|
Jazmín Ortega
La Opinión
25 de junio de 2006
WASHINGTON, D.C. (EFE).— La Casa Blanca analiza cómo podría
afectar al plan de seguridad fronteriza Jumpstart la decisión del gobernador de
California, Arnold Schwarzenegger, de no enviar otros 1,500 soldados de la
Guardia Nacional de su entidad a los estados de Nuevo México y Arizona.
"La Administración mantiene su compromiso de fortalecer de
inmediato nuestra frontera con la ayuda de la Guardia Nacional mientras
ampliamos la Patrulla Fronteriza, además de alcanzar los objetivos del
despliegue lo más pronto posible", dijo Jeanie Mamo, una portavoz de la
Casa Blanca.
Schwarzenegger acordó con el gobierno federal enviar mil soldados
de la Guardia Nacional de California a su frontera con México para fines de
julio, siempre y cuando éstos concluyesen su misión en un plazo de dos años.
El miércoles pasado, el gobierno del presidente George W. Bush
solicitó a Schwarzenegger que enviase 1,500 soldados adicionales a Arizona y
Nuevo México, pero el gobernador de California se negó.
Según la oficina del gobernador, Schwarzenegger rechazó la
solicitud por temor a que California no tenga suficientes recursos en caso de
que suceda una emergencia o desastre natural.
Según cifras oficiales, la Guardia Nacional de California cuenta
con cerca de 20 mil miembros.
El objetivo del gobierno de Bush es enviar seis mil soldados de la
Guardia Nacional para combatir la inmigración indocumentada en la frontera de
California, Nuevo México, Arizona y Texas para el próximo 1 de agosto.
Desde que anunció esta estrategia en mayo, el gobierno ha
insistido en que los soldados —que estarán armados— sólo ofrecerán apoyo logístico
y de capacitación a la Patrulla Fronteriza.
Schwarzenegger insistió que no se trataba de una parada de
campaña, señalando que su primera visita a Boyle Heights se produjo hace más de
17 años, cuando Danny Hernández, director del centro juvenil Hollenbeck le
pidió que le ayudara a recaudar fondos para construir el gimnasio y el
laboratorio de computadoras.
"Una cosa siguió a la otra, y después iniciamos los programas
extraescolares en el Este de Los Ángeles, luego en todo California y el resto
de la nación", recordó el gobernador.
"No estoy aquí para ganar votos, estoy aquí porque me
interesa la comunidad latina, estoy caminando, no es mi primera visita",
dijo Schwarzenegger después de visitar varios negocios, culminando con una
reunión informal con simpatizantes invitados en el restaurante mexicano La
Parrilla.
El gobernador sobresalía entre la cantidad de personas que
visitaban los negocios del bulevar César Chávez, muchos de ellos vestidos de
verde, ondeando banderas mexicanas, y que saludaban al gobernador antes de
apretar el paso para alcanzar a ver el inicio del partido entre México y
Argentina.
Elvira Landeros, residente de Boyle Heights, saludó al gobernador
afuera de un salón de belleza, donde Schwarzenegger sorprendió a la clientela
femenina mientras les hacían la manicura.
Landeros, quien es residente legal, dijo admirar al gobernador,
pero titubeó al preguntársele si votaría por él de tener derecho a votar.
"No nos quiere a los mexicanos, y va a querer que uno vote
por él. A la vez sí, a la vez no", afirmó.
Margarita Sandoval, dueña de un establecimiento de jugos y
antojitos, se alegró de ver al gobernador, quien pasó a saludarla.
"Qué bueno que venga, porque tú sabes qué ha habido, nosotros
los latinos, mucha cosa negativa por cómo empezó", dijo. "Aquí el que
no apoya al inmigrante… pero qué bueno, se ve que el año o dos que ya tiene le
han servido. Anda aquí, apoyando, y eso es lo bonito".
La campaña electoral del gobernador, quien se enfrenta al
demócrata Phil Angelides el 7 de noviembre, lo ha llevado a comunidades latinas
que no visitó cuando se postuló para gobernador en el 2003.
"Estoy tratando de llegarle al mayor número posible de
personas", explicó. "Creo que la comunidad latina es muy importante
para la economía de California, es una parte histórica de California, por eso
es bueno pasar tiempo con mis amigos latinos, ir de compras. Encontré dos
camisas muy buenas en una de las tiendas", dijo. Schwarzenegger resaltó lo
que cree son las diferencias más marcadas con Angelides.
"La elección es clara, no sólo para latinos, sino para todos
en California: ¿quieren salir adelante, generando más empleos, ingresos y
promover la educación, construyendo más caminos, prisiones, diques, etc., o
regresar al estado en que nos encontrábamos hace tres años?", dijo
Schwarzenegger. "Cuando le va bien a California, le va bien a todos. La
marea que crece levanta a todas las naves".
No a más tropas
El mandatario estatal además reiteró su negativa de enviar 1,500
soldados adicionales solicitados por el gobierno federal a la frontera.
"Inicialmente cuando nos pidieron tropas de la Guardia
Nacional, la propuesta estaba errada, por eso comenzamos a negociar con ellos
para darle forma a su petición y luego nos comprometimos a enviar mil elementos
a la frontera. Ahora, dos semanas después, nos han pedido que enviemos 1,500
elementos adicionales, pero a otros estados, Arizona y Nuevo México",
señaló Schwarzenegger. "Mi primera reacción era decir ‘no’ ", agregó,
ya que de 20 mil elementos con que cuenta la Guardia Nacional estatal, más de
2,000 están en Irak y Afganistán y 1,000 patrullando la frontera.
"Ya se aproxima la temporada de incendios [forestales], y
para eso necesitamos a la Guardia Nacional. Necesitamos estar preparados para
cualquier emergencia. En cualquier momento pueda haber una eventualidad como un
sismo, cualquier desastre puede suceder y sería irresponsable de mi parte
contar con una cifra menor a los 16,500", explicó el gobernador.
Asimismo, rechazó las críticas que le hicieron algunos demócratas
de que el desacuerdo era un artilugio para mejorar su imagen ante las
elecciones en noviembre.
"Cada decisión que tomo está siempre basada en el interés de
California, punto", enfatizó el gobernador Schwarzenegger. "La
política no figura en eso".
|