivera. olivo (Ballesteros)”, Pedro José del Real Francia – Juan Manuel Sánchez Miguel, Diccionario del Habla de la provincia de Ciudad Real. Biblioteca de Autores Manchegos. Diputación de Ciudad Real, 2007.      

Murcia: Antonia IBARRA LARIO, Materiales para el Habla de Lorca. Murcia, Universidad, 1996; Emiliano HERNÁNDEZ CARRIÓN, El léxico de Jumilla. Murcia 2004 (Prescíndase de la sansirolada “En griego actual se llama también así al olivo”); Diego RUIZ MARÍN, en su Vocabulario de las Hablas Murcianas. Murcia, 2000, registra olivera y oliva ampliamente.

Almería: B. MARTÍN DEL REY: «Manuela Olivares Sánchez, / la fronda de esa olivera / de tu cabello, me tiene / siempre de ronda a tu puerta» (“Romances de la mata de pelo”, en La Virgen del Saliente. Tradición, milagro y belleza. Almería 1947, 110).  Sin embargo, falta olivera en VAnd y Vocabularios de Almería.

(2001) DRAE. olivera, ‘olivo’.(sin etiqueta diatópica). 22ª ed. Madrid 2001.

(1999) Diccionario del Español Actual, de M. SECO, le pone a olivera la etiqueta de “regional”, pero con dos citas, la primera casualmente del murciano  CASTILLO-PUCHE y la segunda de HERNÁNDEZ en el diario Hoy, de Badajoz, si bien falta la voz en el Diccionario Extremeño.

 

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(Siglo XIII) REPARTIMIENTO de Murcia: «dieron a Pero Ferrandiz adalid i ataffulla por oliveras que avie» (Ed. de J. Torres Fontes, p. 191). «Que fazen x alffabas con las oliveras que y a»  (O. c., p. 209).

(1450) «E quemó todo el lugar e quemó a Cotillas e todas las oliveras destos lugares, taláronlo todo» (31-XII-1450, Carta misiva de Diego COMONTES, obispo de Cartagena, al concejo de Orihuela, informándoles de la entrada de tropas granadinas al reino de Murcia y del saqueo y despoblación de numerosas villas. A. M. Orihuela, Libro de Actas, nº 29, cit. en Documentos de los siglos XIV y XV. Orden de Santiago. Ed. M. Rodríguez Llopis (CODOM, 17). Murcia, Academia Alfonso X el Sabio, 1991, 96).

 (1480) «Algunas heredades, conviene a saber, tierras, viñas, alvares, huertas, molinos, batanes, oliveras e otras cosas» (Documentos Historia de Murcia. Moratalla. 1480/9/1 –10/13. Visita a la villa de Moratalla por Ferrando de Pineda y Juan Martínez, de la Orden de Santiago. AHN. Ord. Milit. Mss. Santiago 1065 C. p. 58). «Yten, mas camino de santa Quiteria entre el camino de Calasparra, una buena pieça de tierra blanca con sus oliveras» (p. 84). «Unos vancales camino de Caravaca con çiertas olyveras e una figuera» (p. 145).

(1480-1507) «E mas, dos vancales delante la olivera del campo de tierra blanca una pieça, cabe una fanega de senbradura» (Visita de la orden de Santiago, 1480. Documentos de Cehegín, 192). «Seis oliveras en la Peña, que alindan con oliveras de Juan de Avila e del bachiller Carles» (a. 1507, O. c., 208).

(1481) Diego RODRÍGUEZ DE ALMELA: «Otrosí, mataron otros muchos más en los olivares que fallaron sobidos e puestos por las oliberas» (Compilación de los  milagros de Santiago, cap. XVI. Ed. J. Torres Fontes. Murcia, 1946, 37)

 (1487) El DAUT (1737) asienta, sin marca diatópica: «Olivera. Lo mismo que Olivo. Valerio de las Historias: “Quando vio que no habia a qué se tornar, fuese a una olivera, y quebró un ramo que tenía baxo” (lib. 2. tit. 3. cap 12.)».

Aunque no mencione expresamente a Murcia, sin embargo la única autoridad que cita es de un autor murciano, Diego RODRÍGUEZ DE ALMELA, autor del Valerio (Murcia 1487), falsamente atribuído a Fernán Pérez de Guzmán. Precisamente sobre R. Almela desbarra el mismo García Soriano al afirmar taxativo: «Los más antiguos escritores regionales procuraron cuidadosamente evitar en sus obras todo asomo de lenguaje dialectal. Ni rastro de éste se halla en Diego Rodríguez de Almela, ni en los demás que en la décimoquinta centuria escribieron en romance» (Vocabulario del Dialecto Murciano, C, § 70). Una de dos: O Soriano no ha leído a Almela, o al leer olivera, no pensó en una voz regional.

(1694) «En tres o quatro años no darán fruto las viñas, oliberas, moreras y otros árboles» (Acta Capitular del Ayuntamiento de Cehegín, 7 agosto 1694, 481).

(1714) «En 1714 parezió Estevan Gil Moya y dixo que Ana de Exea y Alonso Guirao su marido, por el testamento ante Cristoval Davila a 3 de Enero de 1642, fundaron una Memoria de dos Misas rezadas, las que cargaron sobre quatro honzas de oja moreral, nuebe o diez peonadas de viña en las piezas de Canara y unos pies de oliberas» (Libro de Coleturía de Misas en la parroquia de Sta. M. Magdalena, de Cehegín,  13).

          (1719) Bernabé de CHAVES: «Que todos, los vasallos de la Orden plantasen oliveras» (Apuntamiento legal… de la Orden de Santiago, 1719, ff. 70-72)

(1806) Antonio MASEGOSA, ofm.: «La zerca al bancal vajo las Oliveras» (Inventario del convento de Cehegín, año 1760, . 124 v.: Aumentos en la última prelacía del P Masegosa, Visita de marzo de 1806).

(1892) COPLA: «A las olivericas / voy esta tarde, / a ver cómo menea / la oliva el aire» (J.  MARTÍNEZ TORNEL, Cantares populares murcianos. Murcia 1892, 20. También en Francisco GÓMEZ ORTÍN, Cancionero del Noroeste Murciano. Murcia 2003, c. 1989).

(1898) Vicente MEDINA: «Se sintió en las oliveras el aullío de los perros» (Aires Murcianos, ed. 1981, 93).  «La oliva en los olivares / negrea, / y los tordos a bandás / se ven en las oliveras» (O. c., 288). «Pa la lumbre, a la cabeza / las viejas traen, / de ramuja de olivera /algunos haces» (O. c., 291).

(1903) AZORÍN: «El camino desciende en empinados recuestos…se acuesta en un plantel de oliveras» (Antonio Azorín. Barcelona, Bruguera,1967).

(1904) AZORÍN: «Las llamas danzaban sobre las anchas tortas de piñuelo y el grueso tronco de olivera» (“Todos frailes”, en Artículos olvidados de J. Martínez Ruiz (1894-1904). Madrid, Narcea, 1972, 260,  publicado en Alma española, 17-1-1904).

 (1912) Pedro MASSA: «Llegó la caravana gitanil al pueblo. En sus arrabales, tocando con la huerta, bajo de oliveras frondosas, hicieron alto» (Realidades y ensueños. Madrid, Imp. Pradel, 1912). El autor, periodista ciezano, correponsal de ABC en Buenos Aires, usa olivera instintivamente, teniéndola por una voz culta y general.

 (1915) Alfredo RUBIO HEREDIA: «Este Gaspar Gil, persona de las más ricas de su época, tenía una propiedad en lo último de la Vega, entre saliente y norte, en la que había una corpulenta olivera, de la época de los moros, que tomósu nombre y se lo dio a todo aquel pago o paraje que, desde entonces, se llama de la Olivera de Gaspar Gil. (Nota. Tomada esta noticia de los papeles del archivo de D. Juan José Rodríguez de Navarra). La olivera vieja se perdió, y hoy existe otra en el mismo sitio y del mismo nombre, también corpulenta, aunque nueva, criada con un retallo de la primitiva. En la actualidad, pertenece esta olivera, con treinta peonadas de viña en dicho pago o paraje a mi padre D. Amalio Rubio» (Cosas de Moratalla, 1915, p. 261).

(1922) Gabriel MIRÓ: «En los vallados se acumulaban masas pavorosas de leña. -¡Es de olivera! Ahí habrá leña desde los tiempos de mi padre» (Niño y grande. Madrid, 1988, 125). «Yo me conmovía, acordándome de las oliveras vivas» (O. c., 126).

 (1926) REFRÁN: «Flor de olivera en Abril, aceite para el candil; en Mayo, aceite para el año; y en san Juan, aceite para entinajar» (Alberto SEVILLA, Sabiduría Popular Murciana. Murcia 1926, 107).

(1927) ANÓNIMO: «De puntería tan certera, / ya tire con plomo o bala, / lo mismo da a una olivera, / que parte a un mosquito un ala» “Un colorao”, en Revistas de Fiestas de Moratalla 1927, 147).

 (1947) A. LLORENTE MALDONADO: «Sabemos que en la Ribera Norte la mayoría de los frutales terminan su nombre en –al: manzanal, y que en la Sur lo hacen en –ero, -era: olivera, castañera, bellotera, naranjera, etc.» (Estudio sobre el Habla de La Ribera del Duero. Salamanca 1947, 189, 206). Este hecho  deshace mi opinión, que califica de orientalismo la voz olivera.

(1954) José Luis CASTILLO-PUCHE: «Bajo los pámpanos y los troncos de las oliveras siguen apareciendo muslos de dioses juveniles» (Con la muerte al hombro.  ed. Barcelona, Destino, 1972, 21).

(1955) Alberto SEVILLA: «El criado echó una raja de olivera para alimentar el fuego» (Temas murcianos, en Murgetana, nº 8, 1955, 67).

 (1961) Gregorio JAVIER: «Había un campo inclinado de oliveras metidas en un hondo» (Caravaca de la Cruz,. Barcelona 1961, 15). «Yo iba camino de las oliveras retorcidas… incluso me detuve junto a una olivera saliéndome del camino» (142). «Muchos se arrepentían de no haberse colgado de una olivera» (216). «Los hombres morían colgados de oliveras mirando a su Castillo» (444).

(1968) Deodato CARBAJO, ofm.: «La Oración del Huerto (tres apóstoles durmiendo, el ángel, el Señor, una palmera y una olivera» (Restauración de la Provincia Seráfica de Cartagena. Murcia 1968, 205). El autor es zamorano, pero arraigado en Murcia desde niño.

(1970) Manuel MUÑOZ HIDALGO: «Repechos bajan abiertos / como abanicos, / como la era, / y en su mirar de olivera / gritan los aires, / cruje la higuera» (“Vejez”, en Yo mismo (poemas). Murcia 1970, 44).

(1972) Alfonso MARTÍNEZ-MENA (n. Alhama de Murcia): «Habían salido a pasear… Generalmente se quedaban en las oliveras del cura» (Introito a la esperanza. Barcelona, Ed. Marte, 1972, 57). «A la sombra de una de las oliveras, estaba una chica leyendo algo» (O. c., l. c.). «Lo embadurnaron de pez, y atado a una olivera, le prendieron fuego» (O. c., 73). «A la izquierda, los cejos blancos, calizos, bordeados de oliveras» (O. c., 195).

(1976) Pilar POLO CARRERES (n. Yecla): «Servanda había encendido un buen fuego de rajas de olivera» (Perfiles grises. Murcia, Edic. 23-27, 1976, 216).

(1977) Jaime CAMPMANY (n. Murcia): «La habitación tiene una ventana que da a la parte de las oliveras por encima de nuestro huerto» (Jinojito el lila. Barcelona, Destino, 1977, 148).

(1977) Andrés BOLARÍN MOLINA (n. Murcia): «Y hay bajo cada olivera / cocinas improvisadas // trayendo como una ufana / enseña, de la olivera / una diminuta rama» (“La romería de la Fuensanta, en Sinfonía murciana. Murcia 1977, 48-49).

 (1979) José Luis CASTILLO-PUCHE: «De vez en cuando en alguna olivera un autoejecutado, la suspensión total, el equilibrio perfecto de un cuerpo colgado» (El amargo sabor de la retama. Barcelona, Destino, 1979, 51).

(1982) Isidoro VALVERDE: «Las peleas de perros de presa que se celebraban en la balsa vacía de la casica de la olivera» (Cartagena entrañable. 3ª ed. Cartagena, Inmogolf, 1995, 80).

 (1986) Juan RODRÍGUEZ PASTOR (n. Jumilla): «Cuando unos recién casados se ponen debajo de una olivera y la mueven, según las olivas que caigan, van a tener hijos o hijas» (“Apuntes sobre las supersticiones”, en El Picacho,  35 (XII- 1986)  15).

(1986) Juan GALDOS: «El fantasma de la sequía que dejó exhaustos los pozos, a riesgo de perecer almendros y oliveras. ¡Estos almendros y oliveras de nuestros secanos, tan sedientos siempre!» (Un año en Murcia (Diario de una ciudad, 1962-1963). Murcia 1986, 26).

(1989) Salvador GARCÍA JIMÉNEZ (n. Cehegín): «La vieja que a pesar del calor iba a arder con la bata negra pegada a los troncos de olivera» (Primer destino. Murcia, Editora Regional, 1989, 125).

(1990) Salvador GARCÍA JIMÉNEZ: «El animal, cruzado de patas junto a las llamas verdiazules de un tronco de olivera en el invierno» (Desaparece otro ángel de Salzillo. Murcia, Universidad, 1990, 131).

(1991) Juan GONZÁLEZ  CASTAÑO, n. Mula: «El pleito que sucedió en 1790 y que duró hasta 1793 cuando el alcalde mayor de Mula falló contra la cofradía. El 10 de marzo de 1750 Bartolomé Campillo Pérez, sacristán y ermitaño del Carmen, da poder al presbítero don Roque Marín Falcón para que en su nombre otorgue testamento por no poder él realizarlo al estar imposibilitado. En una de las cláusulas dice que posee 17 tahullas y cuarta de tierra blanca con oliveras, viña y diversos árboles frutales en Trascastillo» (Aproximación a la historia de la ermita y hermandad de Nuestra Señora del Carmen de la ciudad de Mula (Murcia). Murcia 1991, 26).

(1993) Marcial GARCÍA GARCÍA (n. Moratalla): «Gaspar Gil, maderero francés que ha dado nombre a un paraje de la Huerta, la Olivera de Raspagil» (Quinientos años de devoción a Jesucristo Aparecido (1493-1993). Moratalla, Ayuntamiento, 1993, 88).

(1997) Salvador GARCÍA JIMÉNEZ: «Olía a leña de olivera el aire con más de doscientas chimeneas» (Don Martín de Ambel. Murcia 1997, 93).

(2000) Miguel SÁNCHEZ ROBLES, n. Caravaca: «Por la radio habla el portavoz de la asociación de Amigos de las Oliveras del Mundo» (La tristeza del barro, Junata de Castilla y León, 2000,  116)

 (2001) Santiago DELGADO (n. Murcia): «No preguntes a las laderas / ni preguntes tampoco a las oliveras ni a los pájaros / si han visto pasar / al Abén Humeya derrotado» (Paisajes y semblanzas 1974-2001. Murcia, Nausícaa, 2001, 115).

(2004) . José SÁNCHEZ VÁZQUEZ: «Adela se apartó un momento para acercarse a una de las oliveras que Alí había rescatado de la implacable motosierra.  -  Mira este olivo-.  La olivera tenía un atractivo especial para Adela, pues la consideraba uno de los árboles más fuertes» (El sembrador de sueños. Murcia, Editora Regional, 2004, 104). Usa olivo, por mero recambio estilístico.

(2006) Joaquín GÓMEZ CARRILLO: «Frente a un campo de oliveras» (En un lugar de la memoria. Cieza, 2006, 47).

(2008) Santiago DELGADO. «El viento lleva el humo de las oliveras hacia la plaza» (Identidades. Murcia. R. Academia Alfonso X el Sabio, 2008, 162). «Molino que te yergues / entre oliveras, / algarrobos, ramblizo / y rastrojera» (O. c., 186).

 

CORDE (banco de datos) de la RAE.

Respecto al vocablo “olivera”, es muy decepcionante el banco de datos CORDE, pues, a mi juicio, de los  10 casos registrados, 7 de ellos no son pertinentes:

1) A la hora de seleccionar autores, ha sido un desacierto elegir dos lugares de Fuentes Ponte, madrileño, pues en su obra Murcia que se fue  crea un lenguaje artificioso, si bien acierta al poner olivera como voz murciana.

2) Es incomprensible que, a estas alturas, no se haya incorporado al Corpus el material léxico de Ginés Pérez de Hita, y sí el de Pedro A. de Alarcón, que menciona dos textos originales de aquel, donde aparece olivera.

3)  Deberían  suprimirse tres citas  del CORDE por no ser castellanos, sino catalanes: uno es el de M. PELAYO, que copia un ensalmo en catalán, tomado del libro Las costumbres catalanas en tiempo de Don Juan I, por Sampere y Miquel (Gerona 1878), en Historia de los Heterodoxos Españoles . Madrid 1917 (III,  cap. 7º, 367-368); y los otros dos de FONT QUER, que en la nomenclatura botánica denomina  “olivera” al olivo en catalán, no en castellano (Plantas medicinales. Barcelona 1962).

De los 10 textos seleccionados, el más importante, por su antigüedad, es el de Fray Vicente de BURGOS, de 1494: “es un árbol muy nombrado, semejante a una olivera, así en hojas como en color” (Traducción del libro De proprietatibus rerum, de Bartholomaeus Anglicus. Universidad de Salamanca 1999, 217 r.). 

 

 

                     OLIVA (fruto)  ‘Aceituna’

 

ANÓNIMO: «Et dieronle en Tinnosa un molino de olivas, que dicen los moros maçara, que fue en tiempos de moros de Mudir» (Repartimiento de Murcia, 234). Se refiere al término murciano “almazara”, ‘molino de aceite’.

(1495) ANÓNIMO: «Iten mas, de la oliva se paga el diezmo en grano e mas quatro libras de cada cahiz e una libra por fanega» (1495-III-4, Abarán. Carta memorial de las aljamas del valle de Ricote a los visitadores de la Orden de Santiago, exponiéndoles los derechos y rentas  que pagan a la encomienda y la fuerte presión fiscal a la que se encuentran sometidos. A. H. N. Ordenes Militares, ms. Santiago 1066 C, pp. 318-321, cit. en Documentos de los siglos XIV y XV. Señoríos de la Orden de Santiago. Edic. de Miguel Rodríguez Llopis (CODOM, 17). Murcia, Academia Alfonso X, 1991, 219).

(1538) Pedro CIRUELO: «Otros dizen que será mejor este sahumerio que tomen alpechín: que es una aguaza que se corre de las azytunas (sic) o olivas: y este coziendolo se espessa» (Reprobación de supersticiones y hechizerías, por el reverendo maestro Pedro Ciruelo, canónigo en la santa iglesia de Salamanca. En Salamanca, por Pedro de Castro, año de 1538, 68 r.).

(siglo XVI) Hernán LÓPEZ PINCIANO: «El marido y la mujer que, habiendo acabado de poner unos olivos, comenzaron a poner dificultad  a qué precio habían de vender las olivas» (Filosofía antigua poetica, III, 45, cit. en Maxime Chevalier, Cuentos folklóricos españoles del Siglo de Oro. Barcelona, Crítica, 1983, 244).

 (1589) ANÓNIMO: «Otrosí establecemos que en el pagar del diezmo del azeyte se guarde en todo este obispado la costumbre que hasta aquí se ha guardado en Murcia y Lorca, que es que se ha de dar cogida la oliva al dezmero» (Constituciones Synodales de la diócesis de Cartagena, 1589, 188 v.).

(siglo XVIII) Francisco GÓMEZ DE LA TORRE, fiel del Granero mayor: «notifica a la ciudad la necesidad que hay de componer el cuarto destinado a la custodia de la oliva» (Actas del Cabildo catedralicio, cit. en J. Torres Fontes, Efemerides murcianas, 277).

(siglo XVIII) Pascual SALMERÓN, ofm., n. Cieza: «Fr. Pedro Ortega (Yecla – Villena 1752, a los 86 años) escribió Resolución Theológica, Moral y Canónica, sobre si hai en Yecla obligación de pagar diezmo de la oliva» (Historia del convento de Santa Ana, de Jumilla, ms., p. 454). Son  raros los  autores murcianos que mencionan la aceituna,  por prurito  culto. Así,  SALMERÓN: «Su ayuno era continuo, pues quando se comía de carne, solo tomaba las hiervas o algunas aceitunas» (Ms. cit., p. 384).

 (1771) J. BROCH: «Oliva -  Azeytuna  -  Olive» (Promptuario trilingue en los Idiomas Cathalán, Castellano y Francés. Su autor, Joseph Broch, Clérigo y Maestro de Lengua Francesa. Barcelona, Pablo Campins, 1771, 82).

(1819) Francisco LARRAGA, op.: «La materia remota es el aceite de olivas bendito o consagrado por el señor Obispo» (Prontuario de la Teología Moral. Reformado por D. Francisco Santos y Grosin, pbro. Madrid 1819, 169. Tratado VII de la Extremaunción).

(siglo XIX) Serafín ESTÉBANEZ CALDERÓN: «Manolito Gázquez, con la ayuda del zumo de la oliva y de un mechón de lienzo, difundía la claridad por doquiera: era velonero» (Escenas andaluzas. Madrid, Cátedra, 1985, 107).

 (1892) ANÓNIMO: «La cosecha de olivas en el presente año promete ser escasísima, pues, sobre quedar poco fruto, este fue herido por los pedriscos de las pasadas tormentas» (El Corresponsal de Cehegín, en La Luz de la Comarca, nº 370, Año VIII, 23 de octubre 1892).

(1895) ANÓNIMO: «Apenas se concluya la cogida del fruto de la oliva, quedará terminado el primer trozo de carretera» (El Corresponsal de Moratalla, en La Luz de la Comarca, nº 486, Año XI, 13 de enero 1895). 

(1898) Vicente MEDINA: «La oliva en los olivares / negrea, / y los tordos a bandás / se ven en las olivera.  Se embucha de oliva el tordo. Madre, déjame que vaya / al campo a coger oliva» (“Olivares”, en Aires Murcianos. Murcia, 1981, 288). «Menuda y graciosa, tienes / dos olivicas por ojos. / No te extrañes si me gustas /como la oliva a los tordos.  Las muchachas una lluvia / esmuñen de olivas y hojas» (O. c., 290).

(1904) AZORÍN: «Tomamos primero unas olivillas, después sacaron unas magras, y más cañas» (José Martínez Ruiz, “Los Actores”, en Artículos olvidados (1894-1904). Madrid, Narcea, 1972, 78).

 (1905) ANÓNIMO: «La cosecha de uva se presenta muy abundante. La de oliva también promete ser buena» (El Corresponsal de Moratalla, en El Siglo Nuevo. nº 231. Año V, 11 de junio de 1905).

(1910) ANÓNIMO: «Servicio de la Guardia Civil del Puesto de esta Ciudad, 19 Diciembre.- Denuncia de una banda de rateros de oliva, compuesta de Antonio Alfocea de Paco, Pedro José Toral, etc. y el comprador de dicha oliva Antonio Andreu Navarro con morada en el Molinico, interviniendo 10 celemines de oliva» (Sueltos y Noticias, en La Luz de la Comarca, Caravaca, nº 1560, 25 de Diciembre de 1910).

(1918) Andrés SOBEJANO: «El olivo, cuyo fruto aderezan con tan sabrosa habilidad que las olivas de los frailes de la Luz tienen renombre» (Los Exploradores de España. Hojas instructivas, nº 16 “La Luz”. Murcia 1918).

 (1918) Pedro JARA CARRILLO (n. Alcantarilla): «Voy a darle a probar unas olivas que he arreglado este año (67). Ordenó a la doncella que sacara un plato de las olivas elogiadas. A D. César no le gustaron nunca las aceitunas… Pero, ¿quién desaira a Pura después de la apología que hizo de sus olivas?... que no se permita V. hablar de mis aceitunas en ninguna parte… iba a estar condenado a dos raciones de olivas diarias (68)… para ver si se acababan pronto las aceitunas... pronto encontró el medio de acabar con las olivas (69)… un plato de caldo de sus olivas… hasta el caldo de las aceitunas adobadas por ella misma… El caldo de sus olivas ha curado radicalmente  a D. Paco Romero… yo arreglo mis aceitunas con diez clases de hierbas (70)… olivas no, las olivas no las doy a nadie… ¿Las olivas?... Nos hemos quedado sin aceitunas, ¿Cómo sin aceitunas?... esta mañana me encontré las olivas secas (71). ¡Lástima de aceitunas!» (Palabras y Cuentos Viejos. Murcia, Imp. Lourdes, 1918).

Curioso texto el de este literato murciano, que alterna oliva y aceituna por pura variación estilística, pese a saber que el uso de la primera predomina en todos los niveles de habla. En seis  páginas seguidas emplea  11 veces “oliva”, y 8, “aceituna”.

(1947) B. MARTÍN DEL REY: «De la calle a tu ventana / sube una frondosa yedra /  a poner marco a tu rostro / de virgencita morena, / y a tus ojos negros / como olivas negras» (“Romances de la mata de pelo”, en La Virgen del Saliente. Tradición, milagro y belleza. Almería 1947, 110).

(1955) Tomás BUESA: «oliva, ‘aceituna, oliva’, general, aunque conocido el sinónimo cast. aceituna, nunca lo dicen. Es común al habla alto-aragonés, murciano y catalán» (O. c., p. 72).

 (1956) J. L. CASTILLO-PUCHE: «Micaela, gritó. -Tráenos unos vasos de vino y unas olivas» (El vengador. Barcelona, Destino, 1956, 170).

 (1961) Camilo José de CELA: «El olivo funerario, el olivo que no da olivas» (Del Miño al Bidasoa. Barcelona, Noguer, 1961, 27).

(1977) Jaime CAMPMANY: «Tiene una tienda, donde venden fideos, queso, y otras cosas de comer, como olivas, pepinillos en vinagre» (Jinojito el lila. Barcelona, Destino, 1977, 24). «Estaba pesando en la romana la oliva y la almendra de la cosecha» (O. c., 129).

(1979) J. Luis CASTILLO-PUCHE: «Mi madre les ponía (a los albañiles) una botella de vino con unas olivicas  al terminar la semana» (El amargo sabor de la retama.  Barcelona, Destino, 1979, 185).

 (1980) Antonio BERRUEZO DÍAZ (n. Puebla de Don Fadrique, Granada): «De postre, unas veces  uva, y otras, olivas partidas y nueces» (Puebla de Don Fadrique, 1525-1980. Murcia, Nogués, 1980, 34).

(1982) José TORRALBA: «Si vas a coger olivas / al olivar de mi agüelo, / tú cogerás las del alto, / yo cogeré las del suelo» (Cancionero popular de la Provincia de Cuenca. Cuenca 1982, 354, Gascueña).

(1984) Andrés BERLANGA: «En la cantina hay menos mozos que de costumbre; piden un porrón para cuatro pero nadie se saca una lata de berberechos o unas olivas» (La gaznápira, 1984, 74).  «Y para el aperitivo, de entremeses, de postre han puesto aceitunas y más aceitunas, durante meses han dispuesto de dos sacos de olivas (142)… Se vio con tantos kilos que acabó convirtiendo las olivas en tres clases: secas y saladas, a remojo sin más (143)… No ha faltado de nada: mortadela, patatas saladas, olivas, york, venga olivas (144)… Encuentras más vacía la tienda, la cuba de sardinas arenques, las olivas negras» (211).

 (1985) José Luis SAMPEDRO: «Sólo con ese vino, queso y olivas se puede vivir» (La sonrisa etrusca. Barcelona, Plaza y Janés, 2001, 284) 1º ed. 1985.

(1990) Pascuala MOROTE: «La vida: vendimiar y coger oliva» (“Refranero de Jumilla”, en Homenaje a Juan Barceló. Murcia 1990, 432)

 (1991) Antonio ROMERA: «Coger esparto, albaricoques, oliva y espliego» (Encierro encerrado, en Revista Literaria, nº 1. Fiestas de Moratalla, 1991, 20).

           (1992) Antonio MARTÍNEZ CEREZO: «Olivas para machacar con un ladrillo y aderezar con sal, limón, ajedrea, tomillo, romero y alguna que otra hierba que cayera a mano… Olivicas partías, que es como hay que pedirlas y comerlas, a la murciana y sin finuras en los bares» (Guía sentimental de Murcia. Barcelona, Edic. Júcar, 1992, 86).

(1994) Maravillas  GARCÍA-RIPOLL LÓPEZ (n. Cehegín): «Desde las olivas hasta los huevos, pasando por el jamón y por el pan de fabricación casera” (“Ramón García-Ripoll, poeta de vena popular”, en Alquipir. Cehegín, nº 4, año IV (1994), 40).

(1999) ANÓNIMO (A. Mollejo): «Fueron correspondidos con efusivas muestras de cariño, vítores y piropos y con dos frascos de varios kilos de melocotón en almíbar y olivas de Cieza» (La Verdad, de Murcia, 22/1/1999).

(2000) Miguel SÁNCHEZ ROBLES: «Siempre tomaba olivas y avellanas» (La tristeza del barro, 2000, 16).

(2005) Salvador GARCÍA JIMÉNEZ: «Aquí las magdalenas de Marcel Proust eran los peros de alcuza, el chamorro, las olivas negras» (“El privilegio de haber nacido en Cehegín”, en Revista de Fiestas de Septiembre, 2005, 32).

(2006) Joaquín GÓMEZ CARRILLO: «Coger oliva en los días crudos y escarchados de enero» (En un lugar de la memoria. Cieza 2006, 122)

En Almería no se registra olivera, sino sólo olivo y oliva (árbol  y fruto). Hay un reparto equilibrado entre el andaluz aceituna y el murciano oliva. La isoglosa oliva se extiende por la mitad norte y oriental y se adentra hasta el centro, ocupando aceituna la mitad meridional. El área léxica de aceituna, general en Andalucía, ha penetrado por el sur en Almería. En el mapa 223 del ALEA, Al, son 15 los puntos de “oliva” (200, 201, 202, 203, 204, 205, 100, 400, 401, 402,  404, 405, 300, 301, 600),  frente a 14 de “aceituna”,  más  dos puntos (403 y 500) en que coexisten los dos vocablos (aceituna/oliva).

                             

                             TOPONIMIA

 

Son abundantes en la Región los microtopónimos olivera y derivados.

 

(1480) « El camino e paso de las carretas en el puerto de Cartagena, desde la entrada del carril del dicho puerto fasta la sallida del puerto de la Olivera» (J. TORRES FONTES, Estampas de la vida murciana en la época de los Reyes Católicos, 156).

(Cehegín) OLIVERA DE SANTIAGO: «estando sembrando cañamón en el vancal de D. Josef Quirós que tenía de su cuenta en el Partido de la Olibera de Santiago, que está lindando a la senda y vrazal» (Quaderno de Puntaciones de ALONSO DE GÓNGORA, ms. h. 1825, 10 v.). «Mañana, a las diez del día a de dar V. compuesto y corriente el vrazal de la Olibera de Santiago que alinda con el vrazal del señor» ( 11).

(Cehegín) OLIVERICAS: «Isabel Corbalán, muger de Agustín Navarro, recivió el Abito oculto día 4 de Diciembre de 1814. Vive calle encima de las olivericas del Partidor» (Libro 1º de la VOT., letra I). «María Josefa Baquero recivió el Abito día 18 de Julio de 1819. Vive calle de las Olivericas» (O. c., letra M). «Damián Fajardo, habitante en la calle de las Olivericas, nº 24, tomó el h. el 15 de Diciembre de 1895» (Libro 1º de la VOT., 2ª Parte, f. 19). «Sebastiana Puerta, muger de Manuel Sánchez Madrugadas, recivio el Avito día 18 de Diciembre de 1814… vive en las Olivericas de Guijarro» (O. c., letra S).