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MORFOFONOLOGÍA
DE LOS LLAMADOS «VERBOS IRREGULARES» EN ESPAÑOL
Jean Paul Ngouaba Nya
(Universidad
de Duala. Camerún)
ABSTRACT
Several verbs
called «irregular» in Spanish lose practically all their moot when one move
from one tense to another (ser, ir, poder, hacer, querer, etc) to mention just
these one. To explain these variations that present verbal radicals, Nicolaï
Trubetzkoy(1980), the founder of linguistic
Key words: Morphophonology- verbs- description-
grammatical- factors
INTRODUCCIÓN
En la conjugación de los llamados verbos irregulares[1]
en español, los radicales verbales varían en cuanto pasamos de un tiempo a
otro. Un estudio morfofonológico del verbo ha podido aportar una explicación al
fenómeno. Dicho estudio consiste en representar morfémica y mórficamente los
verbos por un lado, y determinar las alternancias fonémica y morfológicamente
condicionada, por otro. Estos factores condicionantes de estas variaciones son
los que vamos a tratar a lo largo del presente trabajo.
I.
CARACTERIZACIÓN
Tanto la morfología como
la fonología estudian los elementos del lenguaje y su relaciones; mientras la morfología
trata de las formas de las palabras, sus variaciones y derivaciones, la
fonología, en cambio, se ocupa de la forma de su expresión, dando importancia a
su valor significativo y la función que cumplen dentro de una lengua. Entre
ambas ciencias, existe una tercera intermedia, morfonología o morfofonología[2]
o morfofonémica[3].
Esta nueva disciplina fue
introducida en la lingüística por Nicolaï Trubetzkoy[4];
estudia las variaciones de los fonemas dentro de los morfemas, es decir, dentro
de las unidades dotadas de significación; estas variaciones se deben a
fenómenos tanto fonológicos como morfológicos.
Antes de explicar o
describir los factores gramaticales que favorecen las variaciones de los
radicales de los verbos irregulares, conviene dilucidar algunos conceptos
propios del análisis morfofonémico.
a- Morfofonema
Se llama también morfonema
o fonema sistemático. Trubetzkoy (1980 : 81) lo define como « fonemas susceptibles, en función de
las condiciones de estructura morfológica de la palabra, de reemplazarse
mutuamente en el seno de un solo y mismo fonema ».
En efecto, el morfofonema
es el conjunto de los fonemas que pueden alternar en los diferentes alomorfos.
Por ejemplo, en la alternancia de algunos verbos irregulares en castellano:
Poder- pueden- pudiera
Decir – Digo- Dije
Poner- Puso-Pongo
Los
alomorfos (pued-; pud), constituyen
un solo morfofonema que es pod; lo mismo en dig-; dij- de « dec-»; y si decimos debemos utilizarlas,
necesitamos cierta información morfológica (tiempo, número y persona).
Respecto a los verbos en –ecer, -z-y –c- (haz, haces) constituyen
un solo morfofonema; ya que c- +
vocal anterior (i,e) ═ θ (sonido consonántico, interdental, fricativo,
sordo) y c + vocal posterior (o, u) ═ k (sonido, consonántico, velar, oclusivo, sordo).
b- El morfo
Es la concreción del
morfema o sea su expresión escrita. A Yllera (1982 : 134) lo define como « un segmento con valor
morfológico », es decir que no tiene significado como el morfema sino
que es concreto; como, por ejemplo, en Cuent-
a (a- indica a qué grupo pertenece
el verbo contar).
Según el número de morfos que presentan los verbos, podemos clasificarlos
en séis categorías :
b.1 El morfo
cero
Charles Hockett (1954 :
224) al segmentar una palabra en morfos, si todo morfema no se asigna a un
morfo se trata del morfo cero. Por ejemplo, la representación mórfica de cuento del verbo contar es la siguiente :
Cuent-{
}- o (el morfo a que
pertenece el verbo contar no aparece).
b.2
El morfo superpuesto
Hockett (1954: 224) lo llama “overlapping morph”, es decir, que durante la segmentación de la
palabra en morfos, el número de morfos es menor al de morfemas; por ejemplo, en
contaremos, conta- re- mos los
morfemas de tiempo – modo y número vienen agrupados en –mos.
b.3 El morfo
acumulativo
Mathews (1972 : 16-17) lo califica de « cumulative morphs ». En la
acumulación, dos o más morfemas aparecen sistemáticamente representados por un
sólo morfo, pero difiere del morfo superpuesto en el sentido en que tales
morfemas no aparecen con morfos separables, como es el caso del morfo superpuesto; por ejemplo:
Sentíamos----------------sent-
ía- mos (el morfo ía de sentir cumulan dos morfemas os Indicativo y Pasado, por
tanto, no podemos separarlos.
b.4 El morfo
homónimo
Se trata del caso en el
que la homonimia de morfos supone que un morfo señala morfemas distintos. En la
flexión verbal del español, el morfo –e- representa en unos casos subjuntivo (jugu-e-mos) y en otros casos indicativo (cox-e de coger)
en este caso el morfo /-e-/ no tiene papel identificador.
b.5 El morfo
redundante
Es un morfo determinable
fonémicamente y que tiene significado. Por ejemplo, en el pretérito indefinido
del verbo decir en español, segunda
persona singular, tenemos :
Dijiste, al segmentarlo
en morfo dij- i- s- te que viene del latín (dik-i-s-te), el morfo /-i-/ viene
determinado fonémicamente. Se trata, pues, de una vocal de enlace cuya meta era
evitar el encuentro entre dos consonantes (del radical y /-s-/ del tiempo).
Este tipo de morfo se aplica a los verbos conducir, traducir, maldecir, querer, etc.,
conjugados en el pretérito indefinido.
c. Las
alternancias
Cuando hablamos de
alternancias pensamos en la variación experimentada por un fonema o grupo de
fonemas dentro del sistema morfológico.
Quitart (1980 : 82) considera el fenómeno como la relación que
existe entre las manifestaciones fonéticas de un mismo elemento léxico. La
alternancia puede ser consonántica y vocálica, ya que depende del contexto.
c.1 Las
alternancias automáticas
La distribución de los
alomorfos de persona en castellano es automática en general ; por ejemplo,
en el presente de indicativo del vebo
dormir la distribución de los alomorfos –o ;
-es ; -e ; -imos ; -is ; -en.
c.2 Las
alternancias recurrentes
Para Wells (1949 :
99-116), se trata de un tipo de alternancia
que se debe a factores fonológicos, como en hag-o y hac- (para el
presente de indicativo); hiz- (para
los tiempos del subjuntivo).
c.3 Las
alternancias no recurrentes
Son aquellas en las que se
incluye como condicionamiento morfémico el alternante. Por ejemplo, la
alternancia entre /x/ y /g/ en /cox- o/ y /cog-e/ del verbo coger no depende del entorno fonémico sino del
morfémico.
c.4 Los
supletivos
Se distinguen de las
alternancias fonémica y morfológicamente condicionadas porque son alomorfos
cuya diferencia es total, como advierte Lyons (1986). Por ejemplo:
Ser tiene los siguientes alomorfos soy-; era- ; fu-
Ir tiene los siguientes alomorfos voy-;
iba- ; fu-
Se ve claramente que no
hay correspondencia formal entre ser e
ir con sus respectivos alomorfos.
Alonso Cortés (1987 : 111) observa que no depende de ninguna propiedad de
la raíz, sino del fenómeno de « espirantización
que se aplica a los obstruentes dondequiera que se encuentran ».
Después de haber aclarado
los conceptos que entran en el estudio morfofonológico del verbo, intentaremos
presentar los factores que influencian los radicales de los verbos llamados
irregulares en la conjugación, aportando de vez en cuando una justificación a
estas variaciones, quedando fiel a la metodología enunciada anteriormente.
II. Estudio
morfofonológico del verbo
En este apartado, nos
valdremos de la metodología propuesta por Nicolaï Trubetzkoy (1980 : 70),
siendo el primero en hacer estudios morfonológicos. Consiste en partir de la
estructura fonemática de los morfemas, luego ver las modificaciones sufridas
por los fonemas y, por fin, el estudio de las alternancias con el fin de
determinar las fonémicas de las morfológicamente condicionadas y así sentar las
bases para una explicación de las variaciones de los radicales de dichos verbos[5].
II.1
Estructura fonemática de los morfemas
Es cuestión en este
apartado de analizar los morfemas desde el punto de vista de
En efecto, { } indica que son morfema sin morfo (morfo
cero), es decir que el morfema que indica el grupo al que pertenecen los verbos
absolver, dormir, mentir, hacer y ser no aparece, pero sí que es presente;
B y R representan los archifonemas al nivel fonológico, que según Marcos Marín (1984 :
82) son conjunto de los rasgos
pertinentes propias a dos fonemas; w y j
representan semiconsonantes en la
transcripción fonética, presentes en diptongos crecientes.
II.2
Modificaciones sufridas por los fonemas
Hablando de las
modificaciones que sufren los fonemas dentro de los morfemas de los radicales
de los verbos irregulares, Baylon (1975 : 93) observa que « il est necessaire de tenir compte du
contexte (environnement d’une unité dans chaîne de l’énoncé) ou de la position
(place d’unité, ici, le phénome par rapport aux phénomènes consecutifs d’un même
monème ». Por ejemplo, en los segmentos radicales, se nota que un
fonema puede realizarse de diferentes maneras según el entorno en el que se
encuentra (según el cuadro anterior) - w
y j que son realizaciones de la /u/ y
de la /i/ respectivamente; la ę
que es alófono de /e/ en sílaba travada con el sonido lateral y vibrante [l] y [r] en el cuadro.
II.3 Estudio
de las alternancias
Las variaciones
experimentadas por los radicales de los verbales de los verbos irregulares
exige también una explicación; la justificación de las alternancias. Por
ejemplo, en:
Acostar---------------------acuest- { }- o
Muero----------------------muer- { }- o
Suelto---------------------suelt- { }- o
Apaciento---------------apacient- { }-o
Pudo--------------------pud- {
} –o
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Hallamos estas formas
cuando el acento recae en la raíz de dichos verbos. Los diptongos -ué-, -ié- provienen respectivamente de
la ĕ y ŏ
(breves) del latín clásico, que más tarde se desfonolizó por el timbre en (abiertas
para las vocales breves y cerradas para las vocales largas) según viene en el
esquema siguiente de Lathrop (1989 : 85) :
En efecto, en la conjugación de los verbos dormir, caber, sentar, servir, pedir,
saber, querer, decir, haber, y tener,
etc., en el pretérito indefido, tenemos los siguientes alomorfos radicales dur-;
cup-; sint-; sirv; pid-; sup; quis-; dij-; hub- y tuv-.
En cuanto al verbo dormir, el
gerundio en latín vulgar era dormiendu [dormjendú],
la yod presente en la segunda sílaba [mjen],
hizo cerrar la vocal que la precedía [dor]
en un grado, esto es, u.
En el caso de caber, saber, tener, en el español
antiguo, teníamos en el pretérito, tercera persona singular :
Formas del español antiguo Tove> tuve (Español moderno)
Cope> cupe
Sope> supe
El wau de los perfectos
del Latín Clásico capui (del Latín
clásico capere); sapui ( del Latin Clásico sapere); Tenui (del Latín Clásico
tenere) cambió la o de tove, cope,
sope en u de tuve, supe, cupe por inflexión. Recordemos que tanto la yod como el
wau tenían como función inflexionar[6]
la vocal de la sílaba anterior en un grado y palatalizar o velarizar la
consonante.
En los verbos decir, servir, pedir y sentir, la yod de
la segunda sílaba, en la tercera persona plural del pretérito indefinido del
latín vulgar hizo cerrrar la vocal e en
un grado como en :
Dixierunt> dixieron
Petierunt> pidieron (sonorización
de t en d)
Servierunt> sirvieron
Sentiatis> sintáis
La forma verbal haber>hube procede de las personas en
las que etimológicamente aparece hubieron
según el esquema flexional del perfecto del verbo haber desarrollado por Manuel Alvar (1987 : 270):
El cuadro anterior retraza
la evolución del verbo haber en el
pretérito indefinido del latín al español y trata de explicar el porqué de las
formas hube y algunas formas
particulares que pueden aparecer.
III. Conclusión
Para
terminar este trabajo, la explicación que podemos dar sobre las variaciones de
los radicales de los verbos llamados irregulares cuando pasamos de un tiempo a
otro es que hay una serie de factores gramaticales que hay que tomar en
cuenta : el contexto- el acento- la estructura fonemática y el estudio de
las alternancias de los radicales verbales. No olvidemos la influencia de la
yod y del wau que dejan un impacto visible en la variación de dichos radicales
verbales. Este método propuesto por Trubetzkoy nos ha permitido ver claramente
el porqué de dichas variaciones. Tras todo lo explicado anteriorme se ve que la
denominación de verbo regular o irregular es errónea ya que cada verbo ha
seguido en su contexto una evolución particular.
Bibliografía
-
ARIZA VIGUERA,
Manuel (1990):Fonología histórica del
español, Madrid, Síntesis.
-
BAYLON,
Christian y FABRE, Paul (1975): Initiation
à la linguistique, Paris, Nathan, 1975
-
HOCKETT, Charles (1954): “Two models of grammatical description” in Word, 1954
-
LATHROP, T. (1989):
Curso de gramática histórica española, Barcelona,
Ariel.
-
MANTECA,
Alonso- Cortés (1987): Lingüística
general, Madrid, Cátedra, 1987.
-
MATHEWS, P.H. (1972): Inflexional
Morphology,
-
MARCOS
MARIN, Francisco (1984): Aproximación a
la gramática española, Madrid, Cincel, 1984.
-
MARTINET,
André (1965): La morphonologie de la
linguistique, R.U.F, 1965.
-
QUITART, Jorge
y ROY, Joakim (1980): La estructura
fónica de la lengua castellana, Barcelona, Anagrama.
-
ROBINS (1959): “In defence of W.P”, T.P.H.S,
-
TRUBETZKOY,
Nicolaï (1980): “Sobre la morfología” en El
círculo de Praga, Barcelona, Anagrama, 1980, pp.70-81.
-
WELLS, R.S.
(1980): « Sobre la morfología » en El Círculo de Praga, Barcelona, Anagrama, pp. 99- 116.
-
YLLERA, Alicia
y Otros (1982): Introducción a la
lingüística, Madrid, Alhambra Universidad.
[1]La
denominación de verbo irregular es la concepción tradicional; hoy en día con
los excelentes estudios sobre la gramática histórica de Lathrop (1989) y de
Ariza Viguera (1990), esta clasificación ya no existe en realidad ya que cada
verbo ha seguido una evolución propia en el transcurso de la historia.
[2]Terminología
de los estructuralistas europeos.
[3]Terminología
de los generativistas (estructuralistas norteamericanos).
[4]Nicolaï
Trubetzkoy es el fundador del Círculo Lingüístico de Praga, el pionero en hacer
por primera vez los estudios sobre la fonología y la morfología, y de ahí,
inicios sobre la morfofonología.
[5] Vamos a elegir verbos que tienen flexión
en la raíz cuando pasamos de un tiempo a otro.
[6] La yod
cierra la vocal de la sílaba en un grado (hay tres grados de apertura de las
vocales).
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