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“Doquiera que estamos lloramos
por España, que, en fin, nacimos en ella y es nuestra patria natural”
Miguel de Cervantes, El Quijote, II, LIV
Hacia 1609
Felipe III decreta la orden de expulsión de los moriscos españoles en un
intento de conseguir una España cultural y racialmente homogénea. Fue un punto
de inflexión en la historia de nuestra nación que suscitó polémicas en contra y
a favor de la expulsión, el mismo Cervantes pone en boca del morisco Ricote un
testimonio clarificador de lo que debió suponer el decreto para esta comunidad.
En sus palabras podemos leer la denuncia ante las injusticias cometidas contra
ellos y la celebración de la nueva libertad ante la expulsión, pero también la
nostalgia ante la patria perdida.
Luce
López-Baralt recoge en
La literatura secreta de los últimos
musulmanes de España es el resultado de la revisión y ampliación de más
de veinticinco años de estudios moriscos por parte de la estudiosa
puertorriqueña, un vasto compendio de manuscritos que tiene como fuente fundamental
los códices secretos de la literatura aljamiado morisca encontrados en la
región de Aragón en el siglo XIX; un corpus literario que a pesar de ser “incompleto,
frágil y encubierto, otorga un gran valor histórico, testimonial e incluso
literario” y constituye una prueba inestimable de la compleja hibridez cultural
de
Tras años
en los que ha ido a la zaga de estos manuscritos por bibliotecas de Europa y de
Oriente, Luce López Baralt recoge estas crónicas de los siglos XVI y XVII,
escritas en castellano y transliteradas con caracteres árabes, que nos dan una
visión mestiza de
En esta
obra aspira a deshacer prejuicios y abrir nuevos caminos para la investigación
y por ello no sólo no se limita a la transcripción de los manuscritos
encontrados, sino que trata de arrojar
luz sobre la comunidad morisca desde ángulos distintos para dotarla de una
nueva dimensión, alejada del que hasta ahora parecía el núcleo central de la
cuestión morisca: la expulsión de 1609; Luce López Baralt acompaña al lector en
un paseo por las aljamas de la época, por las costumbres que los moriscos dejaron
escritas en sus códices secretos en un intento de preservar su identidad; y así
de sus páginas emergen prácticas
médicas y rituales, recetas mágicas, tratados de oniromancia y de astrología, profecías,
remedios caseros y hasta “los itinerarios secretos que los podían guiar a huir
de España y aún para volver sigilosamente”, pero también a través de sus
palabras se translucen las penurias en su exilio forzoso, las tribulaciones de los
que una comunidad que luchaba por no desaparecer a manos de la inquisición y que “apostaron a seguir siendo
musulmanes a riesgo de sus vidas y sus haciendas”.
Los
manuscritos que se recogen en esta obra nos permiten conocer mejor quiénes
fueron y cómo vivieron los moriscos de los siglos XVI y XVII; a través de sus propios testimonios se nos
presentan de diversas formas: como seres híbridos que se sentían completamente
españoles pero que eran al tiempo criptomusulmanes convencidos, como representantes
de una minoría al estilo de las actuales, como seres vengativos, pero también
como víctimas de un proceso de aculturación que utilizaban sus manuscritos
secretos como arma de resistencia, como espectadores habituales de comedias en
los corrales de la época, como últimos musulmanes de España y últimos españoles
de Túnez…
Luce
López-Baralt es catedrática de
Con La
literatura secreta de los últimos musulmanes de España se suma a la cada
vez más abundante bibliografía sobre el tema morisco, que no sólo “ha salido a
la calle” como anunciaba Luis García Ballester en 1984, sino que está de plena
actualidad, como lo demuestra la gran cantidad de trabajos que se publican y el
descubrimiento de nuevos códices en distintos lugares como Tombuctú o Argelia.
Luce
López-Baralt quiere dar la palabra en este libro a la comunidad morisca que fue
silenciada durante siglos, recuperando para todos nosotros unos manuscritos que lograron sobrevivir a un
destino aciago y que nos permiten escuchar por vez primera las voces de los
vencidos, de los que cayeron en desgracia y desaparecieron como pueblo, que
fueron expulsados de España y que desde su exilio forzoso añoraban su patria,
como bien reflejó Cervantes a través de las palabras de su nostálgico Ricote.
En uno de sus manuscritos el Refugiado de Túnez
afirmaba, casi con cierto orgullo, “Y esto somos nosotros” (S-2 BRAH, fol.182
r) como si quisiera “presentar al mundo
a sus hermanos, miembros de una comunidad que habría de desaparecer muy pronto
de la faz de la tierra (…)”, una comunidad a la cual dio voz a través de sus
palabras para que hablara a la posteridad y reivindicara, cuatrocientos años después,
“lo que fue y que no fue, y que pudo ser”.
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