REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS FILOLÓGICOS


LOS DISCURSOS MEDIÁTICOS NACIONALES DE LA REVOLUCIÓN EGIPCIA DEL 25 DE ENERO Y SU REPERCUSIÓN EN INTERNET. CONSIDERACIONES DISCURSIVAS E IDEOLÓGICAS

Yasmin Hosny

(Universidad de El Cairo. Egipto)

 

Resumen

El 25 de enero del 2011 estalla la revolución en Egipto. Además de ser un momento histórico que se ha de documentar y analizar, llama la atención el control que ejercen las autoridades egipcias sobre los medios de comunicación, sobre todo la televisión y los periódicos nacionales. Así, el objetivo de este trabajo es, en primer lugar, analizar los discursos oficiales en Egipto emitidos desde el comienzo de la revolución egipcia el 25 de enero del 2011 desde el punto de vista psicolingüístico e ideológico. En segundo lugar, estudiaremos la repercusión de dichos discursos  en los comentarios y enlaces de facebook. El método utilizado para llevar a cabo esta segunda parte de la investigación será el descriptivo.

Abstract

On the 25th of January 2011 the Egyptian revolution breaks out. Apart from being a historical moment that has to be documented and analyzed, the control that the Egyptian authorities have on mass media, especially national television and newspapers, is overwhelming.  Thus, the objective of this investigation is, using a descriptive method to analyze, in the first place, the official national discourses (speeches) that have been issued since the revolution started from a psycholinguistic and ideological point of view. In the second place, we are going to study the effect of these speeches on facebook discussions and links.

 


I.   Introducción

 

In his novel The Autumn of the Patriarch, Gabriel Garcia Marquez outlines the behavior of a dictator under threat and his psychology of total denial. In his glory days, the autocrat believes he is a national hero. Faced with rebellion, he blames "foreign hands" and "hidden agendas" for this inexplicable revolt against his benevolent but absolute rule. Those fomenting the insurrection are "used and manipulated by foreign powers who hate our country". Then "the dictator tries to test the limits of the engine, by doing everything except what he should do. He becomes dangerous. After that, he agrees to do anything they want him to do. Then he goes away", Robert Fisk.

En este artículo publicado en el periódico británico The Independent, el domingo 6 de febrero, Robert Fisk marca las líneas generales del comportamiento psicológico de las dictaduras bajo amenaza y su tendencia psicológica general a negar la revolución. Basándose en la novela famosa de Gabriel García Márquez, El otoño del Patriarca, el analista inglés proyecta los acontecimientos de la novela sobre los sucesos de la revolución egipcia. Habla de cuatro etapas de desarrollo de las dictaduras. Durante la primera etapa, de gloria como la denomina Fisk, el autócrata se ve como un héroe nacional. Enfrentado con la revolución, comienza a echar la culpa a las “manos extranjeras” y las “agendas secretas” como razón principal de la inexplicable revuelta contra su régimen benevolente pero absoluto.

Aquellos que apoyan la insurrección son “utilizados y manipulados por fuerzas extranjeras que odian a nuestra patria”. Esta etapa, pues, se puede considerar como una guerra psicológica contra el pueblo para intentar ganar más terreno. Luego, el dictador intenta examinar los límites de las cosas, maniobrando todo. Se convierte muy peligroso. Después, acepta hacer todo lo que se le pide y finalmente se va. Más tarde veremos cómo concuerdan estas líneas generales con el caso de la revolución egipcia, sobre todo en lo que se refiere a la guerra psicológica contra los manifestantes mediante los discursos oficiales mediáticos y la prensa nacional. No obstante, es relevante para nuestro análisis también la dualidad que se genera por la revolución entre la autoridad y el pueblo, en primer lugar, y entre opositores y partidarios de dicha autoridad, en segundo lugar.

Por su parte, el investigador holandés D. Van Dijk relaciona, en una gran parte de sus estudios, discurso e ideología. Para él, el discurso como práctica social refleja la ideología de los hablantes como individuos miembros de la sociedad (Van Dijk 2005: 15). Es un método de expresar opiniones con base ideológica. En este sentido, subraya el carácter cognitivo de las ideologías en relación con “las estructuras representadas en la mente de los miembros de un grupo” determinado. Dichas estructuras mentales facilitan la auto identificación del mismo grupo por oposición a uno o más grupos con ideologías distintas. Las mencionadas ideologías se manifiestan a nivel social en las opiniones, actitudes o prácticas de cada grupo (Van Dijk 2003: 41 y ss.). Este puede ser el caso de partidos políticos.

Van Dijk destaca, asimismo, el papel fundamental que ejerce la noción del poder, muy a menudo en relación con la de ideología, en la producción del discurso. De este modo, se puede decir que tanto las diferencias ideológicas como las relaciones de dominio y de resistencia dentro de la misma sociedad pueden ser la razón de conflictos de tipo político o económico. En este sentido, dentro de la misma sociedad, la producción de prejuicios sobre un grupo determinado se basa en una manipulación poderosa del discurso como medio expresivo:

Ninguna élite de poder (ni su discurso), particularmente la política, podría ser tan influyente sin las funciones de mediación y, en algunas ocasiones, de refuerzo, como la prensa, la radio y la televisión. Todo cuanto la mayoría conocemos acerca de los políticos, académicos y directivos de corporaciones de primera línea se basa en una imagen refractada elaborada por los medios de comunicación (Van Dijk 2003 b: 231).

 En otras palabras, esto se puede aplicar tanto al discurso oral como al escrito, es decir, tanto a los medios de comunicación oral, como la televisión local, por ejemplo, como a los periódicos nacionales. En estos medios mencionados se suele perfeccionar la imagen del régimen representado en la figura del presidente y su familia, además del partido gobernante (Partido Nacionalista Democrático), en el caso de Egipto. En los canales de televisión y los periódicos independientes o privados, este tipo de control no se presenta tan exagerado, aunque al mismo tiempo no desaparece del todo. Dicha manipulación ejerce una influencia directa sobre el receptor.

En las páginas siguientes vamos a estudiar los discursos del presidente y del Vicepresidente durante la revolución, junto con algunas de las declaraciones del Primer Ministro y las consiguientes reacciones de los manifestantes. Luego, abordaremos la emisión televisiva de los sucesos ocurridos y su efecto sobre los espectadores. En tercer lugar, analizaremos las noticias sobre la revolución en dos periódicos, uno nacional y otro independiente con el fin de esclarecer las diferencias principales de enfoque con respecto a los acontecimientos diarios de la revolución. En último lugar, comentaremos la repercusión de los discursos mediáticos en internet, básicamente en los comentarios de facebook.

 

II.           Ubicación contextual

Antes de emprender nuestro análisis será imprescindible arrojar la luz sobre el rápido desarrollo de los acontecimientos desde el 25 de enero. La tabla siguiente explica la situación detalladamente con las fechas correspondientes a cada suceso:

 

Fecha

Acontecimiento

martes 25 de enero

El pueblo egipcio sale en marchas pacíficas para protestar contra la subida de los precios, la corrupción y la pobreza. Este mismo día por la tarde, las fuerzas de seguridad nacional empiezan a usar gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a los manifestantes. Se suceden algunos enfrentamientos con la policía.

miércoles 26 de enero

Aumentan los ataques por parte de la policía y las fuerzas de seguridad. Tienen lugar los primeros muertos y heridos a causa de las balas de goma utilizadas por parte de la seguridad.

jueves 27 de enero

Intensificación de los enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad. El jefe del Partido Nacionalista gobernante, Safwat Al Sharif, sale en una rueda de prensa para anunciar que las demandas del pueblo son una prioridad en la agenda del partido.

Por otra parte, el presidente del parlamento, Fathy Sorour, anuncia una rueda de prensa que tendrá lugar el domingo, 30 de enero, para tratar las demandas del pueblo.

viernes 28 de enero

Momento clave en la revolución: Por la mañana se cortan las líneas de teléfonos móviles y los servicios de internet. Se producen manifestaciones multitudinarias después de la oración del viernes. La tensión llega al máximo. Por la tarde, la policía, las fuerzas antidisturbios y las de seguridad nacional se retiran misteriosamente de las calles en todas las ciudades. El máximo mandatario militar, que es el propio presidente, anuncia el toque de queda. Se anuncia que el presidente va a salir en una emisión televisada. Al mismo tiempo, empieza un proceso organizado de saqueos y se queman los centros de policía y las sedes del Partido Nacionalista Democrático gobernante. El discurso del presidente todavía no se emite. Se producen más muertos y heridos. Más tarde se despliega al ejército en un intento por restaurar la seguridad.

sábado 29 de enero

A primeras horas del día (00:30 de la madrugada) se emite el primer discurso televisado del presidente desde el estallido de la revolución. Ante el estado de tensión elevada al máximo durante los días anteriores, sólo anuncia el cambio del gobierno. Por la mañana se nombra a Ahmed Shafik como primer ministro y se le encarga la formación el nuevo gobierno.

domingo 30 de enero

Nombramiento de Omar Suleiman como Vicepresidente. Siguen las manifestaciones y el descontento por las decisiones del presidente.

lunes 31 de enero

Se anuncian los nombres de los ministros en el nuevo gobierno, con muy pocos cambios respecto al gobierno anterior. Vuelven los servicios de telefonía móvil. Por la noche, el PM es entrevistado por la mayoría de los canales de televisión.

martes 1 de febrero

Segundo momento clave de la revolución: Manifestaciones pacíficas multitudinarias contra el régimen. Por la noche, se emite el segundo discurso televisado del presidente en el que anuncia su retirada, pero solo tras la finalización de su mandato en septiembre y el comienzo de la transición pacífica del poder. Empiezan a llegar a los centros principales de las manifestaciones algunos grupos de matones  con armas blancas..

miércoles 2 de febrero

Salida de manifestantes partidarios del presidente en varios lugares de la capital. Ataques contra los manifestantes en la Plaza del Tahrir por parte de los matones montados en caballos y camellos. Caen 30 muertos y 639 heridos según las cifras del Ministerio de Salud. El ejército no reacciona. Sólo se emiten algunas balas al aire para advertir a los atacantes. Nadie interviene para salvar a los manifestantes. Este mismo día vuelven los servicios de internet y un poco después comienza la masacre en Tahrir.

jueves 3 y viernes 4 de febrero

El Primer Ministro se disculpa por la masacre y promete el inicio de la investigación para averiguar las causas. Empiezan a mencionarse por primera vez las voces que reclaman la negociación por parte del nuevo gobierno. Se empiezan a formar distintos comités de sabios para negociar con el gobierno. Comienzan a publicarse informes con las peticiones de los jóvenes manifestantes.

Dimiten algunos miembros del partido gobernante.

Por otra parte, el presidente se entrevista con la periodista Christiane Amanpur.

sábado 5 y domingo 6 de febrero

La normalidad apenas si empieza a retomar las calles de la capital. Los funcionarios vuelven al trabajo, los bancos abren, pero no así los colegios. Siguen las negociaciones por un lado, y las manifestaciones por otro.

 El Vicepresidente se entrevista con C. Amanpur.

 

lunes 7 de febrero

Fracaso de las negociaciones de los opositores con el gobierno y el vicepresidente.

Liberación de Wael Ghoneim, responsable de Marketing de Google para Oriente Medio y el Norte de África y uno de los líderes de las protestas que había sido detenido el viernes 28 de enero.

martes 8 de febrero

Los opositores rodean los edificios del  Parlamento y la televisión estatal.

Los manifestantes siguen acampados en la Plaza a pesar de las promesas del Vicepresidente.

miércoles 9 de febrero

Discurso del Vicepresidente: sube el tono de las amenazas.

La protesta desborda la plaza de la Liberación mientras las huelgas se extienden por todo Egipto.

Los manifestantes se instalan frente al Parlamento reclamando el enjuiciamiento del presidente.

jueves 10 de febrero

Aumentan las manifestaciones y las huelgas por todo Egipto.

Discurso decepcionante del presidente: confusión e indignación. El presidente se aferra al poder pero delegando sus poderes al vicepresidente, quien anuncia que hará todo lo que pueda para implementar una transición pacífica. 

viernes 11 de febrero

Se estallan las protestas en todas partes por todo Egipto.

6 de la tarde: el Vicepresidente, Omar Suleiman, anuncia la dimisión del presidente y la asunción del poder por el ejército, ejerciendo él de presidente  en funciones.

 

 

III.        Los discursos oficiales y su impacto sobre los manifestantes

Como se puede observar en la tabla anterior, durante la revolución varios discursos oficiales por parte del presidente y el vicepresidente fueron emitidos. Estos discursos son considerados imprescindibles para poder entender la ideología del régimen y su repercusión directa en la calle.

 

3.1 El primer discurso del presidente

Se emite el sábado 29 de madrugada, seis horas después de ser anunciado. Este retraso, añadido a la desaparición repentina de las fuerzas de seguridad y la policía de las calles,  irritó a los manifestantes. Los saqueadores empiezan a atacar a las tiendas, y las comisarías de policía y las sedes del PND (Partido Nacionalista Democrático) comienzan a ser incendiadas por todas partes. El museo egipcio incluso se ve atacado por parte de los saqueadores y son los propios manifestantes los que lo protegen. A pesar del anuncio del toque de queda, los manifestantes no vuelven a casa. La tensión llega al máximo. El discurso del presidente, emitido después de medianoche, sólo anuncia la dimisión del gobierno actual y la intención de enfrentar, perseguir y castigar a los saqueadores que desestabilizan la seguridad de los egipcios. Esto se interpreta como signo de alarma por parte de  los manifestantes que deciden seguir con las protestas. Se sienten inseguros a causa de los saqueadores por un lado, y amenazados por parte del régimen por otro. Interpretan las palabras del presidente como una señal de desafío a la voluntad del pueblo, un aviso para elegir entre el caos y la seguridad o la estabilidad. El presidente habla desde una posición más alta. Representa la autoridad máxima, mientras los manifestantes se ubican en la posición más débil.

En los dos días siguientes, la calle sigue descontenta por la ausencia de seguridad y las decisiones del presidente. La tensión aumenta cuando se anuncia la formación final del nuevo gobierno, con el mantenimiento en sus puestos de la mayor parte de los ministros del gobierno anterior. El martes 1 salen a la calle manifestaciones multitudinarias pidiendo la dimisión del presidente.

 

 

3.2. El segundo discurso del presidente

Se emite por la televisión el martes 1 de febrero por la tarde, tras la salida de manifestaciones multitudinarias a las calles de Egipto. El presidente no menciona directamente ninguna de las demandas del pueblo (su propia dimisión, disolver el parlamento ilegal, el cambio de la constitución y la eliminación de la Ley de Emergencia). No cede ningún paso atrás. La única novedad es la declaración de no presentarse a las elecciones presidenciales de nuevo en septiembre. El discurso está repleto de frases emocionantes que incitan la bondad del pueblo egipcio, pero al mismo tiempo, de amenazas y avisos, o sea, un ataque severo a las emociones de los ciudadanos[1]:

 

Frases

Comentarios

“No me presentaré a las próximas elecciones, en septiembre, aunque permaneceré en el poder con un nuevo Gobierno abierto al diálogo con todas la fuerzas y a las reformas democráticas. Además, vamos a asegurar las medidas para una transición pacífica del poder dentro de la Constitución”

 

Esta frase refleja un intento por parte del presidente de convencer a los manifestantes de que se hayan tomado las medidas necesarias para llevar a cabo las demandas del pueblo. 

“Este es mi país. Aquí he vivido, he luchado por esta tierra y he defendido su soberanía y sus intereses. Moriré en la tierra de Egipto”

Esta es la frase más emocionante del discurso que ha tocado directamente las fibras del corazón de una gran parte de los egipcios que veían el discurso televisado en casa. Sin embargo, ha tenido una reacción diferente para aquellos que se estaban manifestando porque representa un intento claro de ocultar las realidades y negar la responsabilidad del presidente por la corrupción y  la pobreza.

“Me dirijo directamente a todos los egipcios, a los campesinos y los obreros, para asumir sus responsabilidades”.

 

“No renunciaré a mi deber”.

 

La primera frase representa un llamamiento por parte del presidente a las capas de campesinos y obreros, verdaderos beneficiadores de la revolución del 52 llevada a cabo por el ejército, al que pertenece el presidente. Tener que asumir sus responsabilidades aquí quiere decir defender al presidente.

La segunda frase refleja una insistencia por parte del presidente a continuar en su cargo a pesar de las manifestaciones que piden su dimisión. Es un desafío claro a la voluntad de los manifestantes.

“La realidad obliga a ciudadanos y dirigentes a elegir entre el caos y la estabilidad”

Esta frase constituye una amenaza, un desafío, por parte del presidente a los ciudadanos. Si se continúan las manifestaciones vuelve el caos y la inseguridad. 

 

 

3.3. El impacto del discurso del presidente del 1 de febrero

Como reacción psicológica a las palabras del presidente, al día siguiente se ven dos grupos divergentes de manifestantes por las calles egipcias: partidarios y opositores de Mubarak. El primero estaba formado por gente que se dejó llevar por la emoción después de escuchar el discurso de la noche anterior. Los opositores eran aquellos manifestantes que llevaban en la calle 8 días intentando derrocar al régimen. Son los que vieron a otros amigos o familiares morir a manos de las fuerzas de seguridad del Estado. Éstos decidieron no rendirse y continuar la lucha.

Como consecuencia de no obedecer los avisos de la noche anterior, los manifestantes de la Plaza del Tahrir fueron atacados por matones que iban montados en camellos y caballos y llevaban armas blancas. Durante el resto del día cayeron 30 muertos y 639 heridos, según las cifras del Ministerio de Salud Egipcia. Para al-jazeera, que eleva el número de los heridos a 1500, este ataque fue calificado como “una masacre, una barbaridad y salvajismo”. La situación fue como la de una guerrilla. Los matones atacaban y se iban, pero volvían al rato.

El jueves 3 de febrero por la mañana, el Primer Ministro se disculpa por la “masacre” y promete proteger a los manifestantes. Dice que “no sabía” lo que allí pasaba y asegura que se abrirá una investigación para averiguar los causantes de esta matanza. Comienzan, por lo tanto, las medidas por parte del ejército para prohibir la entrada de grupos contrarios a la Plaza. Sólo en ese momento, con mucho retraso, se toman dichas medidas. Este retraso ayudó a aumentar la rabia de los manifestantes y su insistencia a seguir acampados por la plaza.

 

3.4. La entrevista del presidente con Christianne Amanpur, periodista de ABC News

Esta entrevista tiene lugar el jueves 3 de febrero, pero no se emite en directo. Las palabras del presidente nos fueron comunicadas por la periodista[2]:

 

Frases

Comentarios

“El presidente está perturbado por la violencia que tuvo lugar en la Plaza del Tahrir durante los últimos días pero dice que su gobierno no está responsable por la masacre. Echa la culpa de estos acontecimientos a los Hermanos Musulmanes”.

Se quita la responsabilidad de lo ocurrido. Disculpa incluso al gobierno. La culpa se echa a los Hermanos Musulmanes. Esta es una de las estrategias de miedo que se transmiten tanto al pueblo egipcio como a las autoridades estadounidenses e israelíes.

Sobre la violencia que han lanzado sus partidarios contra los opositores al gobierno en Tahrir: “estoy muy descontento por lo que pasó ayer. No quiero ver a los egipcios matándose”.

 

Se niega otra vez la responsabilidad de la masacre y la matanza de egipcios a manos de egipcios.

Sobre cómo se sienta después del discurso del martes 1 y después de prometer no presentarse a las elecciones en septiembre: “estoy muy relajado. No me importa lo que la gente diga de mí, lo que importa ahora es mi patria”.

Aquí se reitera la idea de no querer presentarse a las próximas elecciones de presidencia. Se confirma la idea de aferrarse al poder sólo por el bien de la nación y no por su propio bien.

 

Por una parte, se puede observar, una tendencia a reiterar ciertas ideas y repetirlas como si fueran realidad: la responsabilidad de todo acontecimiento negativo no es del presidente ni del gobierno, sino de los Hermanos Musulmanes. Son ellos los malos que desestabilizan la seguridad de los egipcios incitándoles a manifestarse. Mientras que en las primeras manifestaciones no había ningún lema que indicara la participación de este grupo, ni de cualquier otro partido político opositor. En este sentido, se subrayan las buenas cualidades del régimen que garantiza la seguridad del pueblo y se culpa a los HM; son ellos los enemigos. Por otra parte, hasta el momento nadie se disculpa por los muertos y los heridos. Sólo se mencionan las palabras “lamentamos” y “sentimos lo ocurrido”, sin ninguna confesión de que estos muertos sean mártires.

 

3.5. La entrevista de Omar Suleiman con Christianne Amanpur

 La misma periodista de la ABC se entrevista el 6 de febrero con el vicepresidente. Este es el texto de las respuestas del vicepresidente a las preguntas de la entrevista:

“-Este movimiento entero está financiado por los movimientos islamistas del extranjero para que los Hermanos Musulmanes lleguen a gobernar.

-A los jóvenes, todas las demandas serán atendidas pero necesitamos tiempo.

-No queremos caos en nuestro país. Si el presidente Mubarak dice que se va ahora, otra gente que tiene sus agendas propias van a sembrar la inestabilidad en el país.

-De acuerdo con la constitución no me puedo presentar a las elecciones, ya que no pertenezco a ningún partido. Según la constitución no puedo ser candidato. Soy viejo y he hecho muchas cosas para mi país. No tengo ninguna ambición para ser presidente aun si fuera esto posible. He aceptado ser vicepresidente solo para ayudar al presidente en la situación crítica.

-Las corrientes islamistas son las que mueven a los jóvenes en todo el mundo árabe. No creo que solo sean los jóvenes. Hay gente que les incita para hacerlo. El internet ha facilitado la comunicación entre los jóvenes pero no son sus ideas, vienen del extranjero.

-Creo en la democracia, pero cuándo, esta es la cuestión. Todavía no es hora de practicar la democracia en Egipto porque la gente no está preparada culturalmente.

-Quiero que la oposición entienda que por el momento no se puede hacer más de lo que el presidente haya hecho. Y cuando venga el nuevo presidente tendréis todo el tiempo para hacer los cambios que queráis.

-A los jóvenes en la plaza: volved a casa. Nada más. No podemos forzarles a dejar la plaza. Queremos tener una vida normal. No queremos que nadie se quede en la calle. Id a vuestro trabajo. Salvad la economía de la nación[3]”.

 

Este prepotente discurso es muy importante. Envuelve muchas de las ideas clave que cristalizan la ideología del régimen  gobernante:

1.    Se puede ver la misma insistencia en la culpabilidad de los Hermanos Musulmanes reiterada antes por el mismo presidente.

2.    La negación de que sean sólo los jóvenes que hayan planificado el evento entero. Tienen que ser dirigidos desde el extranjero. De este modo, apoya la teoría de la conspiración.

3.    Además, cree que ahora no es el momento adecuado para que el pueblo practique la democracia. No es bastante maduro como para hacerlo. Se confirma la necesidad de volver a la normalidad, en otras palabras, “os vamos a quitar la dignidad otra vez y devolveros a la esclavitud, porque simplemente no estáis preparados para dirigir las cosas”.

4.    Se repite asimismo la noción de caos que, desde su punto de vista, es el resultado más probable si el presidente dimite ahora mismo.

 

Podemos notar aquí un reflejo preciso de la opinión de R. Fisk con la que comenzamos este artículo. En un proceso de “infantilización” del pueblo, según las palabras del analista, el régimen no da ninguna credibilidad al hecho de que sea el pueblo quien haya llevado a cabo esta revolución. Se niega incluso la madurez de dicho pueblo y por eso el vicepresidente no piensa que es el momento adecuado para practicar la democracia en Egipto.

La misma idea es reiterada por el psicólogo egipcio Shawky Al-Akabawy en una entrevista con el diario egipcio Al-Shoruk el lunes 7 de febrero de 2011. Subrayando el proceso de “infantilización” a la que se somete el pueblo egipcio por parte del régimen, Al-Akabawy dice:

 

“El régimen trata al pueblo egipcio como si fuera un grupo de niños estúpidos y retrasados mentales que tienen que tragar todas las mentiras del mismo”.

 

El psicólogo opina, además, que las revoluciones normalmente tienen un líder. Esto es lo que provocó la confusión del régimen que busca un enemigo preciso pero no lo puede determinar. Primero cree que son los Hermanos Musulmanes, luego se menciona a una minoría infiltrada de elementos extranjeros que quiere destruir la mente de nuestros jóvenes. En este sentido, dichos jóvenes no son capaces de pensar por sí mismos. Deben aceptar lo que el régimen les ofrece, tienen que creer su versión de los acontecimientos.

 

Además, hasta el momento no escuchamos la palabra “revolución” en ninguno de los discursos emitidos ni las entrevistas. En un intento de minimizar el efecto de los mismos, se refiere a los acontecimientos que están sacudiendo a Egipto entero con las palabras “manifestaciones”, “movimiento” o “protestas”.

 

3.6. El discurso del vicepresidente del 9 de febrero 2011

Más peligroso y amenazante aún es el discurso del vicepresidente en el que amenaza, al fracasar el diálogo, con un golpe de Estado[4]:

 

Discurso

Comentario

-El diálogo es la única salida de la crisis actual porque, de fracasar, la alternativa sería un golpe de Estado. No queremos llegar a este punto que presentaría pasos  no contados, demasiado acelerados e irracionales. Queremos evitarlo por el bien de Egipto.

- Seguiremos negociando con los jóvenes y con las fuerzas políticas para salir de la crisis. Egipto no puede seguir así durante mucho tiempo. Esta situación tiene que terminar tan pronto como sea posible.

El vicepresidente amenaza directamente al pueblo, a los manifestantes.

Esto tiene que terminar pronto. No vamos a aguantar esta situación.

Van a haber otras medidas para tratar la situación.

 Se tomarán  medidas drásticas para acabar con la revolución. Más opresión en cada frase que se pronuncia.

 

 

- Las demandas de los jóvenes serán atendidas: la salida del presidente, la disolución del Parlamento y el Consejo de diputados y el cambio de la Constitución tendrán lugar en el tiempo adecuado. El presidente ha atendido a las demandas, pero no pueden ser atendidas completamente de momento. Todo se hará según el plan disponible.

 

Un intento de calmar a los manifestantes. Las demandas serán atendidas pero no en su totalidad. No pueden ser atendidas completamente. Vamos a hacer lo que nosotros veamos más oportuno, o sea, el régimen es todavía quien da los órdenes y no el pueblo.

Se niega otra vez la capacidad del pueblo a juzgar por sí mismo y a practicar su derecho legítimo. Se retrasa la atención a las demandas.

- Tenemos dos problemas principales: el primero, el miedo de llevar a cabo enmiendas precipitadas y el segundo, animar al cuerpo de policía que se ha desanimado por todo lo ocurrido y por el ataque mediático que sufre por parte de los canales privados de televisión. En un país como Egipto no vamos a poder realizar las elecciones parlamentarias antes de que el cuerpo de policía recupere su sitio y su ánimo.

Otra vez se insiste en la idea del cambio paulatino.

Se refiere a una rehabilitación del cuerpo de policía como consecuencia de los enfrentamientos con los manifestantes que acabaron con la desconfianza total del pueblo en la policía. La tensión no es solamente política, sino además psicológica. La policía, para el vicepresidente, se convierte en la víctima.

- El nuevo presidente se jurará el 14 de octubre y el mandato de Mubarak terminará en septiembre. El presidente Mubarak debe quedarse en Egipto. Es uno de los héroes de la Guerra de Octubre y la Institución militar tiene esto en cuenta. La salida del presidente del país va en contra del espíritu del pueblo egipcio, es indignante.

- Repito, el presidente se quedará en Egipto y no se irá. Va a dirigir la situación hasta que termine su mandato. El presidente se encuentra de buena salud. No necesita ir a Alemania por tratamiento médico. Agradecemos a la Canciller Angela Merkel, pero consideramos sus palabras como una intervención directa en los asuntos interiores de Egipto.

Se halagan los actos militares del presidente y se reitera la idea de su permanencia en el poder. Es el presidente quien sabe más. Es la figura máxima del poder.

El vicepresidente apela el espíritu de bondad de los egipcios: es un intento claro de manipular las emociones.

Niega, además, los rumores sobre el viaje del presidente a Alemania para recibir tratamiento médico. Se afirma el rechazo de la intervención extranjera en los asuntos interiores de Egipto. Los extranjeros son los malos. Nosotros, al contrario, somos el único factor que garantiza la seguridad.

- Reitero que el gobierno y el presidente no necesitan más enfrentamientos o violencia contra los manifestantes y el presidente está dispuesto a ofrecer más garantías de no perseguir a los jóvenes manifestantes en el futuro. Se compromete no presentarse a las próximas elecciones, además de la supervisión jurídica e internacional del proceso electoral. La institución militar y las Fuerzas Armadas apoyan esas garantías para la efectuación de las demandas de los jóvenes y las fuerzas políticas.

Otra vez vuelve el tono amenazante a las palabras del Vicepresidente. Se repiten las promesas del presidente que aparecen en los discursos anteriores garantizadas por las fuerzas armadas. Se insiste en la estrategia desafiante de no rendirse ante las demandas del pueblo.

- La huelga general puede resultar en una situación muy peligrosa. No queremos ser obligados a utilizar la policía. Queremos tratar la crisis por las vías del diálogo y la objetividad y ser realísticos.

-Egipto se encuentra ahora en una situación vulnerable a fuerzas exteriores que quieren debilitar el papel de Egipto y crear un estado de caos. Al mismo tiempo, hay muchos elementos fundamentalistas y criminales sueltos por las calles y el estado de ánimo del cuerpo de policía está muy bajo. Tenemos que rehabilitar a dichas fuerzas para poder controlar la situación en el interior.

Aquí también se eleva el tono amenazante. Hay que elegir entre el diálogo o las medidas drásticas de enfrentamiento.

Además, se vuelve a la táctica de miedo: la amenaza de las fuerzas exteriores que desestabilizan la seguridad de la patria. La idea del caos se repite otra vez. Los extranjeros, aquí también, son los malos.

Además, hay enemigos en el interior: fundamentalistas y criminales. Los malos nos atacan por todas partes. El presidente y su régimen, incluida la policía, son la única garantía.

- Las fuerzas de policía no han atacado a los manifestantes sino después de ser atacados por algunos elementos infiltrados entre los manifestantes.

 

-Se niega de nuevo la responsabilidad de la policía por el estallido de la violencia.

Se repite la idea de los “elementos infiltrados” entre los manifestantes. Ellos lo han hecho. La policía no es culpable, es buena.

- La cultura democrática en Egipto no es muy madura, lo que significa que hay gente que quiere llegar al poder. En lo que se refiere a los Hermanos Musulmanes, no hemos llegado a ningún tipo de acuerdo con ellos. Es una fuerza política que tiene una agenda propia. Aun así tienen que participar en el diálogo para resolver la crisis.

 

El vicepresidente niega el derecho democrático del pueblo simplemente por el miedo de arriesgar que algunas fuerzas políticas lleguen al poder. Esta es una referencia indirecta a los Hermanos Musulmanes.

En la frase siguiente se mencionan directamente los Hermanos Musulmanes como una amenaza porque tienen “su propia agenda”, tienen sus objetivos políticos propios. Se niega también la idea de llegar un acuerdo con esta fuerza opositora al sistema. Aquí los Hermanos Musulmanes son los malos.

- En cuanto a la situación económica, Egipto esperaba un aumento de ingresos con un porcentaje de 6%. Ahora se ha bajado al 3 %. El movimiento del turismo está totalmente parado.

El vicepresidente reitera la amenaza por la decadencia económica, sobre todo el turismo.

 

Podemos observar, pues, la existencia de un grupo de ideas principales que se utilizan como estrategias de sembrar el miedo y el pánico en el público:

1.    La inestabilidad de la seguridad del país por factores interiores (los Hermanos Musulmanes, la necesidad de rehabilitar la policía, las fuerzas políticas con agendas propias y los criminales sueltos por las calles) y exteriores (los elementos infiltrados y el terrorismo).

2.    La decadencia de la economía y el turismo.

Por lo tanto, se observa el uso repetido de los términos siguientes: agendas propias, elementos infiltrados, el caos, la seguridad, la inestabilidad, criminales, los Hermanos Musulmanes, el turismo y la economía. No obstante, palabras como mártires, revolución, revuelta y derechos nunca aparecen en el discurso.

 

3.7.      El impacto de las declaraciones de Suleiman: El comunicado de las Fuerzas  Armadas y el discurso del presidente

Al día siguiente al discurso del vicepresidente, es decir, el jueves 10 de febrero, las manifestaciones se vuelven más incontrolables que nunca. Como consecuencia del desafío y la indignación reflejados en las palabras de Suleiman, el ritmo de los sucesos se acelera y la situación se va acercando a lo que puede ser descrito como “huelga general”. Rápidamente, la tensión se eleva al máximo otra vez. Se percibe la necesidad de emitir otro discurso oficial con más decisiones firmes por parte del presidente. Sin embargo, es el ejército el que da el primer paso esta vez. Después de anunciar que el presidente se dirigirá al pueblo en un discurso televisado, el Consejo Superior de las Fuerzas Armadas emite el siguiente comunicado:

 

“Partiendo de la responsabilidad de las Fuerzas Armadas comprometidas a la protección del pueblo y su interés y seguridad, empeñadas en guardar la seguridad de la nación y de los ciudadanos y las adquisiciones y las propiedades del gran pueblo egipcio y reiterando y apoyando las demandas legítimas del mismo, se ha convocado hoy, jueves 10 de febrero del 2011, el Consejo Superior de las Fuerzas Armadas con el fin de analizar el desarrollo de la situación hasta la fecha. El Consejo ha decidido seguir convocado continuamente para estudiar lo que se pueda tomar de procedimientos y medidas para la protección de la patria y las adquisiciones y aspiraciones del gran pueblo egipcio”[5].

 

Este comunicado fue uno de las razones que aumentaron la esperanza de los manifestantes en la dimisión del presidente aquella noche. El ejército egipcio, además de haber asumido la responsabilidad de la protección a los manifestantes desde la noche del 28 de enero hasta la fecha, confirmaba una vez más dicha protección y prometía apoyar las demandas legítimas del pueblo. Son palabras que aumentaron la confianza de los manifestantes en que aquella noche el sueño se convertiría en realidad.

 

3.8. El jueves 10 de febrero, fecha clave para la revolución: El discurso del  presidente[6]

 

Frases

Comentario

-Me dirijo a los jóvenes de Egipto en la plaza de Tahrir. Me dirijo a todo Egipto con unas palabras que nacen del corazón. Unas palabras de un padre a sus hijos e hijas.

-Me gustaría deciros que estoy orgulloso de vosotros, del símbolo que sois de una nueva generación de egipcios que pide un cambio para mejorar y está comprometida con ese cambio, una juventud que sueña y construye su futuro.

El discurso se comienza con palabras dirigidas a los jóvenes, en un intento de hacerles simpatizar con el presidente.

Se valora a la nueva generación, su compromiso e insistencia en mejorar el futuro.

Cabe subrayar el tono comedido del discurso.

Pero antes me gustaría hablaros de todos vuestros mártires heridos; su sangre no se habrá derramado en vano, y quiero subrayar que no dejaré de castigar a los culpables de esos crímenes con absoluta severidad. Quienes han cometido crímenes contra nuestros jóvenes serán juzgados de acuerdo con los tribunales y las leyes. Obtendrán duros castigos. Y quiero dirigirme a las familias de estas víctimas inocentes. Me entristece enormemente y me hiere el corazón ver lo que les ha pasado. Tanto como os hiere y os duele a vosotros.

Es la primera vez que se menciona a los mártires. Constituye una suerte de disculpa a los familiares de los fallecidos durante los eventos de la revolución. Además, se promete castigar a los responsables de dichas muertes.

El tono  aquí también es comedido.

Me gustaría deciros que mi respuesta a vuestras voces, a vuestro mensaje, a vuestras demandas, es un compromiso irrevocable, y estoy decidido a prometer categóricamente lo que ya os he prometido, con toda seriedad y sinceridad. Me comprometo a poner todo eso en práctica sin la menor vacilación. Todo esto nace de un fuerte compromiso, un gran compromiso, con vuestra confianza.

Se observa en estas frases el uso de la redundancia para afirmar la idea del compromiso. Se repiten los términos compromiso irrevocable, prometer, sinceridad, me comprometo, fuete compromiso, gran compromiso y confianza.

 

Vuestras demandas son legítimas y justas. Cualquier sistema político puede cometer errores y cualquier Estado puede cometer errores. Lo más importante es reconocerlos y corregirlos lo antes posible, e identificar a quienes los han cometido, pedir responsabilidades a quienes los han cometido.

Además de confesar la legitimidad y la justicia de las demandas del pueblo, se insiste otra vez en la idea del castigo de los responsables de los errores cometidos contra el mismo.

El discurso todavía refleja el tono comedido que notamos en las frases anteriores.

Quiero deciros que, como presidente de la República, no me avergüenza escuchar a los jóvenes de mi país y responderles.

Ahora bien, lo que sí me avergüenza, lo que está mal, lo que no voy a aceptar jamás, es hacer caso a las cosas que dicen en el extranjero, venga de donde venga o sean cuales sean sus razones, pretextos o excusas.

Estas dos frases reflejan la estrategia discursiva de polarización. El presidente pretende convencer a su pueblo de que pertenece al mismo grupo. El grupo opositor lo representa “el extranjero”. Este extranjero puede, sean cuales sean sus pretextos, es el enemigo. Se vuelve a emplear la táctica de miedo de lo extranjero, de lo desconocido, frente a la seguridad de lo nacional, lo nuestro. 

Jóvenes de Egipto, hijos de Egipto, hermanos, ciudadanos, he expresado con toda claridad mi intención de no presentarme a las próximas elecciones.

He dedicado mis esfuerzos a este país durante más de 60 años, en tiempos de paz y de guerra.

Afirmo mi compromiso y hago una promesa similar de seguir cumpliendo mi responsabilidad de proteger la Constitución, los intereses del pueblo, hasta que se haga el traspaso de poder y responsabilidad a quien quiera que escojan los electores el próximo mes de septiembre, en unas elecciones libres y limpias que tendrán garantizadas su transparencia y su libertad.

Ésta es la promesa que he hecho ante Dios y ante la nación.

Y voy a proteger esta promesa hasta que, juntos, llevemos Egipto a la seguridad, a las orillas de la Seguridad.

-En primer lugar, el presidente confirma otra vez su pertenencia al mismo lado que el pueblo.

-Luego, empieza a subrayar su cargo y sus deberes como presidente del país.

Anuncia claramente que seguirá en el poder “cumpliendo su responsabilidad” hacia el pueblo, o sea, que hasta el momento el discurso no promete ningún cambio. Sigue las líneas generales del discurso anterior: la transición del poder.

-Se nota el uso de palabras como “limpias”, “libres”, “transparencia” y “libertad” en referencia a las elecciones, que fueron una de las razones principales de las manifestaciones.

 

 

 

-Además, se relacionan estas palabras con el término “seguridad”. Esto refleja la insistencia que notamos en los discursos anteriores del presidente en atribuir la seguridad del país a la permanencia del presidente en el poder.

 

 

Por otra parte, todos los hijos de Egipto a los que hemos perdido como mártires durante estos tristes acontecimientos me duelen en el corazón.

Me he apresurado a ordenar, la semana pasada, una investigación cuyos resultados se presentarán a la fiscalía para que emprenda las acciones legales necesarias.

-Se vuelve a suavizar el tono del discurso y simpatizar con los mártires.

Se confirma la intención de investigar lo ocurrido, sin ninguna precisión. Se puede notar la vuelta a la idea del compromiso.

En vista del informe de la comisión y de acuerdo con los poderes confiados al presidente de la República, he pedido la enmienda de los artículos 76, 77, 88, 93 y 187 de la Constitución, además de abolir el artículo 179 y subrayar que se aprobarán otras enmiendas a medida que sea necesario.

-En el discurso anterior, sólo se menciona la enmienda de los artículos 76 y 77. Se puede decir, pues, que aquí se cede un poco más.

Egipto está atravesando momentos difíciles y no podemos dejar que siga así.

El daño a nuestra economía es diario, y va a llevar al país a situaciones en las que los jóvenes que están pidiendo el cambio y la reforma serán los primeros afectados.

El problema ahora no soy yo. Lo importante no es Hosni Mubarak, lo importante ahora es Egipto, su presente, el futuro de sus hijos; todos los egipcios están en la misma lucha, y, por tanto, debemos continuar el diálogo nacional que ya hemos comenzado con un espíritu de grupo, no de enemigos.

-Se pone de relieve otra vez la dificultad de la situación de Egipto en esto momentos. El presidente vuelve a la estrategia del miedo.

Se subraya  la idea de la pérdida económica, a la cual se añade una amenaza clara a los mismos  jóvenes que reclaman la reforma.

- Con la idea de Egipto está por encima de todo, no me importa mi persona, se otorga menos importancia a sí mismo, al contrario de lo que ocurre en la realidad, que es su intento de aferrarse al poder.

-Se vuelve a repetir la idea del diálogo nacional como estrategia discursiva para confirmar la pertenencia al mismo grupo: no somos enemigos.

Yo también fui joven, era joven cuando ingresé en el Ejército y cuando prometí fidelidad a la nación y me sacrifiqué por la nación. He pasado mi vida defendiendo la tierra y la soberanía de Egipto. He visto sus guerras, sus derrotas y sus victorias. He vivido días de ocupación y frustración y días de liberación. Aquellos fueron los mejores días; el mejor día de mi vida fue aquel en el que icé la bandera de Egipto sobre el Sinaí. Y cuando pilotaba aviones.

No ha habido ningún día en el que me haya dejado afectar ni haya cedido a las presiones extranjeras.

He defendido la paz, he trabajado por la estabilidad y la paz de Egipto y he trabajado por el progreso de Egipto y de su pueblo. Nunca he tenido como meta hacerme con el poder.

Creo que la mayoría del pueblo egipcio sabe quién es Hosni Mubarak, y me duele lo que han dicho algunas personas de mi propio país.

-Estas frases constituyen un resumen los mejores momentos de la vida del presidente. Reflejan el honor que siente por haber servido a la patria. Implican un sentido de heroísmo real y  ficticio a la vez: soy el héroe que liberó al Sinaí, el piloto que sorprendió a los enemigos. Sin embargo, no se menciona al ex presidente Sadat, quien tomó la decisión de la guerra y determinó la fecha y el horario incluso. Mubarak intenta aquí recuperar su imagen deformada como presidente mediante la perfección de su imagen como soldado defensor de la nación.

-Se repite otra vez la idea de las presiones extranjeras que, desde su punto de vista, representan el mayor peligro para la patria.

-Paz, estabilidad y progreso han sido las metas y no el hacerse con el poder: negación de la idea de aferrarse al poder cuando es lo que realmente se hace, y afirmación de la idea de la seguridad que solamente se consigue con su permanencia en el poder. Esta se puede considerar como una frase paradójica.

-Se vuelve a confirmar la idea de la pertenencia al mismo grupo.

Soy consciente de los peligros que nos aguardan y creo que Egipto está viviendo una fase muy importante de su historia. Ello me obliga a poner los intereses de la nación por encima de cualquier otra consideración.

He decidido delegar en el vicepresidente algunos poderes del presidente, como dicta la Constitución. Sé muy bien que Egipto superará esta crisis.

Su pueblo no se dará por vencido, volverá a levantarse, desviará las flechas de sus enemigos y de quienes odian a los egipcios.

-Una vez más se emplea la táctica de miedo: el peligro que nos aguarda.

-Se emplea una frase contradictoria: poner los intereses del poder por encima de cualquier otra consideración y luego sólo se delegan algunos poderes al vicepresidente, según la Constitución. El presidente no se sacrifica por la patria. No quiere abandonar al poder.

-Aparece de nuevo la idea de los enemigos y los que odian a los egipcios: se utiliza la misma táctica empleada en la primera frase.

 

Vuelvo a decir que he vivido y vivo por esta nación. He cumplido mis responsabilidades. Egipto estará siempre para mí por encima de cualquier individuo. Lo estará hasta que entregue mi responsabilidad a otras personas. Ésta es la tierra en la que he vivido y es la tierra en la que moriré. Siempre será mi tierra amada. No me iré de ella hasta que me entierren. Su pueblo estará siempre en mi corazón, erguido y con la cabeza alta.

En estas frases el tono es a la vez arrogante y comedido. Su permanencia en el poder es la única solución, desde su punto de vista, para salvar la nación de la crisis que sufre. Se aferra al poder, pero asegura que el interés de Egipto es por encima de todo. Se puede decir que el discurso refleja el estado de confusión que vive el presidente y que, a la vez, la transmite a los ciudadanos.

 

 

Se puede decir que este discurso representa un estado de confusión: el presidente no quiere abandonar su cargo y, por lo tanto, quiere convencer al pueblo de que el bien de Egipto reside en su permanencia en poder. Siembra la confusión al decir que quiere seguir en el poder hasta septiembre, pero transfiere sus poderes al vicepresidente. Incluso los tonos del discurso reflejan dicha confusión; se suaviza el tono de algunas frases en un intento de acercarse al pueblo, mientras en otras se nota un gran autoestima y una testarudez incuestionables.

 

Se emplean diferentes tácticas discursivas:

-        la polarización interior – exterior o pueblo- enemigos.

-        las tácticas de miedo reflejadas en las palabras estabilidad, paz, progreso y seguridad que proporciona el poder del presidente frente a los intentos de control e intervención extranjeras.

-        el empleo de palabras que reflejan el compromiso de mejorar la situación actual y castigar a los responsables por el caos y las muertes entre los ciudadanos.

 

Este discurso, con lo que encierra de confusión y testarudez, se puede entender como una táctica intencionada para acabar con la revolución. Emitido cuatro horas más tarde de lo que debería, aumentaba las posibilidades de esperanza en los manifestantes y los espectadores en casa. Luego, les proporcionó una gran decepción y desesperación, como si fuera un intento de incitar al pueblo a cambiar de conducta y ser violento, y de paso, dar la legitimidad al régimen para restaurar el orden. Este discurso, seguido del discurso del vicepresidente, consiguió que la indignación fomentara la furia y la tensión desbordara la situación de tensión de las manifestaciones diarias.

 

3.9. El discurso del vicepresidente: La reafirmación del discurso del presidente[7]

 

Frases

Comentarios

Haré todo lo que pueda para implementar una transición pacífica. Tenemos la puerta abierta al diálogo y a los acuerdos.

 

Transición pacífica y diálogo se subrayan como solución única de la crisis.

Es un intento de imponer el punto de vista del régimen sobre el pueblo. Nosotros somos la autoridad y la solución es el diálogo.

No permitiré que Egipto sea arrastrado al caos.

Volved a vuestras casas, volved a vuestros trabajos.

Se insiste en la necesidad de abandonar a las calles y dejar la lucha por la dignidad. El presidente sigue en el poder. Nosotros tenemos el poder y no el pueblo. Se amenaza otra vez con el caos.

No escuchéis las cadenas de televisión extranjeras porque no tienen otro objetivo más que dividir Egipto. Escuchad a vuestra conciencia. Apelo en vosotros al sentido común.

Este es un orden dictatorial de primer grado. Nos aferramos al poder. Las cadenas extranjeras son enemigas, no se deben escuchar. Una opresión clara. 

Al mismo tiempo ha llegado a calificar a los ciudadanos egipcios como "héroes”.

El movimiento 25 de enero ha tenido éxito en cambiar el partido de la democracia, la historia ha comenzado.

A pesar del empleo de la palabra “héroes” para referirse a los ciudadanos egipcios, se subraya el vocablo empleado para designar a la revolución: es tan solo un “movimiento”.

El anuncio de Mubarak de hoy destaca, una vez más, su sentimiento nacional, su apoyo a las demandas legítimas del pueblo y su compromiso a las muchas promesas que ha hecho en el pasado. También demuestra su reconocimiento a la seriedad de la situación que atraviesa Egipto

Se subraya el sentimiento nacional del presidente que se aferra al poder. Las frases son paradójicas. Las pocas concesiones que ofrece el presidente al pueblo se marcan como sacrificios grandes.  Se aumenta el esfuerzo realizado por parte del
presidente mientras que se ignoran las verdaderas demandas del pueblo.

 

Este discurso del vicepresidente no logra más que aumentar la furia de los manifestantes por las calles y su insistencia en que el presidente se vaya. El verdadero objetivo de estos dos discursos es intentar conseguir otra vez el impacto simpatizante en el público y convencer a los manifestantes de que vuelvan a sus casas y sus trabajos. Sin embargo, lo que consiguieron fue el efecto totalmente contrario. Esto refleja la incapacidad del poder de darse cuenta de las cosas en el momento exacto en el que ocurren. Los pasos que da el régimen siempre van por detrás del ritmo de la calle.

 

3.10. El segundo comunicado de las fuerzas armadas

Emitido poco antes del mediodía del viernes 11 de febrero del 2011, este comunicado exigía el fin de las protestas a fin de recuperar la normalidad en el país. Además, los generales se comprometían a levantar el estado de emergencia, una de las exigencias clave de la oposición, siempre y cuando los manifestantes regresasen a sus casas. Los generales también garantizaban la celebración de "elecciones presidenciales libres y justas" pero sin concretar una fecha. Por último, reclamaban la necesidad de "recuperar ordenadamente la normalidad para preservar los intereses y la prosperidad de nuestra gran nación".

El efecto de estas palabras en los manifestantes fue nulo. Después de la indignación y la frustración de la noche anterior por los discursos del presidente y del vicepresidente, el comunicado de las Fuerzas Armadas no tuvo ningún impacto en los manifestantes más que la insistencia y la perseverancia en conseguir la demanda principal de las protestas: la dimisión del presidente.

 

3.11. El discurso de la dimisión

Recitado por el vicepresidente, este discurso constituye la victoria del pueblo sobre el poder:

“Ciudadanos egipcios, en estas difíciles circunstancias por las cuales pasa el país, el presidente Muhammad Hosny Mubarak ha decidido abandonar su cargo como presidente de la República, encargando al Consejo Superior de las Fuerzas Armadas de dirigir los asuntos del país”[8].

Sólo ahora, el régimen confiesa que el país está pasando por momentos difíciles y que el presidente debe abandonar su cargo porque el pueblo no quiere seguir presidido por él. Sólo ahora, se capta el mensaje principal de la revolución. El hecho de que este discurso sea tan breve, refleja la confesión del régimen de haber sido vencido, aunque momentáneamente, por el pueblo. 

 

IV.          Los titulares periodísticos

Una comparación entre los títulos y algunos fragmentos de noticias publicados en los periódicos egipcios entre el 25 de enero y el 4 de febrero nos ayudará a mostrar la divergencia de orientación entre los periódicos nacionales, o sea, de estado, y los privados. Hemos elegido intencionadamente un periódico privado en vez de uno de oposición para apoyar la veracidad de las noticias. Dada la falta de material recopilado para documentar la revolución, hemos analizado algunos de los titulares de los periódicos con portadas digitales con accesos disponibles en las fechas correspondientes a la revolución:

 

4.1. Al Ahram, periódico nacional[9]

 

Fecha

Al Ahram

Comentario

26  enero

1-El portavoz del Ministerio de Exteriores: las manifestaciones no son un nuevo fenómeno.

2-Un gran interés por la entrevista de Al-Ahram con el Adly.

3-Una fuente de Seguridad niega la detención de algunos manifestantes.

4-La detención de unas 90 personas en la Plaza del Tahrir.

5-Algunos manifestantes tiran piedras a las fuerzas de seguridad que les intenta dispersar con mangueras de agua y bombas lacrimógenas. Intentos de atacar a la policía cuyo papel ha sido limitado a asegurar a los manifestantes que expresan libremente su opinión. Instrucciones del Ministro de Interior de no atacar a los manifestantes pacíficos.

6-Participación de un gran número de los Hermanos Musulmanes que incitaron a los manifestantes contra la policía.

-En la primera frase se puede observar la estrategia discursiva de restar importancia al acontecimiento. Este comentario por parte del Ministerio de Exteriores quiere reflejar una imagen perfecta del régimen al extranjero: no está ocurriendo nada grave. Se minimiza el efecto del suceso.

-La segunda frase muestra también un intento de embellecer la imagen del Ministro de Interior.

-La tercera y la cuarta frase, aparecidas en la misma edición del periódico demuestran la contradicción de las declaraciones oficiales sobre los acontecimientos.

-En el párrafo n° 5 se echa claramente la culpa a los manifestantes. La policía es inocente, sólo se está defendiendo contra los atacantes. Se quita asimismo la responsabilidad del Ministro de Interiores.

-En la frase n° 6 los verdaderos culpables son los Hermanos Musulmanes, son ellos el enemigo, la bestia que lo mueve todo.

27 enero

1-El Primer Ministro intensifica la vigilancia a las propiedades públicas y privadas.

2-4 muertos, 118 ciudadanos heridos, 162 de policía y 100 detenidos en El Cairo y otras provincias.

3-Safwat Al Sharif: No me han llegado noticias de cualquier cambio de ministros ni del gobierno.

-En la primera frase se puede notar un intento por parte del régimen de perfeccionar su propia imagen; estamos cumpliendo nuestro deber.

-En la segunda frase se menciona los heridos de los dos lados. Los manifestantes son culpables y no son sólo ellos que sufren, la policía también.

-La tercera frase constituye un fiel reflejo de arrogancia y testarudez por parte del régimen en poder. La reacción del régimen representa un desafío a la demanda del pueblo.

28 enero

-Al Sharif niega la huida de algunos líderes del Partido Nacionalista.

-Sorur: Un discurso del PM ante el Parlamento el próximo domingo.

-Sigue el mismo tono desafiante. Somos fuertes. Seguiremos en poder.

-El retraso intencionado del régimen en responder a las demandas de los manifestantes es, a su vez, desafiante.

29 enero

-El General Ahmed Shafik se encarga de la formación de un nuevo gobierno.

-Saqueos en los bazares que rodean al Museo Egipcio. Los manifestantes rompen el portal principal del museo y las portadas de vidrio de los bazares.

-Los manifestantes atacan algunas sedes del PND en varias provincias.

-Después del desafío de los días anteriores, el presidente cede a un cambio de gobierno.

-Otra vez se culpa a los manifestantes por los actos de saqueo y vandalismo. Para el régimen son ellos el verdadero responsable del caos.

30 enero

Nombramiento de Omar Suleiman como vicepresidente.

-Las manifestaciones continúan a pesar de la calma aparente.

-Las manifestaciones salen del marco legítimo y el caos controla los acontecimientos después de la intervención de manos clandestinas que aspiran a robar la revolución de los jóvenes para destruir el país.

-La calma aparente sólo existe desde el punto de vista del régimen. Aquí empiezan a aparecer las “manos clandestinas” y el “caos”, los enemigos secretos cuyo objetivo es destruir el país y la relación entre el régimen y el pueblo.

31 enero

-Declaración del nuevo gobierno: Las responsabilidades principales del nuevo gobierno serán devolver la estabilidad, reducir el paro, la reforma política y acabar con la corrupción.

-Los ciudadanos y las Fuerzas Armadas persiguen a los presos  en Giza y el 6 de Octubre.

-En estas frases se observa el uso de palabras claves como estrategia de convicción. Es el régimen quien puede lograr la estabilidad. Sólo el gobierno nombrado por el presidente puede conseguir las demandas del pueblo.

-Se recurre a los presos, otro método de aterrorizar al pueblo.

1 febrero

-Un nuevo gobierno sin empresarios.

-Suspensión de los ferrocarriles anoche.

-Shafik: estoy dispuesto a dialogar con los manifestantes.

-O sea, hemos apartado a las personas indeseables a ojos del pueblo.

-Un método de control para prohibir la llegada de más manifestantes a la capital: la suspensión de los viajes de tren.

-Ejerciendo todo tipo de control sobre el pueblo, incluso la desaparición de internet, el primer ministro habla de “diálogo”. 

3 febrero

-Suleiman: La palabra “vete” es sinónimo de “caos”. Algunos elementos extranjeros con agendas propias se han infiltrado entre el movimiento del 25 de enero.

-Millones de manifestantes que apoyan a Mubarak en El Cairo y otras provincias.

-Enfrentamientos duros entre los manifestantes y los grupos que apoyan a Mubarak en lo que se parece a una guerra civil.

-Otra vez aparece una estrategia de terror: el caos, que es equivalente de la salida del presidente. Los elementos extranjeros y las agendas propias son los términos más usados por el vicepresidente para justificar la necesidad de acabar con la revolución. Se subraya asimismo el empleo del término “movimiento” para referirse a la revolución.

-Sólo ahora aparecen los partidarios de Mubarak, un pretexto más para permanecer en el poder: es la voluntad del pueblo.

-En vez de ataque o masacre, se usa el término guerra civil para referirse a los enfrentamientos del miércoles sangriento entre los manifestantes pacíficos atacados antes por la policía y ahora por los matones armados.

 

Se puede observar que los títulos del periódico nacional siguen la línea general de los discursos oficiales palabra por palabra. No se nota ningún desvío de los términos utilizados por el presidente y el vicepresidente. La culpa siempre es de los otros: los Hermanos Musulmanes, los elementos extranjeros infiltrados, la gente con propias agendas, cuyo objetivo es desestabilizar a la nación, sembrar el estado de caos y romper la confianza entre el régimen y el pueblo, o sea, romper el estado de opresión de los gobernantes sobre los gobernados. En este sentido, el periódico Al-Ahram puede considerarse una demostración clara del control extraordinario que ejerce el régimen sobre los medios de comunicación, en este caso, los periódicos nacionales.

 

4.2.Al-Masry Al-Youm, periódico privado[10]

 

Fecha

Al-Masry Al-Youm

Comentario

26 enero

-Alarma: Miles de personas se manifiestan contra la pobreza, el paro, la subida de los precios y la corrupción, pidiendo la dimisión del gobierno.

-Al Baradey: La salida de los egipcios a las calles es el comienzo de un proceso histórico… la cultura del miedo se ha roto.

-Agredidos 6 periodistas de Al-Masry Al-Youm durante los acontecimientos.

-Aquí se menciona el número aproximado de manifestantes y las razones de las manifestaciones, que nunca aparecen en el periódico nacional.

-Se menciona asimismo la opinión de la oposición representada en las palabras de Al Baradey. Los términos proceso histórico y romper la cultura del miedo reflejan la magnitud del suceso, al contrario de la estrategia de restar importancia al mismo en el periódico nacional.

-La otra cara  del régimen: opresión de periodistas para impedir la transmisión de la verdadera  imagen de los acontecimientos.

27 enero

-Los manifestantes y las fuerzas de seguridad: no vuelta atrás… no rendición.

-Las fuerzas de seguridad intentan terminar “la noche del Tahrir” con 200 vehículos acorazados, 13 mil soldados y bombas lacrimógenas.

-La Seguridad ataca a Twitter y Facebook, y hackers internacionales declaran la guerra sobre los sitios web gubernamentales.

-El desafío que demuestra el régimen ante los sucesos provoca más a los manifestantes.

-Se mencionan aquí los números de coches y soldados y los métodos de combate empleados contra los manifestantes, cosa que no se menciona en el periódico nacional.

-Se subraya asimismo el control que emplea el gobierno sobre las redes de internet y que constituyen a su vez una opresión clara.

28 enero

Suez bajo el  fuego: graves enfrentamientos entre los manifestantes y la policía.

Se puede observar el empleo de términos que expresan la gravedad de la situación (fuego y graves), lo que no ocurre en Al-Ahram.

29 enero

-La sede principal del Partido Nacional en El Cairo se quema y la destrucción de otras en varias provincias.

-La policía encierra a Al Baradey en su casa.

-La La policía utiliza bombas americanas caducadas contra los manifestantes.

-Marcha multitudinaria desde la mezquita Al Azhar para reclamar la partida del régimen y los vehículos acorazados lanzan petrados.

-Aquí no se atribuye la destrucción y el sabotaje a los manifestantes como en el periódico nacional. El sujeto se relega al anonimato.

-Se subraya asimismo la opresión que se lleva a cabo por parte del régimen contra los símbolos de la oposición. Se mencionan asimismo el tipo de armas utilizadas para atacar a los manifestantes.

30 enero

-Conspiración de la Seguridad para apoyar el guión del caos.

-Musa a Al-Masry Al-Youm: La crisis es muy grave y estamos todos muy preocupados.

-Los matones piden tributos a los pasajeros, los reos controlan la carretera circular y la seguridad fuera de cobertura.

Se pone de relieve el plan para controlar la revolución y se subraya la gravedad de la situación y la falta de seguridad creada por el propio régimen. En el periódico nacional no se menciona ningún detalle.

31 enero

-Algunas fuentes revelan los detalles del conflicto entre Al-Adly y Mubarak antes de la retirada de la policía.

-Médicos convierten una mezquita en un hospital para atender a los heridos en la Plaza del Tahrir.

-Se destapa la realidad de los acontecimientos que conducen al caos. Además, se subraya la solidaridad entre las diferentes categorías de manifestantes en la Plaza.

1 febrero

-Manifestación millonaria reclamando la dimisión del presidente.

En el periódico nacional se subrayan los cambios de los ministros del nuevo gobierno, y la disponibilidad del mismo a dialogar con los manifestantes. Se menciona muy poco sobre las manifestaciones con el intento de minimizar el efecto de las mismas.

3 febrero

-Masacre en el Tahrir: 8 muertos y 1200 heridos y el gobierno se disculpa de “el miércoles sangriento”.

-Periódicos estadounidenses y británicos revelan: los enfrentamientos del miércoles representan un plan salvaje para seguir en el poder.

-Escenas desde la Plaza del Tahrir: El Ministerio de Interior, los matones y los manifestantes.

En el periódico nacional se enfoca la necesidad de que el presidente siga en poder para evitar el caos. Se subraya el número exagerado de grupos que apoyan al mismo y se describen los acontecimientos como una guerra civil. Al contrario, en Al-Masry Al-Youm se pone de relieve el número de muertos y heridos por los enfrentamientos, se describe el suceso como una masacre en vez de una guerra civil, se destaca la opinión internacional que condena el ataque a los manifestantes y se menciona a los atacantes; el Ministerio de Interior y los matones pagados.

 

A partir del análisis anterior del contenido de los títulos de ambos periódicos, se puede observar la manipulación del discurso publicado en los periódicos nacionales por parte de régimen en el poder. La realidad de los acontecimientos se desvía para garantizar la estabilidad del régimen. A este respecto destacamos el uso de los mismos términos empleados en los discursos oficiales del vicepresidente y del presidente para justificar su permanencia en poder y desestabilizar la confianza de los ciudadanos en la realidad de lo que está pasando. En este sentido, el discurso utilizado se emplea para apoyar las estrategias manipuladoras del régimen como:

-Culpabilizar a los manifestantes deformando su imagen pacífica y representándolos como verdaderos enemigos de la patria.

-Exagerar el número de manifestantes a favor de la permanencia del presidente en poder.

-Reflejar la defensa de los manifestantes de sí mismos contra los matones pagados del gobierno y los francotiradores del Ministerio de Interior como si fueran una guerra civil generada por los enfrentamientos entre los partidarios y los detractores del presidente.

-Atacar a los símbolos de la oposición.

-Perfeccionar la imagen del nuevo gobierno.

Todas estas estrategias dependen de las polarizaciones discursivas que intentan subrayar los lados positivos del régimen y minimizar sus defectos, y al mismo tiempo aumentar el efecto negativo de la oposición y los manifestantes e ignorar los objetivos positivos de la revolución.

En lo que se refiere a la manipulación del discurso por parte de los medios de comunicación, sobre todo la televisión egipcia, Shawky Al-Akabawy, en la entrevista arriba mencionada, afirma:

La televisión egipcia pretendió ignorar las imágenes de los camellos y los caballos montados por los matones que machacaban a los revolucionarios. Además, culpabilizó a los manifestantes del Tahrir por las pérdidas humanas. Esto se llama una difamación de la realidad. Este tipo de falsificaciones sólo puede ser cometido por una institución informativa sometida al Estado y al Ministro de Información[11].

 

V.             La transmisión televisiva nacional

Durante los tres primeros días de manifestaciones, la televisión nacional funciona de modo regular, es decir, proyecta películas, canciones, series y programas habituales. Las noticias sobre las protestas sólo aparecen en el telediario y de modo tan breve que no refleja la intensidad y la seriedad del acontecimiento. No obstante, el jueves 27 por la noche se transmite una rueda de prensa de uno de los miembros más importantes del PND confirmando que todo funcionaba muy bien, que las demandas del pueblo serán atendidas y que no habrá ningún cambio de gobierno. El presidente del parlamento anuncia otra rueda de prensa prevista para el domingo con el primer ministro. El impacto de estas declaraciones sobre los manifestantes fue contrario, ya que sólo consiguió aumentar su furia.

Sólo a partir del viernes 28 de enero comienza a hablarse de las manifestaciones de manera detallada, pero según el punto de vista del régimen. Así, se dice que los manifestantes repetían lemas contrarios al régimen y que eran ellos los que atacaban a la policía, que ellos eran los responsables y los culpables de todo el “caos” que comenzaba a tener lugar este mismo día por la noche. Los acontecimientos no se transmiten en directo, salvo algunas escenas grabadas de antemano y repetidas de vez en cuando. Aquella tarde se anuncia un discurso televisado del presidente, que no se transmite sino a las 00:30 de la madrugada del sábado 29 de enero. Cuando aumentan los saqueos y comienzan a quemarse las comisarías y sedes principales del PND, se empieza a culpabilizar otra vez a los manifestantes. Mientras, las cadenas no egipcias, como al-jazeera y al-arabiya, transmiten en directo desde la plaza y explican que no son los manifestantes quienes siembran el caos y el pánico.

Entre el sábado 29, el domingo 30 y el lunes 31 de enero se nombra un nuevo primer ministro y un vicepresidente y se forma un nuevo gobierno con la mayoría de los ministros del gobierno anterior todavía en el poder. Durante estos tres días, al lado de los informes regulares sobre la formación del gobierno y las entrevistas al primer ministro por parte de los distintos canales de televisión, privados y públicos, el discurso dominante es la pérdida de la seguridad y la propagación del pánico. Los ciudadanos llaman a los distintos canales pidiendo la ayuda del ejército contra el ataque de los saqueadores y los presos que habían sido soltados por las calles a partir del viernes. Estas llamadas fueron una de los métodos utilizados para aumentar el miedo entre los ciudadanos y convencerles de la seguridad en la que vivían con el régimen en poder.

El martes uno de febrero, cuando se multiplican las manifestaciones en contra del régimen en la Plaza del Tahrir, la televisión egipcia empieza a transmitir otras manifestaciones “multitudinarias” para apoyar al presidente en otro barrio cairota. Las imágenes se graban de cerca para dar la impresión de que existe un gran número de manifestantes. Cuando se habla de las manifestaciones del Tahrir, se proyecta una imagen del puente del 6 de octubre vacío, mientras en la Plaza se manifiestan millones de personas. Aquella tarde, el presidente pronuncia su segundo discurso. Como el contenido no sigue el ritmo de la calle, los manifestantes deciden acampar en la Plaza hasta que sus demandas sean atendidas. Por la noche empiezan a llegar en grupos pequeños matones y presos con armas blancas y piedras. 

El miércoles dos de febrero se considera el día más sangriento de la revolución. Desde la mañana, en una suerte de amenaza clara, se empieza a avisar por la televisión a los manifestantes de que se vayan a casa porque hay grupos con armas blancas y cócteles Molotov de camino a la Plaza. Se repite el aviso a lo largo del día hasta que se produce el enfrentamiento entre las dos partes: los manifestantes pacíficos defendiéndose contra los matones del PND. Mientras la masacre del Tahrir tiene lugar, la televisión egipcia transmite las imágenes de los manifestantes a favor de la permanencia en el poder del presidente. Sólo se empieza a transmitir desde la plaza cuando los manifestantes opositores al régimen comienzan a defenderse utilizando armas propias de todo tipo de material que tienen disponible en la plaza. No se graba a los francotiradores ni los matones que matan a varios ciudadanos indefensos. Se transmite sólo lo que el régimen quiere reflejar como verdadera imagen de los acontecimientos.

El jueves 3 por la mañana, sale el primer ministro por la televisión para disculparse ante los ciudadanos, con el pretexto de no haber tenido cuenta de lo que estaba ocurriendo. Promete, otra vez, proteger a los manifestantes y llevarles cajas de bombones y flores como regalo.

Durante la semana siguiente, el gobierno intenta devolver la normalidad a las calles. Se vuelve al trabajo y se disminuye el periodo del toque de queda. La mayor parte de las noticias se centra en las reuniones gubernamentales y las declaraciones de los nuevos ministros y el vicepresidente, sin mencionar muchos detalles ni de los manifestantes en el Tahrir ni del presidente. Se acusa a las cadenas extranjeras de ser clientes de otros países  enemigos de Egipto, sobre todo al-jazeera. Se ruega a los ciudadanos no seguir la transmisión de dichas cadenas porque tienen un efecto negativo sobre el estado de ánimo. Se emplea incluso la estrategia del miedo entrevistando a jóvenes diciendo que habían recibido entretenimiento en los EEUU para llevar a cabo un golpe de estado. Los actores que apoyan al régimen hacen llamadas telefónicas a los distintos programas de televisión reprochando a los manifestantes y acusándoles de ser infieles a su patria. Se repiten de manera frecuente los discursos del presidente y del vicepresidente y se transmiten en directo las ruedas de prensa del Primer Ministro para dar la impresión de que todo está bajo control y que el país va saliendo de la crisis.

Sin embargo, el jueves diez de febrero por la tarde se complica la situación después de las marchas multitudinarias y las huelgas por todo Egipto. Después de la transmisión del discurso del presidente y del vicepresidente, la televisión aplica las mismas estrategias seguidas a lo largo de la semana para garantizar el control sobre la información que los ciudadanos reciben en casa. No obstante, al día siguiente, no se pueden esconder ya las noticias de las huelgas generales en todo Egipto. Ante la gravedad de la situación se transmiten algunas imágenes de la Plaza del Tahrir, pero sin demasiados detalles.

Lo que llama la atención al día siguiente, después de la dimisión del presidente, es el cambio de orientación en la transmisión de los sucesos y las noticias relacionadas a la plaza. Ahora, y por primera vez, se escucha la palabra “revolución” por la televisión egipcia. Antes sólo se refería a los acontecimientos con la palabra “manifestaciones” o “protestas”. No obstante, lo más grave es la insistencia de los ministros del gobierno de transición en usar el término “movimiento de protestas populares” hasta el momento. Quizás la imagen siguiente pueda resumir el cambio tremendo de orientación después del once de febrero de 2011 y el volumen de la manipulación que ejerce Al-Ahram sobre los lectores:

 

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La imagen a la derecha es la edición de Al-Ahram después del segundo discurso del presidente que consiguió afectar las emociones del público. Dice: manifestaciones multitudinarias en apoyo a Mubarak. Marchas y manifestaciones en El Cairo y las provincias para apoyar las decisiones del presidente. La de la izquierda es la del doce de febrero, la mañana siguiente a la dimisión del presidente. Dice: El pueblo ha conseguido derrotar al régimen, lema de las manifestaciones, antes descrito por el mismo periódico como “contrario al régimen”.

 

VI. La vuelta de los servicios de internet y las discusiones de facebook

Como hemos explicado más arriba (en la ubicación contextual y en el análisis de los discursos oficiales, la transmisión televisiva y los títulos de periódicos), el miércoles dos de febrero vuelven los servicios de internet. Precedido este hecho por el discurso del presidente de la noche anterior y seguido de otros discursos del mismo y del vicepresidente, surge una ola de opiniones muy divergentes en torno a la permanencia del presidente en poder: pros, contras y perplejos. Esta divergencia continúa incluso después de la dimisión del presidente y se refleja en la división existente en torno al presidente del gobierno y muchos  ministros.

6.1. División de opiniones

 

A favor del presidente

En contra del presidente

No decididos

Jameni saluda la revolución egipcia. Se bombardea la línea principal de gas en Arich. Subida del paro a 4 millones de personas hasta el momento. Colapso entero del turismo. Colapso de muchas actividades comerciales e industriales. Muchas gracias a la revolución.

¿Qué pensabas que es una revolución? ¿Dos o tres visitas a la Plaza del Tahrir y se colapsa el régimen? Si en Túnez duró un mes entero, el caso de Egipto es mucho más complejo interna y externamente. Es lógico que durante una revolución haya partidos y corrientes que luchan el uno contra el otro. Es normal que el régimen luche para permanecer en poder. La sangre de los mártires y los heridos y el derecho de los detenidos no sólo es responsabilidad de los asesinos, sino también los que no luchan y los que siguen creyendo las mentiras del régimen tras 30 años de represión.

Seguir en poder no está en beneficio del país. ¿Qué es lo que quiere? ¿Qué no se vaya a corte ni él ni su familia? Pues, si se queda hasta septiembre no le juzgarán  y esto no está bien. ¿Quiere de verdad enmendar la constitución antes de que se vaya? Si alguien lo entiende que me lo explique por favor.

Ojalá todo el mundo haya escuchado al actor Muhammad Sobhy por la tele. Los enemigos quieren una patria destrozada. El enemigo está en la frontera y nuestras Fuerzas Armadas están ocupadas con la aseguración de la frente interna.

“Una gota de sangre que derrama cualquier egipcio vale mucho más que cualquier trono. Abandonar el poder ahora es mejor que derramar sangre egipcia para proteger mi trono”, el rey Farouk de Egipto, 1952.

Amr Musa y el Mufty prometen enfrentarse con los responsables en el caso de no cumplir sus promesas. Ya hemos obtenido todo lo que queremos. Parece que el nuevo gobierno está bien. Tengo miedo de que se estalle una guerra civil si las cosas empeoren.

Iré a mi trabajo mañana. Abriré mi tienda mañana. Iré a mi clínica mañana. Cenaré fuera de casa mañana. Limpiaré la calle mañana. El pueblo ha decidido ignorar a las manifestaciones y abandonar los que están en la Plaza.

Estás en tu derecho cuando luchas y trabajas por comer, pero déjame morir por mi sueño. Estás en tu derecho cuando eliges vivir reprimido, pero déjame defender la gloria a la que aspiro.

Apoyo a los manifestantes y a la estabilidad del país. No sé cuál es mejor. Me voy a volver loca. ¡Que Dios salve a Egipto!

La marina estadounidense mueve dos piezas dirección a las costas egipcias e Israel prepara sus tropas en la frontera con Egipto.

Durante treinta años nadie le había contradicho. Esto es el resultado de treinta años de una dictadura autócrata. Es un monstruo. 

Ojalá estos días pasen y todo esté bien otra vez. Me estoy sofocando y deprimiendo. Me estoy volviendo loca.

A los jóvenes egipcios que tienen la mente ausente: si el presidente dimite antes de la enmienda de la constitución no podremos elegir otro presidente. Este es el objetivo de los conspiradores que os mueven como muñecas en las manos. No obedecéis sus palabras. Iros a casa. No vayáis a las manifestaciones mañana.

Al principio decían que el pueblo está dividido ente pros y contras pero ahora todo el mundo quiere que te vayas. Vete significa márchate. ¿O es que no lo entiendes?

¿Alguien que sepa jugar al ajedrez nos pueda decir cómo piensa esta gente en poder?

Respuesta: es muy fácil, ¿no has visto que el rey no muere desde el primer movimiento? Tiene que manipular y sacrificar los soldados y los ayudantes, pero al final se rinde y se muere.[12]

 

Por los ejemplos citados en la tabla anterior se puede observar que hay tres tipos de opiniones:

1.      Los que apoyan a la permanencia del presidente en el poder

2.      Los que quieren que se vaya ya

3.      Los que están convencidos de la necesidad de que se marche pero al mismo tiempo tienen miedo.

El primer grupo se ve totalmente controlado por las opiniones que propaga el régimen por la televisión, por la prensa nacional y por internet. Psicológicamente están convencidos de que el presidente representa la única solución posible para mantener la seguridad, la estabilidad y el bien estar del país. Las estrategias empleadas por el régimen en internet concuerdan con los discursos oficiales y las noticias transmitidas por la televisión. Su objetivo básico es difundir el pánico entre la opinión pública. Los enemigos quieren aprovechar la situación para acabar con Egipto. Irán, Cátar (representada por la cadena Al-jazeera), EEUU e Israel son los principales cómplices para derrumbar el régimen egipcio y apoderarse del país.

El segundo grupo representa el punto de vista totalmente opuesto. Son personas completamente convencidas de la necesidad de acabar con la corrupción, cuyo máximo representante es el presidente. Para ellos, las circunstancias por las que pasa Egipto son normales; es una revolución. Se compara incluso la reacción del ex rey de Egipto ante la revolución de 1952 con la del presidente para subrayar la contradicción extraordinaria entre ambas situaciones. Algunas opiniones rechazan incluso a los opositores de la revolución. Cabe señalar aquí que después del discurso del diez de febrero por la noche, en el cual el presidente transmite sus poderes al vicepresidente, la reacción de la gente que pertenece a este grupo de opiniones era muy aguda: ha habido gente que se desmayó por la calle de tanta emoción seguida por sorpresa y gente que se rompió histéricamente a risa.

El tercer grupo lo representan personas que no pueden decidirse por alguna de las dos partes anteriores. Están a favor de la revolución. Están convencidos por la necesidad del cambio y de acabar con la corrupción. Sin embargo, las estrategias de miedo utilizadas por el régimen y por el primer grupo afectan a sus puntos de vista y a sus reacciones. Este grupo se puede clasificar como perteneciente al segundo por las siguientes razones:

… aunque las ideologías por definición son socialmente compartidas, obviamente no todos los miembros de grupos las “conocen” igual de bien. Como es el caso de los idiomas naturales, hay diferentes grados de “experticia” en un grupo. Los miembros pueden hablar o actuar sobre la base ideológica adquirida, pero no siempre pueden formular sus experiencias explícitamente. Por otra parte, hay expertos, maestros, líderes y otros “ideólogos” que enseñan, explican, inculcan y explícitamente reproducen ideologías de grupo.

De la misma manera, podríamos asumir que no todos los miembros se identifican con un grupo ideológico de la misma manera, y con igual fuerza. Esto sugiere que los individuos pueden ser “más o menos” miembros  de grupos ideológicos…

En este sentido, los miembros de un grupo ideológico no comparten necesariamente todas las ideas del mismo. Sus opiniones, como es el caso de los comentarios del tercer grupo, pueden tener diferentes grados de consentimiento o rechazo respecto a una idea determinada del grupo al que pertenecen. De hecho, el once de febrero de 2011, cuando el vicepresidente declara el abandono del presidente de sus poderes, este grupo muestra su alegría por la noticia al igual que el segundo grupo. Los que no presentan ningún comentario son los del primer grupo. Estos últimos son los que empiezan luego a seguir la misma estrategia de propagación de miedo por la situación actual y reclaman que no se lleven a cabo más cambios. Se puede concluir, pues, que la metodología discursiva empleada por el régimen en poder ha afectado también a internet, consiguiendo crear una divergencia de opiniones con el objetivo de garantizar un control actual y futuro sobre la revolución.

 

6.2. Sentido del humor e ironía mordaz

Quizás lo más curioso dentro del panorama de los acontecimientos actuales en Egipto es el sentido de humor que se ha apoderado incluso de los manifestantes acampados por la plaza. La clave principal de todos los chistes y los comentarios siguientes se halla en el hecho de que el presidente se aferra al poder. No se quiere ir a cualquier precio. La tabla siguiente representa el análisis de algunos chistes y comentarios irónicos que surgen sobre la revolución:

 

Chiste o comentario irónico

Comentario

Urgente: un grupo de cirujanos de Arabia Saudí se dirigen a Egipto en un intento de separar a los gemelos: Mubarak y su trono.

Este chiste implica dos referencias:

1.La referencia a la huida de Ben Ali, ex presidente de Túnez a Arabia Saudí, por eso son los saudíes que llevan a cabo esta misión.

2.El símil entre Mubarak que se aferra al poder de modo que no se pueden separar y los gemelos pegados.

Lo que faltaba era abrir la tele algún día para ver una noticia que diga: esta revolución no hubiera tenido éxito si no fuera por las direcciones del Señor presidente.

Este comentario irónico incluye una referencia clara a la opresión ejercida por parte del régimen hacia el pueblo durante treinta años. Toda acción positiva se atribuye al presidente. Nadie es capaz de desarrollar el país sin las direcciones del mismo. La expresión “lo que faltaba” refleja la carga negativa y la inmensidad la reacción, finalmente resaltada, ante dicha opresión.

Las ventajas de la revolución egipcia: dimisión del gobierno jordano, eliminar la ley de emergencia de Argelia, la declaración del presidente yemení de no presentarse a las próximas elecciones, la enmienda de la constitución china, la represión del pueblo sirio antes de que se atreva a rebelarse, y la permanencia del presidente en poder como si no ocurriera nada.

Este chiste expresa la frustración momentánea ante la negativa del régimen a responder a las demandas de la revolución. Se consigue un efecto positivo en todo el mundo, menos Egipto. La enumeración de los países afectados por el cambio es significativa para destacar la carga irónica del chiste. La paradoja reside en  la reacción generada en otros países, mientras que en Egipto el presidente pretende que no pasa nada.

Un mensaje de un estudiante al pueblo egipcio: querido pueblo egipcio acampado en la Plaza del Tahrir, por favor, no olviden que la revolución formará parte de la asignatura de historia en los colegios, así que hay que terminarla ya.

La revolución afecta a todos los individuos, los niveles sociales y gente con diferentes edades. Con respecto a los estudiantes, la asignatura de la historia tendría un capítulo más, así que cuanto más breve, mejor. La paradoja aquí nace de la trivialidad del pretexto por el cual hay que terminar esta revolución que tendrá tremendas consecuencias.

En respuesta al viernes de ira, el viernes de partida y el día de los mártires, el presidente egipcio decide abandonar su cargo el día del juicio.

El juego de palabras aquí es el resultado de la redundancia y la analogía existentes entre la denominación designada a los días que representan distintas etapas de la revolución y el final del mundo que es el día del juicio. Ante la insistencia del pueblo en el hecho de que se vaya el presidente, éste se resiste por su parte a irse. La analogía, pues, no consiste solamente en la semejanza de denominación de los días, sino además en la conducta de insistencia.

Ojalá Mubarak nos hubiera bombardeado a nosotros en la Guerra del 1973 y gobernado a Israel.

La ironía en este comentario nace de la paradoja de que el presidente hace lo mejor para Israel y lo peor para su pueblo. Éste empieza a pensar que si bombardeara a Egipto y gobernara a Israel la situación sería inversa ahora: Egipto sería un país más desarrollado y la infraestructura de Israel se quedaría destruida.

Cuando muere Mubarak y se encuentra con Nasser y Sadat le preguntan: ¿veneno o asesinato? Mubarak responde: no, facebook.

Aquí se refiere al hecho de que los dos fallecidos presidentes de Egipto fueron el primero envenenado y el segundo asesinado. A Mubarak también le espera un destino parecido. La paradoja reside en la comparación de la manera de morirse. En vez de los métodos tradicionales, Mubarak deja el poder por un arma de tecnología avanzada: el facebook, donde sale la primera chispa de la revolución.

El sábado por la mañana Mubarak abre la ventana y encuentra todavía gente por la calle. Llama a Omar Suleiman y le pregunta: ¿Acaso no fue ayer el viernes de partida? ¿Qué hacen estos imbéciles aquí, pues?

Aquí la paradoja surge del hecho de que el presidente se aferra al poder. Se va el pueblo entero, pero él se queda. La situación está inversa.

Nuevas palabras añadidas al diccionario: Mubarakear (v.) significa pegar, ej.: te voy a mubarakear a la pared.

 

El nombre del presidente se convierte en sinónimo de pegatina, también por el hecho de aferrarse al poder. Se inventa un nuevo verbo que se añade al diccionario, con el nombre del presidente.

No entiende árabe, habladle en hebreo.

Este comentario concuerda con el del bombardeo de Egipto en vez de Israel. La referencia al hecho de que el presidente sirve más a Israel que a Egipto, implica también al idioma que puede entender. Otra referencia es la cuestión de aferrarse al poder, que es la razón por la cual parece que no entiende la lengua árabe, es decir, como si no escuchara nada.

Después del último discurso: habéis escuchado hace unos minutos a las palabras del presidente y el Vicepresidente celebrando el día nacional del cartero.

Como si estuvieran discutiendo cualquier otro tema más que las demandas de la revolución. El día nacional del cartero es una expresión que refleja la superficialidad que marca el discurso del presidente y el Vicepresidente en comparación con la gravedad de la situación. También aquí hay una paradoja entre el contenido del discurso y el ritmo de la calle.

Últimas noticias: el presidente decide comprar 80 millones de billetes a Arabia Saudí para el pueblo egipcio.

La referencia principal aquí también es el hecho de aferrarse al poder. La paradoja nace de la situación negativa del presidente ante la demanda del pueblo. El no se va, no abandona el poder. El pueblo se va.

 

Puede que la imagen siguiente resume los dos apartados anteriores a la vez:

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El cartel que lleva el joven en la mano dice: Hazlo rápido y vete, me quiero ir a afeitar.

Las palabras fuera de la imagen son la crítica dirigida a los jóvenes que se consideran sosos: ¿Qué quieres, cielo? Que se vaya Hosni. ¿Por qué? Es así, tiene que irse. ¿Y no puedes esperar hasta las próximas elecciones? No, se tiene que ir ahora mismo. ¡Se va a destruir el país! No me importa, que se vaya. Queremos entenderlo, ¿te puedes explicar? Después de que se vaya. ¿Adónde quieres que se vaya? No lo sé, pero que se vaya. ¿Y no puede volver más tarde? Sí, pero que se vaya. P.D: Esto no está dirigido a los jóvenes del 25, esto va a los que insisten en destrozar el país.

El diálogo se ve marcado por una ironía. Se critica a los manifestantes, considerando que no es la misma gente que salió a las calles el veinticinco de enero, sino jóvenes más tontos que se empeñan en conseguir un meta que sólo llevará a la destrucción del país.

Al mismo tiempo, el sentido de humor se refleja en el cartel que lleva el muchacho. Si el presidente no está convencido de irse por el bien del país, pues que sea por el bien de este joven que se quiere afeitar.

 

VII.       Conclusión

A partir del análisis de los discursos mediáticos del poder realizado observamos la construcción de dos realidades discursivas opuestas, a las que bien podemos designar como el eje del mal y el eje del bien. El segundo vendría definido  por un conjunto de términos empleados reiteradamente y discursivamente por el régimen de Moubarak y que caracterizan las bases ideológicas que lo han venido sustentando. Hablamos de enemigos de la patria, Hermanos Musulmanes, elementos infiltrados, elementos extranjeros, agendas propias, este es el eje del mal. Los manifestantes en algún momento se convierten en cómplices de estos elementos ya que colaboran con ellos y les ayudan a logar su objetivo teórico,  el destrozo de la nación.

Por el contrario, el eje del bien constituido por el régimen en el poder, definido con los términos que reflejan la bondad y las buenas intenciones: la estabilidad, la seguridad, el diálogo, el desarrollo y el bienestar.

Esta división en buenos y malos genera a nivel discursivo y a nivel social suerte de polarización. Nosotros somos los buenos, tenemos todas las cualidades positivas. Ellos son los malos, tienen todas las cualidades negativas.

Esta manipulación del discurso mediático por parte del régimen implica tácticas de miedo que tienen como objetivo influir en la opinión pública para poder cercar a la revolución y conducirla al fracaso. Sólo de esta manera el régimen conseguirá sobrevivir.

Sin embargo, si el segundo discurso del presidente afecta las emociones del público produciendo una división en las opiniones, como hemos notado en las discusiones de internet, el último discurso fracasa en la consecución del mismo impacto. Todo lo contrario, la ola de las manifestaciones se propaga y consigue los efectos deseados de la revolución: la dimisión del presidente.

 

Bibliografía

 

-Fisk, Robert (2011): “The wrong Mubarak quits. Soon the right one will go”, en The Independent, 6 de febrero de 2011, www.independent.co.uk

-Van Dijk, T. (2003a): Ideología y discurso, Barcelona: Ariel.

-Van Dijk, T. (2003 b): Racismo y discurso de las élites, Barcelona: Gedisa.

-Van Dijk, T.(2005): “Ideología y análisis del discurso”, en Utopía y Praxis Latinoamericana. Revista Internacional de Filosofía Iberoamericana y Teoría Social/ Año 10. N° 29 (Abril- Junio, 2005) pp.9 -36.

-www.ahram.org.eg , archivos de ediciones correspondientes a las fechas 26 de enero al 3 de febrero de 2011.

-www.almasry-alyoum.com , archivos de ediciones correspondientes a las fechas 26 de enero al 3 de febrero de 2011.

-www.elpaís.com , discurso del presidente, 11 de febrero de 2011, traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.

-www.youtube.com : Christiane Amanpur meets Mubarak: http://www.youtube.com/watch?v=JryLoAiicEg&playnext=1&list=PL311310A5AA9555D1 y Egypt’s Vice President Omar Suleiman: The Islamic current pushed these people http://www.youtube.com/watch?v=HxXnMDngyCE.

-www.shorouknews.com , 7 de febrero de 2011, Al-Shoruk tohawir Dr. Shawky Al-Akabawy.

 



[1] La traducción del discurso es nuestra.

[2] La traducción de las respuestas de la entrevista son muestras.

[3] La traducción de la entrevista es nuestra.

[4] La traducción del discurso es nuestra.

[5] La traducción del comunicado es nuestra.

[6] Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia, publicada en www.elpais.com, el 12 de febrero de 2011.

[7] La traducción del discurso es nuestra.

[8] La traducción del discurso es nuestra.

[9] Los titulares son extraídos del archivo del periódico en el sitio web www.ahram.org.eg con las fechas que aparecen en la tabla

[10] Los titulares se publican en el archivo del periódico en el sitio web www.almasry-alyoum.com con las fechas que aparecen en la tabla.

[11] La traducción de los fragmentos del artículo arriba citados es nuestra.

[12] Comentarios extraídos de http://www.facebook.com/profile.php?id=100000955064556  La traducción es nuestra.