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Identitätskonstitution im Gespräch. Südchilenische Migrantinnen in Santiago de Chile, de Bettina
Kluge
Barbara de Cock
(Universidad Católica de Lovaina)
Bettina Kluge. Identitätskonstitution im Gespräch. Südchilenische Migrantinnen in
El estudio Identitätskonstitution
im Gespräch por Bettina Kluge se publicó en la
serie Lengua y Sociedad en el Mundo
Hispánico. La obra es fruto de la investigación doctoral de la autora, e
incorpora el análisis discursivo, el análisis sociolingüístico y una
descripción sociológica-antropológica. Apoyándose en la combinación
enriquecedora de estas perspectivas, la autora se propone analizar la
construcción identitaria de mujeres migrantes originarias del Sur de Chile.
Las mujeres sobre las que se centra esta obra, son
‘sureñas’. Se mudan a Santiago de Chile
para trabajar como ‘asesora’, o sea sirviente en casa de familias santiaguinas.
Kluge demuestra la influencia del origen sureño y de la
confrontación con la vida santiaguina, especialmente en la construcción identitaria de estas mujeres.
Kluge realizó su investigación basándose en estudios
sociolingüísticos y antropológicos sobre la migración en general, y este grupo de
mujeres sureñas en particular. Además, la autora hizo varias estancias de
investigación, dedicándose a la grabación de entrevistas sociolingüísticas con
32 mujeres implicadas en este tipo de migración interna. La incorporación de
extractos extensos de las transcripciones de estas entrevistas constituye una
plusvalía considerable de la obra.
Las mujeres refieren a su lugar y estilo
comunicativo de origen como ‘sureño’ o ‘campesino’. Esta calificación es
reveladora de la complejidad de las tensiones que tienen que afrontar estas
mujeres. Además de la diferencia geográfica, el contraste en la vida sureña y
santiaguina se nota en varios elementos del estilo comunicativo y del modo de
vida, tanto en la percepción de las mujeres sureñas, como en la percepción de
los santiaguinos.
A nivel comunicativo, la cultura sureña se califica
más bien como una cultura del silencio. La estancia en Santiago a veces incita
las migrantes a ser más abiertas y más asertivas. Por
otro lado, muchas migrantes estipulan que, en
Santiago, también viven en una cultura de silencio porque no pueden comunicar
con pares. El silencio se debe entonces a la relación asimétrica en la que se
encuentran.
En general, las migrantes
cuentan cómo su estilo de vida se distingue de la vida en la ciudad, en
aspectos tan varios como la ropa, la comida, costumbres respecto al trabajo en
casa. Desde luego la primera confrontación con la vida en la ciudad resulta
dura para las migrantes y causa en muchas un llamado
‘daño de identidad’. Sin embargo, muchas migrantes consideran
su periodo en Santiago a largo plazo como una fase de ‘superación personal’, o
sea, el desarrollo de su personalidad y la superación de su ‘timidez
campesina’.
Si bien en el Sur las mujeres viven en una situación
de dependencia de su padre o marido (p.ej. tienen que
pedirle permiso para salir de la casa), en la ciudad a menudo pasan a vivir en
otra relación de dependencia. El hecho de que muchas viven de forma ‘puertas
adentro’, o sea, tienen una habitación en casa de la familia para la cual
trabajan, conlleva sus restricciones. Queda claro que la relación con la
familia de acogida – y sobre todo con la ‘jefa’ o ‘patrona’ – influye en la construcción
de una nueva identidad propia. Esta relación puede construirse de distintas formas:
la relación de subordinación se convierte a veces en una relación más personal,
p.ej. en el caso de la ‘nana-abuela’, cuando la
asesora casi pasa a ser parte de la familia. El tipo de relación con la familia
de acogida se refleja en las formas de tratamiento, y en la interacción en
general. La autora destaca que ninguna de las mujeres estaba dispuesta a pedir
una entrevista con la patrona sobre la situación de las ‘asesoras’. Significa
que todos los datos sobre la interacción verbal entre la patrona y la asesora han
sido obtenidos de forma indirecta, por las entrevistas con las asesoras. Se
trata, pues, de la interacción tal como (re)presentada por parte de las mujeres
migrantes.
La idea de ‘superación personal’ durante la estancia
en Santiago no impide que las mujeres sigan valorando su timidez campesina como
un bien moral.
Al volver a su comunidad de origen – bien de
vacaciones, bien de forma permanente – las narrativas de las mujeres muestran
su deseo de expresar su pertenencia a la comunidad de origen. A menudo se añade
a esta identidad el rol de madre que se sacrifica por el bien de su niño (en el
caso de madres solteras, el niño a menudo es educado por la familia en el Sur,
mientras la madre trabaja para una familia santiaguina) o el rol de hija/hermana
que trabaja en la ciudad para ayudar económicamente a su familia. Así, por
ejemplo, a menudo no es la propia mujer quien negocia el empleo en Santiago,
sino un pariente masculino o una pariente femenina que ya tiene experiencia
como asesora.
La autora discute brevemente la hipótesis de que, al
volver a su región natal, el lenguaje de
las migrantes dichas ‘de retorno’ influya en los
cambios lingüísticos del español sureño. Como bien indica la propia autora, se
necesitaría un estudio longitudinal para realmente (des)confirmar esta
hipótesis. Además, también cabe considerar otros factores como son la
influencia de los medios de comunicación.
El estudio de Kluge se
destaca por la combinación de varios marcos metodológicos, con un análisis
basado en material reciente (los años noventa). La atención a la autocategorización de las migrantes,
a las narrativas y al estilo comunicativo hace que el estudio no sólo sea de
interés para los estudiosos en lingüística y literatura, sino también en sociología
y antropología.
Si bien este estudio es una publicación alemana, lo
cual dificulta quizá el acceso a parte del público interesado, la
estructuración clara y el estilo muy legible hacen de la lectura de este
estudio una experiencia agradable y apasionante.
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