REVISTA ELECTRÓNICA DE ESTUDIOS FILOLÓGICOS


LOS CONTORNOS DE LA CONCORDANCIA NOCIONAL EN LAS ESTRUCTURAS PASIVAS ORIGINALES Y NO PROTOTÍPICAS EN FRANCÉS Y EN ESPAÑOL

George Victor Nguepi

(Universidad de Douala. Camerún)

nguepigvi@yahoo.fr

 

 

 

 

Introducción[1]:

 La cuestión de la concordancia nocional en francés y en español tiene su fundamento en las consideraciones estereotipadas y a veces erróneas que hacemos generalmente acerca del valor funcional del objeto y del sujeto en una estructura oracional. Eso se hace muy a menudo -bien por olvido, bien por ignorancia-, a descuido del valor real de los demás constituyentes de la frase, a los cuales hay que añadir la forma y la naturaleza de la misma, ilustrada por la oposición entre las diferentes categorías de las cláusulas pasivas en español y en francés. Así, tendremos por ejemplo las pasivas original y refleja, al margen de las cuales oscillan otras categorías llamadas mixtas o no prototípicas, pronominales o medias según las terminologías. Ahora bien, esta clasificación categorial discriminatoria de las oraciones adolece de lagunas sustanciales, las cuales plantean desde el punto de vista funcional un serio problema de eclectismo concordancial que urge solucionar en el plano pedagógico. Tal como presentado, dicho problema puede ser apreciado tanto al nivel del discurso como al de la lengua. No obstante, por encima de todas esas consideraciones, lo fundamental a nuestro parecer, es el análisis de la manera cómo el proceso funciona en una y otra estructura, en particular el papel que desempeña el sujeto, habida cuenta de su variación de una frase a otra, en función de la jerarquía de las informaciones aportadas por cada una de las estructuras en presencia. Por otra parte, ha de recordarse que si hablamos de pre-posición, ad-verbio y con-junción, es justamente porque la clasificación de las partes del discurso que representan, desde la perspectiva tradicional grecolatina tiene en cuenta las relaciones funcionales que las palabras contraen en las proposiciones.

En efecto, cabe recordar que varios parametros, principalmente el tiempo del verbo, su aspecto, su sentido así como la estructura de los circunstantes, justifican aparentemente el caráter complejo de esas estructuras en las lenguas evocadas. Todo lo cual hace falta examinar a través del análisis de unas secuencias que hemos elegido particularmente a causa de las dificultades de comprensión que presentan desde el punto de vista funcional. Esto es muy importante, sobre todo cuando sabemos que todo proceso declarado por un verbo supone la existencia de un soporte (sujeto) cuyo lazo con dicho proceso está determinado por una categoría lingüística inestable llamada voz, cuya presencia en la frase es muy determinante en la realización de la concordancia nocional. Esto es un punto que interpela a todos los docentes, principales testigos presenciales de dicha situación en su cotidiano pedagógico, punto que abordamos a través de la revisitación de ciertas consideraciones teóricas que acompañan la noción de concordancia nocional con vista a una explicación de sus matices semánticos en uno y otro idioma. Más que un simple ejercicio de rutina pedagógica, el presente estudio es pues una oportunidad para caminar en los senderos resbaladizos de las teorías y otros conceptos lingüísticos con vista a una explicación de ciertos hechos didácticos de uso corriente; ya que las propuestas que se esbozan a continuación siguen siendo operativas en diversos manuales actuales de enseñanza gramatical de la lengua española y/o francesa. Los planteamientos aquí recogidos se corresponden con los postulados todavía operativos en los diversos paradigmas lingüísticos presentes en la lingüística española de finales de los años ochenta. En esta perspectiva, nos valdremos de ciertos criterios de referencia como base de análisis. Son entre otros, criterios sintácticos, léxicos y conceptuales, sin olvidar el contenido pragmático de la frase.

 

1- Valor del objeto nocional en las construcciones medias: caso de las medias-pasivas y de las impersonales

En las frases pasivas en general, la presencia del morfema se en las construcciones reflexivas conlleva una concordancia nocional. Ahora bien, en la práctica, cuando hacemos la diferencia entre las construcciones medias-pasivas y las pasivas originales, la primera observación que se desprende es que las medias-pasivas, de manera general parecen reducirse a los verbos transitivos cuyo sujeto nocional desempeña un papel temático de agente. Es pues según Maingueneau, D. (1999 :122) « l’existence d’un agent implicite qui distingue les tournures passives pronominales des autres, également pronominales, qui selon les auteurs sont dites «neutres» ou «médio-passives». Este matiz es importante, si reconocemos que las constucciones pasivas son en realidad incompatibles con la noción de reflexividad. Pero la cuestión de fondo es la siguiente, ¿cómo explicar el funcionamiento del objeto y del sujeto nocionales en las construcciones aparentemente idénticas como las medias-pasivas y las medias-impersonales que no obstante presentan en el plano morfológico y funcional diferencias notarias? Esta pregunta no es inútil sobre todo cuando sabemos que las construcciones impersonales en general son diferentes de aquellas cuyos verbos remiten a un sujeto impersonal, principalmente en el caso de los verbos o locuciones meteorológicas en francés: il pleut, il neige…; y los verbos con complemento obligatorio (GN, infinitivo, completivo): il s’agit, il semble… En efecto, hace falta recordar que la concordancia nocional, por encima de los criterios puramente sintácticos, funciona de acuerdo con el contenido semántico y pragmático del enunciado, dificultando de hecho la tarea de comprensión a los alumnos. Observemos a este propósito esas frases en francés y en español.

Ejemplo:     1-*Los coches se detestan en los momentos de averίas.

                   2-A los ladrones se les detesta con intensidad.

                  3-La bouteille s’est cassée

                  4-Les bouteilles se cassent facilement (sont cassables)

 

         Aquí, la primera frase nos presenta una estructura media-pasiva incorrecta en español, habida cuenta de la posisión del objeto nocional respecto del sujeto. Pero, para el alumno, es una construcción normal puesto que paralelamente hay construcciones como es una historia que se cuenta por todas partes. Hay que precisar que en la primera frase, el objeto nocional (los coches), por su posición sintáctica, crea una agramaticalidad que sanciona toda la estructura. En el presente caso, sería mejor decir se detestan los coches… con el respeto en el plano morfosintático del objeto y del sujeto nocionales, principalmente en lo que se refiere a su valor gramatical.

En cuanto a la segunda frase, es una pasiva-impersonal con el sujeto nocional animado, es entonces una construcción normal gramaticalmente hablando. En cambio, los mismos paradigmas no pueden ser ilustrados en las construcciones medias-pasivas sobre todo con los predicados cuya naturaleza es incompatible con un sujeto animado.

Ejemplos:

         La gente odia los consejos / Los consejos se odian con intensidad.

         La gente odia a los sabios / A los sabios se les odia con intensidad.

En la frase (3), el agente no participa en el proceso, mientras que en la frase (4) que traduce una pasiva nominal, el agente interviene de manera decisiva en el proceso. La primera lección que se desprende de esos ejemplos es que tanto en francés como en español, sólo se puede hablar de estructura pasiva cuando en el proceso existe un lazo entre ésta y una estructura activa (siquiera implícita), es decir cuando hay la posibilidad de paráfrasis por un agente humano (de preferencia) indeterminado, on por ejemplo en francés, en una construcción pasiva. En el presente caso, on a cassé la bouteille” no constituye una paráfrasis de (3), mientras que on casse facilement la bouteille” puede ser una paráfrasis de (4). Pero cabe mencionar que en la mayoría de los casos, la distinción entre una estructura pasiva pronominal y una media-pasiva se hace únicamente según los criterios contextuales, opinión que comparte Bernard Pottier (1975:37) cuando afirma: “El diccionario intenta enumerar todos los dominios. Pero la noción de significación es siempre relativa, y supone una situación de discurso que actualiza un dominio. Naturalmente, los lazos con los otros dominios permanecen subyacentes, virtuales, y son la fuente, por ejemplo, de juegos de palabras”

         En este paradigma, notamos que para una concordancia normal, hay que tener cuenta a la vez de la naturaleza del sujeto y del objeto nocionales. Desde luego, nos daremos cuenta de que son aparentemente los contornos del objeto nocional los que determinan o no la realización de una construcción media. Volvamos a examinar el ejemplo de arriba.

         Cuando la acción expresada por un verbo como odiar en la primera frase remite a un sujeto animado y a un objeto inanimado, paciente de la acción verbal, la consecución de esta acción depende más de las cualidades del sujeto detestante (agente) que del objeto detestado (paciente). Comprendemos pues por qué el sujeto no puede ser relegado en segundo plano en una construcción media. En cambio, cuando la acción expresada por el verbo remite a un objeto paciente animado, esto quiere decir que la naturaleza de éste le permite participar de manera activa en la consecución de la acción verbal, de ahí la posibilidad de una construcción media-impersonal en la cual el sujeto nocional queda implícito con importancia mínima. Es el caso de la segunda frase de nuestro ejemplo de arriba. Sigamos a este propósito lo que dice la Real Academia española (1999:1662). «Parece (...) que las propiedades semánticas del objeto nocional (animado o inanimado), que participa en las oraciones medias-pasivas como sujeto gramatical y en las oraciones medias-impersonales como objeto gramatical, son fundamentales a la hora de determinar la posibilidad de que un verbo en particular pueda aparecer o no en construcciones medias.»

         Pero pensamos que la dificultad se presenta a partir del momento en que un sujeto, aunque animado, puede tener las propiedades inherentes que faciliten y permitan que el verbo sea interpretado como si estuviera en una construcción media. Es por el ejemplo el caso de una construcción como las luces reflectantes se ven fácilmente / les lumières refletantes se voient facilement frente a estas montañas se ven fácilmente / ces montagnes se voient facilement (es decir son visibles), que es en realidad una construcción pasiva.

         Hace falta decir pues que el objeto nocional en las construcciones medias en general es un sintagma nominal determinado, antepuesto (a menos que aparezca en la estructuta un elemento focalizado en posición inicial), tema principal de la frase. Su función sintáctica depende usualmente de si la frase en cuestión es una estructura media-pasiva (sujeto) o una media-impersonal (objeto). Además, hay que precisar (a la intención de los alumnos) que el objeto nocional de una construcción madia-pasiva como la de arriba es generalmente un ser animado, a diferencia del objeto nocional de las construcciones medias-impersonales que en la mayoría de los casos es inanimado, permitiendo de hecho la inclusión en las estructuras medias-impersonales de los verbos con sujetos nocionales implícitos, los cuales no pueden funcionar en las medias-pasivas, de ahí la dificultad.

 

2- Las características sintácticas de las construcciones pasivas con SER y las pasivas reflejas

         Cuando examinamos de cerca el funcionamiento de las construcciones pasivas con el auxiliar être traducido en español por ser (expresión de una cualidad inherente del sujeto) o estar (cualidad transitoria) [1], frente al empleo en las mismas condiciones de las formas pasivas reflejas, lo que notamos a primera vista es la inestabilidad o sea el carácter «tectónico» que las acompaña en el plano sintáctico, principalmente en lo que reza con la posición del sujeto en una u otra estructura. Se hablará según las circunstancias de sujeto nocional o de sujeto gramatical, que son en realidad los diferentes valores puntuales profundamente influidos por la anteposición o la postposición del sujeto respecto del verbo que determina el objeto nocional; (hemos examinado unos casos más arriba). Pero, para una mejor comprensión, sigamos esta reflexión de Maingueneau, D. (op.cit :122) « Le passif en être et les constructions en se ont pour point commun de supprimer un des actants du procès, le sujet, en vidant la position objet : le complément d’objet direct y occupe en effet la position sujet. Phénomène que l’on désigne parfois comme une «récession actantielle». Le passif en être le fait en recourant à un verbe attributif, les autres utilisent l’élément se: deux manières d’éliminer l’objet direct. Le verbe être ne peut en effet régir un objet direct et dans son emploi réfléchi se est précisément associé à la disparition de l’objet direct (Paul se voit)».

Aquí, nuestra preocupación es el examen de las especificidades de las construcciones pasivas reflejas, especialmente con el morfema se, habida cuenta de su proximidad con las pasivas con ser, ya que en ciertas circunstancias, las dos estructuras son concurrentes sintácticamente hablando. Se trata pues de establecer los límites de cada una de las dos formas, tomando como base de análisis las frases de uso corriente durante las clases de lengua. De hecho, hemos examinado algunas distinciones fundadas en su mayoría en los matices generalmente imperceptibles, tomando como referencia las construcciones pasivas con être/ser en las cuales no figura ningún agente de la acción verbal (sujeto lógico), introducido por la preposición de o por, con los matices de uso que supone esta segunda preposición en francés, traducida según los casos por pour o par. Se trata pues de poner de relieve las zonas límites entre la pasiva refleja y la pasiva original. A título de ilustración, sometemos a observación este fragmento de Ortega y Gasset (España invertebrada, 51-52) [2] «La unión se hace para lanzar la energía española a los cuatro vientos, para inundar el planeta, para crear un imperio aún más amplio. La unidad de España se hace para esto y por esto (...). El resultado fue que (...) por primera vez en la historia se idea una Weltpolitik: la unidad española fue hecha para crearla».

         En este fragmento, lo que nos llama la atención es el uso por el autor de la pasiva refleja se hace y de la pasiva original fue hecha. Desde el punto de vista funcional, las dos formas se distinguen respectivamente por el uso del morfema se y del auxiliar ser como marca de pasivación, morfológicamente hablando. Aquí el sujeto pasivo es el mismo, ídem con el verbo, con la presencia de una subordinada conjuntiva final basada en el infinitivo crearla. Más sensible todavía es la variación en el uso del tiempo presente / pretérito que a nuestro juicio no es un carácter pertinente en la distinción de una u otra forma de la frase, habida cuenta de que ninguna de las dos formas excluye en su funcionamiento ninguno de los tiempos considerados, a saber se hace y fue hecha, con la presencia en el plano conceptual de un agente implícito, caracterítica de la forma como semantema [3] pasivo.

         Desde el punto de vista pedagógico, es imprescindible, habida cuenta de lo que precede, recorrer en el plano lingüístico a otra aproximación si queremos solucionar de manera satisfactoria esta antinomia. La solución a nuestro parecer se encuentra en la dimensión expresiva del lenguaje. Volvamos a nuestro texto.

         El fragmento constituye un conjunto coherente que gira entorno a una argumentación que culmina en la última frase fue hecha para crearla. Notamos en efecto que se produce una concentración de fuerza expresiva que provoca el paso del presente no histórico al presente de narración pero analítico, se hace, en el pretérito fue hecha que en francés traduce dos ideas aparentemente idénticas, a saber s’est faite y fut faite, que designamos aquí bajo el vocablo de paradiathèse (ejemplo: se faire ruiné, se faire agressé…). Aquí, este valor del pretérito existe frente a las formas derivadas del tema de presente y conlleva al mismo tiempo el cambio que permite pasar de la pasiva refleja a la pasiva original con être, de carácter esencialmente dinámico, la cual en el plano morfosintáctico es precisamente el valor más importante del sintagma ser + participio pasivo (-do, -da). El punto de vista de Fernández Ramírez, S. (1986: 417) es todavía más esclarecedor: «Entendemos por dinámico el hecho de que los momentos sensibles que caracterizan un acto (posición, movimiento,etc) y los intencionales (reales o metafóricos) aparecen de una manera destacada y eficaz en la representación (en el mismo sentido empleamos el término evolutivo».

         Se trata como lo podemos notar del respeto de los criterios expresivos en la delimitación de los contornos de la pasiva original y de la pasiva refleja en sus diferentes manifestaciones sintácticas. Cierto es que son dos formas verbales diferentes desde el punto de vista morfológico pero cuyo matiz no es fácilmente perceptible por los alumnos, matiz que podemos explicar como sigue.

         De manera general, los factores que determinan el uso de la pasiva refleja son los siguientes: la acción iterativa o habitual, los enunciados generales que remiten a las realidades de la vida corriente o cuando el objeto pasivo externo determina el empleo de una pasiva original, es decir con ser. Para mejor comprensión, vamos a tomar unos ejemplos:

         Su éxito se celebra todos los sábados (acción iterativa pero con objeto externo).

         Su éxito se celebrará cuando sea posible (acción puntual pero con objeto interno).

         Todo se descubre a la vista (objeto externo en un enunciado de carácter general).

Las habitaciones son escrupulosamente controladas una por una para comprobar su limpieza (acción iterativa pero con objeto externo).

Para completar esta explicación, presentamos a continuación una tabla que recapitula  las seis clases fundamentales de la noción de voz en español [4], especialmente con los diferentes matices de empleo del morfema se.

 

 

 

 

      Biactancial

     Biactancial

    Monoactancial

    Monoactancial

Activo transitivo

Atributivo pasivo

Atributivo descriptivo

Activo intransitivo

El ladrón hirió a Pedro

Pedro movió los árboles

Pedro se mató con un revólver.

(se= reflexivo)

Pedro fue herido por el ladrón.

 los árboles fueron movidos por Pedro.

 el presidente estuvoacompañado por el ministro.

Pedro está herido

Pedro es médico

Pedro está dormido

Pedro tiene cátarro

hay nieve

Pedro duerme

Los archivos ardieron

Pedro murió ayer

Medio-pasivo

Medio-pasivo

Pronominal

Pronominal

Estos árboles se mueven fácilmente.

Los archivos sedestruyeron en el siglo xvi

El vino se vende bien este año.

Estas casas se vendieron el año pasado.

Se venden estas casas

Yo me voy

Pedro se mató al bajar la escalera

Pedro se levanta

Ese chico se llama Juan

Estos árboles se mueven

 

 

 

        

         Cabe notar pues que la pasiva refleja es muy diferente de la pasiva original desde el punto de vista funcional. A partir de los ejemplos arriba presentados, podemos decir en efecto que la pasiva con ser saca toda su fuerza expresiva y representativa de la estrecha relación que existe entre la acción verbal y un agente declarado o no, pero que actúa en una circunstancia que se intensifica cuando el proceso es momentáneo, y cuando el agente es exterior al contexto en que él actúa, es decir cuando el objeto directo de dicha actividad es algo que tiene su existencia por y en sí mismo. Recordamos que el carácter dinámico de la acción verbal es más presente en la pasiva original que en la pasiva refleja, la cual traduce una polarización de la acción verbal en el sujeto. Dicho de otro modo, la pasiva refleja expresa un proceso o una acción verbal que afecta al sujeto gramatical, el cual corresponde al objeto nocional con los verbos transitivos, semánticamente hablando. Es lo que explica justamente desde el punto de vista morfológico la presencia en las formas reflejas en general de los afijos verbales me, te, nos, os, se.

 

3- El sujeto nocional en las construcciones incoativas, reflexivas y pasivas originales

         Como ya visto en muchos ejemplos, las construcciones incoativas, medias-pasivas y pasivas originales tienen como particularidad el hecho de que sus sujetos gramaticales son al mismo tiempo los objetos nocionales del verbo. Esto es una prueba que su similitud desde el punto de vista morfológico no sufre de ninguna contestación. No obstante, existen variaciones notables entre esas formas de construcción, principalmente desde el punto de vista semántico, en las cuales las pasivas originales y las medias-pasivas, por su semejanza, se distinguen de las incoativas por el contenido del verbo. A partir de entonces, la dificultad para el alumno consiste en descubrir el lazo que existe entre esas formas verbales, y por ende, determinar sus especificidades y eventuales matices en el doble plano semántico y funcional. Esto es un problema recurrente que debería inspirar una reflexión permanente en los profesores, con el fin de disipar los malentendimientos que suele provocar durante las clases de gramática. A título de ejemplo observemos esas secuencias:

         a-El matorral se quema

                   b-En verano los matorrales se queman fácilmente.

                   c-Se quemaron los matorrales para hacer la agricultura

         Esas tres frases son aparentemente idénticas desde el punto de vista semántico, si consideramos únicamente el contenido significativo del mensaje que gira en torno al verbo quemar. Pero no son en realidad idénticas si atendemos a su estructura organizativa, con el verbo quemarse que puede funcionar en cualquier de las tres estructuras, es decir la pasiva original, la media-pasiva o la incoativa, identificándose como verbo transitivo o intransitivo según los contextos de uso. Cuando observamos la estructura de las tres frases, nos damos cuenta de que en la primera, el verbo, además de su carácter intransitivo, traduce desde el punto de vista conceptual un cambio del estado físico del matorral consecutivo a la acción del fuego (estructura incoativa).

         En la segunda frase, el contenido significativo del verbo nos sitúa en una media- pasiva con la presencia de un circunstancial de tiempo (en verano) y de un circunstancial de modo (fácilmente), además de su carácter transitivo.

         En cuanto a la tercera frase, el carácter implícito del sujeto explica la concordancia nocional centrada aquí en el objeto que, sintácticamente desempeña el papel de acusativo. Como en la primera frase, la presencia de un segundo complemento explicita el sentido de la frase. Se trata de (para hacer la agricultura) que en la primera frase desempeña el papel de complemento de destinatario.

         Notamos pues a partir de esos ejemplos que existe desde el punto de vista funcional una fuerte correspondencia entre los verbos que aparecen en las construcciones medias-pasivas y los que aparecen en las pasivas originales con el morfema se, a excepción de los verbos cognitivos como saber y los que rigen una actividad psicológica como odiar, detestar etc. Martín ZORRAQUINO, M. A. (1979: § 3. 1. 4. 2) explica: «Semánticamente, pasivas y medias-pasivas tienen sujetos implícitos, pero en las oraciones medias-pasivas al contrario de las pasivas, el sujeto no sólo no se especifica sino que no resulta especificable».

         Hay que decir pues que en español, aunque la cuestión de la reflexividad esté íntimamente asociada al morfema se, todos esos morfemas no expresan la reflexividad. Además, las construcciones medias-pasivas parecen a nuestro juicio reducirse a los verbos transitivos cuyo sujeto nocional es agente, lo que no es el caso para las construcciones incoativas cuya característica principal desde el punto de vista nocional o semántico quiere que el verbo que evoluciona en su seno denote un cambio físico o psíquico perceptible como algo espontáneo, es decir sin intervención de un agente. En esta perspectiva, hemos de precisar que aquí el semantismo del verbo determina el tipo de frases que constituyen las construcciones incoativas, ya que todos los verbos que aparecen en las construcciones pasivas originales y medias-pasivas no se relacionan con las construcciones incoativas, como ya señalado. Esta precisión no es inútil ya que permite esclarecer las dudas que permanecen en la interpretación de los matices entre esas tres construcciones pasivas. De igual manera, el alumno puede, a partir de entonces, saber que si no hay una diferencia desde el punto de vista conceptual entre dichas formas y si el verbo de una construcción pasiva es imperfectivo, los significados medio y pasivo se confunden muy a menudo, tal como lo demuestra esta secuencia sacada de Alarcos Llorach (op.cit):

Ejemplo: Estas novelas no se venden bien.

         Semánticamente, esta oración abre el paso a dos lecturas. Primero, una interpretación pasiva en la cual el predicado expresa una situación que afecta al sujeto estas novelas, y luego una interpretación media en la cual está presentada una propiedad intrínseca del sujeto estas novelas. En este contexto, pensamos que la diferencia sólo puede ser explícita tras una subordinada causal que especifique una u otra postura. En este caso y según opina Alarcos Llorach, podemos tener dos estructuras como las siguientes:

-Estas novelas no se venden porque no son interesantes.

-Estas novelas no se venden porque se han agotado, etc.

         Otra vez, ha de notarse que de una estructura a otra, los matices semántico y funcional son tributarios de los elementos exteriores que intervienen en la oración por añadidura, para completar y especificar el sentido del sujeto y/o del objeto nocionales. Kärde SVEN (1943) hizo un estudio muy interesante sobre el tema de sujeto indeterminado o general en español. He aquí una de sus conclusiones, un tanto esclarecedora de la situación que examinamos aquí. Dice en sustancia lo que sigue:

         Cronológicamente, las construcciones medias son anteriores a las pasivas y a las impersonales con se, las cuales intervienen sólo en el momento en que la idea de acción expresada por el verbo supone necesariamente un agente. De ahí la idea de la impersonal principalmente en las construcciones medias. Esta conclusión de Kärde SVEN nos inspira una reflexión.

         Un solo hecho justifica las declaraciones del autor para con la evolución cronológica de las construcciones con se. En efecto, el francés parece contar más con las construciones medias que con las pasivas con se, como las que encontramos en español. Para ilustrar nuestro propósito, notamos que las construcciones como les pommes se mangent en automne / las manzanas se comen en otoño o cet appareil se manipule difficilement / este aparato se maneja con dificultad, son verosímilmente construcciones medias y no pasivas. Por ejemplo no es posible gramáticalmente hablado decir *les pommes se sont mangées à midi / las manzanas se comieron a medio día. Todas esas oraciones –hay que advertirlo- son de uso corriente en clase de lengua y son casi siempre objeto de interpretaciones erróneas por parte de los alumnos. Teniendo cuenta de ellas, cabe decir que la evolución de las construcciones con se es menos marcada en francés que en español como ya señalado en la parte consagrada al sujeto.

         En suma, las construcciones incoativas, medias-pasivas y pasivas originales, aunque giran todas en torno al sujeto y al objeto nocionales, presentan desde el punto de vista conceptual y funcional dos diferencias notables cuya comprensión está supeditada a una interpretación adecuada del mensaje. Frente a esta dificultad, una explicación del profesor es siempre necesaria. He aquí una.

         En las construcciones medias-pasivas, el objeto nocional del verbo corresponde al sujeto gramatical de la frase al mismo título que en las construcciones pasivas. Cuando comparamos el sujeto gramatical de las construcciones pasivas al sujeto de las construcciones medias-pasivas (ya lo hemos visto en varios ejemplos), notamos que el primero es postpuesto al verbo mientras que el segundo es antepuesto. En esta perspectiva, parece un hecho normal que el sujeto sea determinado en las construcciones medias, en relación con su anterioridad para con el verbo, mientras que el sujeto de las construcciones pasivas generalmente posterior al verbo puede ser indeterminado. El problema fundamental es pues el de la postura del sujeto y del objeto nocionales en los giros de connotación pasiva, que sean medias o incoativas. La respuesta estriba a nuestro parecer en la interpretación adecuada de la función del sujeto gramatical, objeto nocional de las construcciones medias-pasivas en el discurso. Bien hecha, esta interpretación puede facilitar considerablemente la tarea de comprensión en los alumnos a todos los niveles durante las clases de gramática.

 

         4- Flexión y dificultades de interpretación de la voz pasiva en pedagogía de lengua

Según J. LYONS (1971:202) “La Flexión estudia la estructura interna de las palabras, sus formas, que expresan las relaciones (los distintos accidentes) que mantienen con otras palabras en la oración. La Flexión describe las declinaciones de los nombres, adjetivos, y pronombres y las conjugaciones de los verbos, con arreglo a modelos selectos de selección o paradigmas”.

         Nuestra preocupación aquí descansa en la flexión de la voz pasiva, y sobre todo la idea que se hace de esta noción en francés y en español. En efecto, si consideramos la bivalencia acción/pasión empleada por la tradición grecolatina para explicar la doble noción pasividad / actividad como base de la voz en español y en francés, nos damos cuenta de inmediato, para defraudarnos que existen construcciones sintácticas autónomas de significación pasiva como las pasivas perifrásticas inglesas o francesas como I am loved / je suis aimé; you are loved / tu es aimé, etc. A partir de entonces, cabe preguntar si se trata sólo de una variante de las construcciones copulativas, ya que dichas construcciones se hacen a partir del verbo ser al cual se añade un participio generalmente adjetivo. Pero cuando pasamos revista de los diferentes trabajos consagrados al tema, los diferentes análisis que se desprenden de ellos son demasiado llamativos sobre la noción de pasividad en su globalidad. Vamos a repasar unos casos.

         Para Gili Gaya (1961:126-127), por ejemplo, cuando observamos las características del morfema se, en las construcciones reflexivas e impersonales activas, nos damos cuenta de que presenta variaciones funcionales importantes. Enumera unos casos: reflexiva acusativa (los niños se lavan), reflexiva dativa (los niños se lavan las manos), dativa ética (él se hizo construir un chalet), signo de participación del sujeto (el perro se comió toda la ración), signo de pasivo original (los pájaros se alborotaron por el ruido), signo del pasivo impersonal (se han descubierto sus trampas), signo del activo impersonnal (se prohibe fumar). Teniendo en cuenta estos ejemplos, notamos que la intervención pasiva del sujeto en un proceso es gramática y psicológicamente una participación de éste en el proceso en cuestión. Esto parece vigente desde los tiempos remotos así como lo muestra este fragmento del Cid: non se fase assi el mercado (Cid, verso 139) [5].

         Se puede evocar también los trabajos de Monge, F. (1955) para quien, se es un indicio morfológico de la medialidad. Aquí, el valor medio sería el significado en lengua de se en los giros evocados, lo que vuelve a decir que las razones contextuales son determinantes tanto en los casos de las pasivas impersonales como en las impersonales activas.

         Alarcos Llorach, E. (1980:90-95 y 163-173) parece defender una postura un poco más original, pero que no se aparta mucho de la de Gili Gaya, cuando dice que en las estructuras se admira a los héroes o se canta, lo importante es excluir el sujeto de manera que la construcción sea impersonal y no pasiva.

         Otro análisis digno de mención es el de Bernard Pottier (1979:67-91) y Gutièrrez Ordoñez, S. (1986: 85-113). En su visión, ambos lingüístas, desde una perspectiva funcionalista inspirada del estructuralismo norteamericano de Bloomfield, establecen una relación estrecha entre construcción pasiva y construcción atributiva fundada esencialmente en el valor sintáctico de cada una de las dos estructuras.

No podemos descuidar la tesis generativista si queremos examinar el problema en todas sus dimensiones. Defendida por F. Lázarro Carreter (1980:61-73), V. Demonte (1983:141-157), (por citar sólo unos nombres), su argumentación quiere que la pasiva perifrástica sea considerada como una copulativa de tipo particular.

         Todas esas visiones divergentes justifican las diferencias y las distancias que intervienen a la hora de interpretar y explicar el funcionamiento de la voz pasiva en francés y en español. Claro es que la explicación usual durante las clases de lengua es muy simple cuando opone generalmente la llamada voz activa a la pasiva, ambas fundadas en la noción muy controvertida de sujeto agente, realizador de la acción verbal, que se convertiría en paciente cuando sufre dicha acción. Esto suscita una pregunta, la de saber si una construcción pasiva puede funcionar como una atributiva y en ciertas medidas como una copulativa de tipo particular. Si tal es el caso, ¿cuáles son los elementos que pueden permitir a un alumno delimitar las fronteras de una construcción pasiva si se considera que esta noción incluye a la vez las medias-pasivas y las incoativas?

         En realidad, cabe subrayar que para que haya voz pasiva, hace falta la presencia en la frase de un corolario formal con contenido pretérito. Ahora bien, en la pasiva la edición fue reducida, por ejemplo (Alarcos Llorach:op.cit), la perifrasis fue reducida no nos permite afimar que la idea del pasado culmina en el participio pasivo reducida tal como funcionaría en Rita ha reducido sus ingresos, tampoco en la unión de fue y reducida, que es el momento en que la frase la edición fue reducida puede prestarse a varias interpretaciones. Puede significar fue poco abundante, o sea fue disminuida que es aparentemente el sentido que presenta la gramática tradicional.

         Pensamos pues que la idea del pasivo está fundamentalmente asociada al contenido significativo de la frase, ya que a veces una misma situación puede presentarse en una perspectiva activa y en seguida pasiva, sin que la voz activa del principio haya variado de sentido.

Ejemplo: Una palanca sostenía el volante.

                      El volante colgaba de una palanca.

En su fondo, ambas oraciones son idénticas si atendemos a su sentido, eso, a pesar de los matices de forma que tienden a introducir en la segunda oración una idea del pasivo. Si tenemos cuenta de todos esos elementos, quizá podamos dar razón a los funcionalistas cuando dicen que la perifrasis española ser + participio debe considerarse gramáticalmente como una atributiva basada en el participio y no en el adjetivo. En esta perspectiva, se comprende por qué el sustituto pronominal de la pasiva y del atributo es generalmente el pronombre neutro lo, que puede afectar la totalidad del predicado, tanto en un caso como en otro. Vamos a examinar unos casos en francés y luego en español:

         Ces informations sont fausses > elles le sont

         Estas infomaciones son falsas > lo son.

         Ces informations sont bien divulguées > elles le sont.

         Esas informaciones son bien divulgadas > lo son.

         Ces informations sont fausses du fait de certains indices > elles le sont.

         Esas informaciones son falsas por ciertos indicios > lo son.

De igual modo, en una construcción pasiva en francés como ce joueur est diminué, la idea del pasivo que culmina en diminué puede designarle como participio o como adjetivo. Por otra parte, este participio puede ser asimilado a un atributo al mismo título que un sustantivo. En este caso, el atributo remitiría a un participio sustantivado, un diminué por ejemplo, que es un calco gramatical a nuestro parecer bien aceptable en francés. Aquí, no necesitamos a la fuerza un complemento de agente diminué par son âge por ejemplo para que la frase sea correcta desde el punto de vista semántico.

         Teniendo cuenta de lo que precede, podemos decir que la pasiva y la copulativa, pueden funcionar con ser u otros verbos equivalentes en español como estar, parecer, etc. o sus corolarios franceses sembler, avoir l’air, paraître, éter, etc. Ambas están basadas esencialmente en el atributo o en el adjetivo (según los casos),  como lo demuestran las frases siguientes :

                   El estadio es / está / parece construido con piedras.

                   Le stade est / semble construit en pierre.

                   Este libro es / está / parece viejo.

                   Ce livre est / semble / paraît vieux.

A partir de estos ejemplos, podemos afirmar que no hay duda en cuanto a la bivalencia del pasivo considerado a la vez como atributo y adjetivo, aunque en ciertas circunstancias, la perifrasis ser + participio puede ser considerada como una construcción sintáctica, independientemente de su carácter copulativo. Ángel López García (1996: 440) explica: «El participio de la pasiva sólo puede ser sustituido por otro participio (conmutación léxica), el adjetivo o participio de la copulativa admite, además, la sustitución por construcciones que no incorporan un adjetivo o participio, aunque equivalgan funcionalmente a él (conmutación estructural)».

         Recordamos que Ángel López García pertenece a la tendencia generativista según la cual, la pasiva es asimilable a una copulativa de tipo particular. A partir de entonces podemos comprender el contenido sintáctico de ciertas estructuras sinónimas tales como je suis enceinte / je suis en gestation (français) o estoy libre / estoy en libertad (espagnol), que corresponde en francés a je suis libre / je suis en liberté. Sin embargo, pensamos que la característica fundamental de la pasiva está marcada por la confluencia de funciones entre el auxiliar y el participio, es decir que la perifrasis ser + participio debe ser considerada como algo común entre los dos, constituido de dos elementos solidarios y cómplices. Lo que no es el caso con la copulatividad desde el punto de vista funcional. Sea la siguiente frase:

Fui arruinado.

En esta secuencia, la idea del pasivo viene encarnada por la suma ser + participio y no por una parte aislada del conjunto. Esta idea sería todavía más intensificada por la presencia de un complemento de agente que puede ejercer la acción verbal, a diferencia de la copulativa que se limita en presentar la acción verbal sin complemento de agente implícito como lo podemos averiguar en las siguientes secuencias:

         Marie est malade+ au marché + ... (copulativa)

Marie est ruinée + punie + ... (pasiva).

Aquí, hay que señalar el carácter unívoco del auxiliar francés être frente al desdoblamiento del mismo auxiliar en español ser/estar, lo que no facilita la tarea de comprensión a los alumnos sobre todo en lo que se refiere a la interpretación de las construcciones pasivas. Frente a este matiz, hace falta precisar que las construcciones copulativas, como remiten de manera implícita a la idea de pretérito, deben considerarse como las pasivas léxicas ya que su comprensión está estrechamente unida al contenido léxico de las palabras que las constituyen. Paralelamente, la pasiva clásica debe ser considerada como una construcción verbal en el sentido pleno del término, pero sometida al contenido sintáctico de la frase. Lo que permitiría la comprensión de las secuencias como Marie est malade / Marie est ruinée, o l’information est fausse / l’information est faussée. El español diría la noticia es falsa / la noticia es falseada. Aquí, hay que notar que la construcción copulativa no admite una conversión en pasiva refleja tampoco en transitiva activa, mientras que con la pasiva eso es posible. No podemos decir por ejemplo *la noticia se falsea mientas que con la expresión pasiva la noticia es falseada, hay alternancia sintáctica con la noticia se falsea puesto que la idea remite a la noticia fue falseada por los periodistas por ejemplo, equivalente de la expresión asertiva los periodistas falsearon la noticia. Esos ejemplos nos permiten deducir que la diferencia entre las construcciones pasivas y las copulativas está marcada esencialmente por los complementos distribucionales basados sea en un cuantificador (mucho, poco etc) sea en un adverbio (completamente, anormalmente, etc.).

         La polémica tal como se presenta parece conducirnos a un callejón sin salida, si nos limitamos exclusivamente al valor sintáctico de una y/u otra estructura, en vez de hacer prevalecer también el elemento metalingüístico para facilitar el análisis. A este propósito, damos la palabra a J. Ma Brucart (1990: 179-229) que, después de un estudio pormenorizado sobre las construcciones pasivas, nos presenta la quintaesencia de sus trabajos en estos términos: “En la pasiva lo que ocurre es que el participio no otorga caso a su objeto directo ni papel temático a su sujeto, por lo que el objeto directo tiene que ocupar la posición del sujeto al tiempo que el agente se inhibe”. Esta postura la comparte Maingueneau, D. (op.cit).

         Como conclusión parcial, es menester saber que la explicación y comprensión del funcionamiento de la voz pasiva en francés y en español son tributarias de las características sintácticas de cada forma de frase que la representa, con sus diferentes variaciones que hace falta interpretar, ya que según las circunstancias enunciativas pueden remitir sea a la atribución sea a la copulación. La percepción pasiva consiste en una preeminencia del nivel de la concordancia sobre el nivel de la rección, marcada esencialmente por el predominio del verbo sobre los elementos de la frase. Es lo que justifica la concordancia clítica, que el objeto directo impone al verbo para transformarse en una concordancia morfológica de tipo subjetivo, habida cuenta de que en estas circunstancias el sujeto se convierte en objeto circunstancial.

 

 

5- De las construcciones inacusativas a las pasivas perifrásticas

 

         Hemos examinado más arriba en la parte consagrada a los problemas inherentes a la interpretación de la voz pasiva algunos casos de construcciones pasivas perifrásticas del tipo ser + participio, en sus diferentes manifestaciones sintácticas y semánticas. Ahora, vamos a analizar los matices relacionales entre esas construcciones, es decir las pasivas perifrásticas y las inacusativas ya que en el plano sintáctico, su característica común es que su sujeto sintáctico es objeto nocional del verbo transitivo. Además, en las construcciones perifrásticas, el sujeto nocional puede expresarse mediante un agente. Esos matices funcionales originan evidentemente numerosos errores de interpretación en el análisis sintáctico de los enunciados en francés y en español por parte de los alumnos. Observemos estos ejemplos:

         El capitán hundió el barco.

         El barco se hundió.

         El barco fue hundido por el capitán

Esos tres enunciados nos presentan tres construcciones diferentes que desde el punto de vista sintáctico giran en torno a una misma idea, el hundimiento del barco. Pero lo que más nos interesa es el papel del verbo en la determinación de la forma de la frase. Si tenemos cuenta de estos criterios de base, tendremos en la primera frase por ejemplo una construcción acusativa agentiva con un verbo transitivo que remite toda la carga de la acción verbal al sujeto gramatical. La segunda frase en cambio es una media-pasiva que traduce una inacusativa. En cuanto a la tercera frase, traduce una pasiva clásica. Estos ejemplos nos inspiran una reflexión.

         Las propiedades morfosintácticas que determinan aquellas estructuras muestran que las construcciones pasivas tienen características similares a las de las incoativas. Idea compartida por David Perlmutter (1978: 157-189), cuando después de un estudio sobre las pasivas impersonales e inacusativas nos dice lo que sigue:

         «La inacusatividad viene determinada por la semántica del verbo y aparece codificada en su sintaxis. Aunque forma y significado aparecen, pues, fuertemente ligados en la formulación inicial de la hipótesis de la inacusatividad, lo cierto es que los diversos estudios sobre estos verbos dentro de las gramáticas formales se han centrado bien en la semántica, bien en la sintaxis de los verbos inacusativos y sólo recientemente se ha intentado derivar el comportamiento sintáctico de estos verbos de ciertos componentes de su significado» (traducción de la Real Academia: op cit).

         A partir de esta explicación, podemos sin ningún género de dudas afirmar que los criterios sintácticos y semánticos desempeñan un papel determinante en el análisis funcional de las construcciones inacusativas y pasivas perifrásticas. Estos elementos nos permiten descubrir todas las posibles restricciones en la formación de las pasivas perifrásticas.

         En el plano sintáctico por ejemplo, las construcciones pasivas perifrásticas se forman generalmente con los verbos transitivos, aunque todos estos verbos no pueden funcionar en las construcciones pasivas. La Real Academia (1931:§ 449) explica: «No se pueden formar oraciones pasivas con verbos de percepción sensible o intelectual con complemento de infinitivo».

         Cuando decimos, por ejemplo, veo encender la luz, no es posible el giro pasivo *la luz es vista encender. De la misma manera, ciertos verbos admiten en teoría la pasiva mientras que en la práctica no la aceptan. En este registro, tenemos una construcción como yo tengo pocos libros que remite a un giro pasivo inadmisible como *pocos libros son tenidos por mí; o yo duermo la siesta que traduce una pasiva incorrecta *la siesta es dormida por mi. Cabe precisar pues que esas variaciones son generalmente asociadas al contexto enunciativo de la estructura pasiva en cuestión. En el presente ejemplo, el hecho de que el sujeto preverbal no esté acompañado por un determinante es un factor que a nuestro parecer influye considerablemente el contenido sintáctico de la frase. De ahí la necesidad para el profesor de explicar los matices funcionales que caracterizan las construcciones inacusativas y perifrásticas, teniendo siempre cuenta del valor semántico de cada cláusula en su contexto de uso.

         Cuando examinamos los ejemplos de arriba, notamos que dos factores aspectuales parecen determinar la formación de las pasivas perifrásticas en español. Se trata del aspecto léxico del verbo, es decir su contenido perfectivo o imperfectivo, y su aspecto sintáctico respectivamente. Los dos se manifiestan en el tiempo verbal del auxiliar así como lo muestran los siguientes enunciados:

         La puerta fue rota (acción perfectiva, presencia facultativa de un agente) / La puerta es rota (acción imperfectiva, presencia obligatoria de un agente)

         María fue amada (acción perfectiva, presencia facultativa de un agente) / María es amada (acción imperfectiva, presencia obligatoria de un agente)

         Aquí, hay que notar con los verbos perfectivos que además de su compatibilidad con los tiempos imperfectivos especialmente en las frases donde la pasiva expresa una acción reiterativa, es posible tener las frases donde la pasiva expresa una acción puntual como este extracto de Diario de Madrid (22-04-35) sacado de Fernández Ramírez, S. (op.cit):

         Es desarmado y atiza y luego media y un pinchaza.

En esta frase, el carácter puntual de la acción verbal no tiene nada que ver con su naturaleza inacusativa y pasiva que en estas circunstancias presenta generalmente la acción verbal como perfectiva. Dejamos la palabra a Fernández Ramírez, S. (op. cit.: 424): «Este presente puntual pasivo es en realidad un presente analítico. Implica o bien que el testigo (real o ficticio) del acto de noticia de él en el mismo momento que se produce (con simultaneidad real o ficticia) o bien que el expositor no ha sido testigo de los hechos, pero se apoya en un relato establecido o que él da por supuesto, de tal modo que el momento de su exposición es de una manera real, no ficticia, simultánea al momento del análisis».

         Lo que hace falta subrayar aquí es la simultaneidad entre el momento del relato y el del análisis de la acción verbal. En efecto, notamos que la pasiva puntual se manifiesta no sólo en los tiempos con valor puntual sino también en el futuro y el subjuntivo, así como lo muestran estos fragmentos:

  Pachequín el Barbero, que fue llamado para raparle las barbas (...) [Valle Inclán, Los cuernos de Don Friolera oc, I  1709].

Sin embargo, Petra, esa hija natural (...) será reconocida [J. Benavente, Gente Conocida, III, V, 184]

Se puede deducir de estos ejemplos que todas las restricciones sintácticas presentadas por las construcciones pasivas afectan de facto las construcciones activas correspondientes. Esta consideración es sobre todo aspectual. A este propósito, no nos parece una coincidencia estéril el hecho de que el morfema de participio pasivo -do sea el mismo que el morfema de los tiempos compuestos en español ha cantado, había cantado, etc., con indicación del carácter perfectivo de la acción verbal o del predicado. Señalamos que el morfema de participio es incompatible con los verbos imperfectivos léxicamente hablando, los cuales no pueden funcionar en las construcciones pasivas como es el caso con los verbos perfectivos. Esto es muy importante puesto que es una postura que entra en contradicción con la de Gili Gaya (1961) y Alcina y Blecua (1975) para quienes los verbos perfectivos pueden funcionar libremente en las construcciones de pasivas perifrásticas con ser al contrario de los verbos imperfectivos. Pero aquí, las consideraciones de carácter aspectual no tienen ninguna influencia en la noción de actividad o de acusatividad.

En cuanto a la pasiva con estar + participio, su naturaleza controvertida se justifica por el caráter inacusativo del verbo, especialmente en las secuencias como la casa está construida… Claro es que la gramática tradicional evoca los criterios sintácticos y funcionales para decir que si de manera general las pasivas con ser expresan una acción que recae sobre un sujeto paciente, las construcciones con estar por su parte traducen el resultado de dicha acción. Esto nos da dos estructuras importantes, una pasiva original con ser y una pasiva resultativa con estar. La Real Academia (19992: 1623) explica: «La construcción con estar expresa el estado resultante de la acción del verbo, mientras que la constucción con ser expresa tanto la acción como el resultado. Esa es la diferencia entre por ejemplo, la ciudad está destruida y la ciudad fue destruida»

         En suma, hace falta decir que las construcciones perifrásticas con ser, prototípicas de las pasivas verbales en español favorecen la presencia de los verbos perfectivos, habida cuenta del carácter perfectivo del propio participio pasivo. Esto toca esencialmente a las características propias a una serie de verbos y construcciones del sistema verbal español que tienen la particularidad de guardar como sujeto sintáctico un objeto nocional fundado en los verbos inacusativos, aunque la clase de los verbos inacusativos no sea uniforme desde el punto de vista semántico. Hay que incluir en ellos los verbos de cambio de estado físico que conducen a las estructuras incoativas, los verbos que traducen la idea de existencia que, aunque distintos entre ellos desde el punto de vista semántico, tienen propiedades comunes que les diferencian de los demás verbos intransitivos, habida cuenta de su pertenencia a una misma clase sintáctica. Esta discriminación de clase entre los verbos intransitivos tiene su justificación en la naturaleza particular del sujeto sintáctico de las construciones inacusativas y no ergativas. [6]

 

6- La medialidad en la pasiva impersonal

                  

El concepto de mediación ha desempeñado un importante papel en las teorías lingüísticas conductistas como la de L. Bloomfield. Hablando de estas teorías, Jean Dubois (1979:417) nos refresca la memoria diciendo lo que sigue: «Entre el estímulo inicial (objeto, propiedades del objeto) y la respuesta verbal que se encuentra al final de una cadena de acciones, hay unos eslabones intermedios que son a la vez respuestas a los estímulos que les preceden y estímulos para los eslabones siguientes (estímulos1 - respuesta… estímulos2 - respuesta). »

         Estas teorías, tales como vienen presentadas están fundamentadas en la morfología y la sintaxis de las oraciones. Pero, lo que más nos interesa aquí son los llamados «eslabones intermedios» que son a la vez una respuesta a las ideas que vienen antes y las que vienen después en la trama que constituye el proceso de comunicación. Hemos visto más arriba el valor sintagmático del verbo (verbo transitivo, intransitivo, perfectivo, imperfectivo, etc.) en las variaciones semántico-funcionales de la frase en francés y en español. Esto nos ha permitido analizar algunos casos de figuras que nos van a facilitar la explicación del funcionamiento de la llamada voz mediativa en francés y en español, haciendo hincapié en la pasiva impersonal habida cuenta de la semejanza entre ambas variantes en el plano sintáctico.

         La pregunta legítima que surge naturalmente es la de saber la diferencia entre voz media y voz mediativa y eventualmente el tipo de relación que existe entre ambas voces, para con la pasiva original en ambos idiomas. A este interrogante, hay que decir lo siguiente. La diferencia entre ambas voces viene marcada esencialmente por el contenido semántico de cada una de las dos estructuras en el plano pragmático, con la voz media que remite a un sistema de desinencias verbales que se emplean sobre todo cuando el sujeto está particularmente interesado por la acción verbal. Es decir, cuando dicha acción se ejerce en la esfera del sujeto con un interés pronunciado manifestado por éste. En su funcionamiento, la voz mediativa no se considera como marcada en función del interés del sujeto y para con la acción verbal. Aquí, la relación entre el sujeto y la acción verbal se define esencialmente en término de intermedio, al contrario de la voz pasiva que considera como primordial la posibilidad para ella de considerar a un sujeto que corresponde, desde el punto de vista del papel desempeñado por su referente en el proceso, al objeto de la estructura pasiva correspondiente. Pero persiste la confusión porque esta explicación no parece tener cuenta de todos los detalles de uso que conocen las formas pasivas, sobre todo cuando examinamos los contornos de la pasiva impersonal en francés.

Ejemplos :   a- Il est crée au sein de l’armée une unité spéciale.

                   b- Ces pommes se consomment crues.

                   c-Juan Carlos édifia un monument en l’honneur des rois catholiques.

Esas oraciones traducen la idea del pasivo de tres maneras diferentes, en función de la morfología de cada una de ellas. La primera es una pasiva impersonal donde el objeto nocional no guarda aparentemente ninguna relación sintáctica con el sujeto nocional. De hecho, la concordancia ahí viene determinada por el contenido semántico de la oración cuya reformulación nos daría una estructura sinónima del tipo une unité spéciale est créée au sein de l’armée, en la cual la presencia del auxiliar être justifica la concordancia con el objeto nocional que es une unité spéciale. Para los alumnos, el no respeto de esta concordancia en la primera frase no se justifica ya que el verbo remite a un complemento de primer grado, acusativo femenino. Pero, dicho complemento es un predicado sin influencia alguna sobre la concordancia nocional tal como viene presentada aquí.

         En español, la situación no es menos complicada, con una estructura como se ha creado en el ejército una unidad especial cuya transformación nos daría una unidad especial está creada...con concordancia sujeto-objeto. Notamos pues que en la frase francesa, el impersonal se sitúa a nivel de il, que no debemos confundir con el pronombre personal 3a persona singular, ya que en el presente caso il es un indefinido. La pasiva impersonal tiene como particularidad el hecho de que funciona como un empleo asujetal del pasivo, es decir que no remite automáticamente al sujeto. La dificultad aquí en el plano teórico es que este tipo de uso no representa en la estructura pasiva un proceso capaz de permitir la identificación de un complemento sujeto, como ha de esperar. La regla quiere en efecto que en un primer momento, la transformación pasiva favorezca el cambio del objeto en posición de sujeto y que luego se aplique la transformación impersonal que quita al constituyente en cuestión el estatuto de sujeto colocándole en posición postverbal. Pero esto supone una etapa intermedia que no puede corresponder a una frase aceptable en francés.

Ejemplo : Il a été décidé de procéder à un sondage./ *De procéder à un sondage a été décidé.

En cuanto a la segunda frase de nuestro ejemplo, ces pommes se consomment crues, se trata en realidad de una pasiva impersonal refleja, donde el indicio de sujeto contenido en el morfema se no traduce aparentemente ninguna concordancia. Hay en la estructura una omisión de sujeto con un verbo que guarda en la interpretación pasiva una actividad que le separa de la voz pasiva clásica. Denis CREISSELS (op. cit.283) explica : «Dans de tels cas, il ne semble pas possible d’analyser le morphème de passif que présente la forme verbale comme la trace d’une opération de promotion d’un complément au statut de sujet».

Pero cuando examinamos el contenido de las construcciones pasivas en general, es decir cuando hacemos la pregunta en términos de diátesis y no de voz, notamos que las consideraciones semánticas acción/pasión propias de las construcciones reflejas permiten hablar de una cierta medialidad que, al mismo título que las voces activa y pasiva tiene como soporte el objeto y el sujeto respecto de la acción verbal. Volvamos a nuestro ejemplo de arriba: Juan Carlos édifia un monument en l’honneur des rois catholiques.

          En este ejemplo, no hay problema en cuanto a la postura del sujeto y del objeto nocionales, ya que dichos elementos permiten la clasificación natural de la frase como estructura activa basada en el principio muy controvertido de agente/paciente. No obstante, el sujeto agente puede, desde el punto de vista conceptual actuar en primer o segundo grado con respecto a la acción verbal. En el presente caso, es imposible ver a Juan Carlos en una tarea cualquiera de construcción de monumento, aunque interviene para depositar la primera piedra. Aquí, el proyecto sólo puede realizarse merced a un intermediario, un arquitecto por ejemplo. Esta medialidad es prueba de que la acción no transcurre directamente en la esfera del sujeto, de ahí el término de voz mediativa que nada tiene que ver con la voz media basada esencialmente en la reflexividad con el morfema se. En francés, ciertos verbos como (s’exciter, s’irriter, por ejemplo) dan al sujeto el doble carácter activo / pasivo, ilustrándose como pasivos impersonales. Desde el punto de vista semántico, son diferentes de las pasivas originales porque tienen una parte de responsabilidad (acción) y una parte de irresponsabilidad (pasión). Sigamos esta explicación de J. Stefanini (1962), que nos presenta la sustancia de un estudio que hizo sobre este tema:

a.     Une fois que le sujet est défini comme actif-passif, il est impossible de l’impliquer dans un procès simplement actif (je, me / le lave).

b.     Si l’on veut renforcer le caractère réfléchi et l’exclusivité du sujet comme support du procès, il est possible d’ajouter un pronom tonique à l’adverbe d’insistance (se tuer soi-même).

Notamos que es difícil llega a una solución ad hoc en las situaciones particulares como estas, puesto que las expresiones como je me y le lave en francés son comparables a la coordinación oblicua *je te y le lave. Esta precisión permite también hacer la diferencia entre las construcciones pasivas puras y las factitivas en las cuales interviene también un intermediario.

         En resumidas cuentas, podemos decir que desde el punto de vista morfológico, la concordancia sujeto-objeto está orientada por los morfemas verbales y los clíticos reflexivos en el caso de la voz media porque no existe en realidad una conjugación media en el sentido pleno del término. En cuanto a la madiación, funciona de acuerdo con el contenido pragmático del mensaje.

 

7- Del deponente a la seudoreflexividad: el rigor sintáctico del idioma inglés frente a la flexividad del francés y del español

 

         El concepto de reflexividad que examinamos desde el principio del presente estudio como reforzamiento de la concordancia del sujeto sobre el predicado presenta unas características particulares que la diferencian de las demás formas de expresión en el funcionamiento de la frase francesa y/o española. Esas características constituyen la principal dificultad a la hora de estudiar los diferentes formantes que determinan esta percepción particular, ya que al admitir de manera perentoria que la cuestión de la reflexividad está íntimamente ligada al morfema se, nos confrontamos desafortunadamente a las construcciones gramaticales correctas con se no reflexivo. Esta ambivalencia y ambigüedad tienen una explicación, si atendemos al funcionamiento de los deponentes que corresponden, la mayoría de las veces, a los verbos intransitivos o pronominales españoles, aunque no siempre. A este propósito, Jean Dubois (op.cit:178) nos dice: «Se llama deponente a la voz media del latín, es decir, según el análisis de los gramáticos latinos, a los verbos que han «abandonado» (deponere) la flexión activa para tomar la flexión pasiva, aun conservando su sentido». No volvemos a la definición que nos proporciona J. Lyons (op. cit) acerca del término Flexión. Pero cabe mencionar que la explicación de Dubois, J. pone sobre el tapete toda la problemática de la seudoreflexividad en las lenguas romances, con el antagonismo entre el se reflexivo y no reflexivo, en la concordancia nocional que gira esencialmente entorno al sujeto (agente) y al objeto (paciente), considerados como espina dorsal de la noción de reflexividad. De ahí la pregunta: ¿cómo y en qué se reconoce una estructura seudoreflexiva?, ya que el mofema se usualmente considerado como indicio natural de la reflexividad es desde el punto de vista morfológico el que caracteriza también a la seudoreflexividad.

Ejemplo:     Juan se marcha.

                   Juan se arrepiente.

Tenemos aquí dos verbos pronominales intransitivos marcharse y arrepentirse. Atendiendo a la morfología de las dos secuencias, no hay dudas que son dos estructuras cuyo sentido está orientado por dos verbos cuya particularidad consiste en regir una cualidad ambivalente acción/pasión. Ahora bien, si está admitido que la noción de reflexividad supone que la acción verbal vaya del sujeto y recaiga sobre el mismo sujeto, hay problema en cuanto a la identificación de una u otra como parte integrante de la voz media o pronominal. Martín Zorraquino (op.cit : 97-98) explica: «La construcción pronominal indica y expresa siempre un proceso cuya sede está en el sujeto gramatical, un proceso que no tiene lugar en él, que se resuelve en él y que coincide por ello, nocionalmente, con los llamados procesos intransitivos y con la diateidad media, con la medialidad...».

         Teniendo cuenta esta definición, no es posible identificar en nuestro ejemplo una acción verbal que salga del sujeto para recaer sobre el mismo sujeto. De la misma manera, no son reflejas las estructuras siguientes:

         Juan se maravilló.

         La ventana se abrió.

         El Metro se marchó.

Frente a esas dificultades, lo que hace falta saber es que en la frase la ventana se abrió, es posible suponer que un agentivo formal (que domina una frase nominal abstrata y no especificada) remite a un objetivo representado por la frase nominal la ventana en el predicado, lo que nos daría la ventana abierta. De hecho, no se trata pues de una estructura reflexiva presentada generalmente como un proceso de atracción del objeto por el sujeto, puesto que la realidad no lo confirma desde el punto de vista pragmático. Esto se comprende en la medida en que en una estructura paralela Juan se lava por ejemplo, se vislumbra la presencia de un objeto, aunque de tipo particular, pero diferente del objeto de las estructuras como Juan se maravilló, la ventana se abrió, el Metro se marchó en las cuales ningún objeto se manifiesta. Son pues procesos que tienen lugar únicamente por referencia al sujeto.

         Hay que decir que se trata en cada una de las tres estructuras de un locativo implícito que coincide con el sujeto en su papel de realizador de la acción verbal. Verdad es que en ciertas circunstancias, cuando fusionamos un caso dominado por la reunión del objeto con un locativo implícito, y atendiendo al semantismo verbal, negamos de facto la existencia de dicho objeto. Por ejemplo, en Juan se alegró al aprender su éxito, tenemos un agentivo formal «vacío», un locativo [8] implícito y un experimentador Juan, que a la vez, al coincidir con la anterioridad del proceso se proyecta en posición de sujeto sin dejar de ser asociado al verbo. Es pues una estructura seudoreflexiva con auténticas características de un deponente, que desafortunamente no se identifica siempre como tal.

         Para mejor comprensión, hace falta acudir al contenido semántico de la llamada estructura media en su acepción diatésica. A este propósito, la gramática tradicional nos dice que existe una especie de semantismo (siendo el semantema el elemento de la palabra que es el soporte de su significación considerada como representación autónoma de ésta) que tiene lugar en el sujeto, es decir que el pasivo y el activo coexisten en su seno. No piensa lo contrario López García; A. (1996:389), cuando dice: « ...la medialidad es una cuestión semántica que no está relacionada por fuerza con la reflexividad, fenómeno de índole concordancial : Por eso, hay sujetos medios que no se realizan en el marco de una estructura reflexiva y estructuras reflexivas sin sujetos medios. Existen en este punto varias situaciones claramente diferenciadas».

        Volviendo a los ejemplos de arriba, nos damos cuenta de que en Juan se lava, Juan es a la vez instigador activo y pasivo de la acción verbal. Esas cualidades se añaden a lo de que beneficia de un apoyo externo materializado por un objeto directo correferencial con el sujeto. En cambio, en Juan se maravilló de su belleza, cierto que hay un sujeto en el cual coincide a la vez un momento activo de una persona que desarrolla un sentimiento de amor, y un momento pasivo en el cual lo experimenta. Aquí, el apoyo externo se situará al nivel del objeto oblicuo su belleza con esta particularidad que no es correferencial con el sujeto.

         En otra frase: los enemigos se mataron por ejemplo se trata de una medialidad diatésica dominada por la noción de reciprocidad que traduce la expresión inglesa each other, lo que nos daría en dicha lengua un enunciado equivalente como ennemies killed each other, donde hay una convergencia entre el pasivo y el activo sin apoyo exterior. En cambio en el Metro se marchó, hay reflexividad concordancial pero sin valor medio de parte del sujeto el Metro, el cual es simplemente activo. Otra vez, hay que advertir que la reflexividad es un fenómeno concordancial mientras que la transitividad es un fenómeno que pertenece al dominio de la rección y que ambas establecen relaciones muy estrechas desde el punto de vista sintáctico. En cambio, la medialidad remite a la diátesis sin depender de ella. Esto nos permite comprender el sentido de ciertas construcciones seudoreflexivas en francés como:

         Les ennemies se neutralisèrent

         Aquí, hay que señalar la diferencia morfológica entre el infinitivo francés (se neutraliser) y su homólogo español (neutralizarse), marcada por la posición proclítica del formante se en el verbo francés, mientras que en español ocupa la posición postclítica, justificando la preeminencia de las estructuras reflexivas en esta lengua. Sin embargo, en ambas lenguas, se trata de una reciprocidad y no de una reflexividad. El inglés que es más explícito sobre dicho tema especifica si se trata de dos o de varios enemigos. En el primer caso, utiliza la expresión one another y en el segundo caso la expresión each other.

         En cambio en l’ennemi se regarde / el enemigo se mira hay la idea de una reflexividad original traducida por la expresión inglesa oneself o himself según las circunstancias.

Ejemplo: Ennemy looks oneself / himself.

 Pero en la secuencia les ennemis se regardèrent, el sentido de la frase está orientado por el contexto, ya que en una guerra nadie puede correr el riesgo de pasar el tiempo mirándose.

 

Conclusión:

         A la hora de dar fin a este estudio, somos concientes de que muchos aspectos del problema quedan por explorar, no siendo la perfección de este mundo. Sin embargo, después de los diferentes aspectos abordados, cabe recordar que la concordancia nocional tanto en francés como en español gira entorno a dos variantes esenciales: el sujeto y el objeto. Estas dos variantes, al constituir los dos pilares de la concordancia nocional, estriban en el contenido semántico del verbo que, junto con la organización sintáctica de la cláusula, ilustran a suficiencia la trilogía natural defendida por Alarcos Llorach, E. (op.cit) actor-actividad-objeto.

 

 

Referencias bibliográficas

 

- Alarcos Llorach, E. (1980): Estudios de gramática funcional del español, Madrid, Gredos.

- Alcina Franch, J.; Blecua, J.M. (1975): Gramática española; Buenos Aires, Losada.

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- Creissels, D. (1995): Eléments de Syntaxe générale, París, PUF.

- Demonte, V. (1983) « Pasivas léxicas y pasivas sintácticas en español: un análisis generativo » en Demonte V y Garza, 179- 229.

- Demonte, V. y Bosque, I. (dirs.): (1999): Gramática Descriptiva de la lengua Española; Sintaxis básica de las clases de palabras, Tomo 1, Madrid, Espasa Calpe.

-          (1999): Gramática Descriptiva de la Lengua española. Las construcciones sintáxicas Fundamentales: Relaciones temporales aspectuales y modales, Tomo 2, Madrid, Espasa Calpe.

-          (1999): Gramática Descriptiva de la lengua Española. Entre la oración y el discurso. Tomo 3. Madrid, Espasa Calpe.

-Dubois; J. et alia (1979): Diccionario de lingüística, Madrid, Alianza Editorial.

- Fernández Ramírez, S. (1986): Gramática española: El verbo y la oración, Madrid, Arco/libro.

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Notas

[1] La polémica a cerca de estas dos cópulas es un viejo problema de la gramática normativa. Bernard Pottier (1975:52) nos da unas pistas de reflexión sobre este tema: “La oposición ser/estar descansa sobre la distinción entre la independencia de la visión, y su dependencia de un elemento exterior. Descriptivo / Pasivo: ser y estar pueden estar seguidos de un participio pasado o de un adjetivo, y corresponder a una visión monoactancial (un solo actante considerado) o biactante (dos actantes). Visión monoactancial: el problema está resuelto, mi hermano está casado, mi hermano es casado. Es el descriptivo. Visión biactancial: el problema fue resuelto ayer, el mejor vino es fabricado en el sur, el presidente estuvo acompañado por su esposa, el ladrón fue detenido por la policía. En estos ejemplos, se sugiere un segundo actancte (es realizado o no en el discurso). Un esquema conceptual activo corresponde a cada uno de estos enunciados: son los pasivos. El descriptivo utiliza ser o estar. El pasivo utiliza ser y a veces estar con verbos que evocan una débil actividad “el jefe de Estado estuvo representado por el Ministro de Hacienda”.

[2] Este fragmento está sacado de Fernández Ramírez, S. (1986: 417).

[3] Es una expresión empleada por B. Pottier (1994:288): «Dans le sémème, ensemble des sèmes spécifiques distinguant le signifié. Sémème: ensemble des sèmes d’un morphème. Sème: trait distinctif de signification permettant la construction d’un sémème ».

[4] Extrato de Bernard Pottier (1975:55).

[5] Este ejemplo viene de Gili Gaya (op.cit 127).

[6] Hablando del ergativo J. Dubois (1994: 230) dice lo siguiente: Se da el nombre de ergativo a un caso distinto del nominativo que expresa el agente del proceso. En las lenguas que tienen construcciones ergativas, el ergativo es el agente en oraciones del tipoSNI +V+SN2 con el verbo en tercera persona no marcada, el nominativo se emplea entonces como sujeto en oraciones en las que el verbo es intransitivo.

[7] Es una noción que encontramos en B. Pottier (1987:123) y especialmente la «diathèse attributive».Dice lo que sigue: “la diathèse concerne l’orientation de la relation prédicative. On distinguera donc une diathèse attributive, active et moyenne. Il y a donc une question de nuance de fonctionnement entre díathèse et voix anciennement considérées comme synonymes. En fait la voix représente l’aspect de l’action verbale dans ses rapports avec le sujet, suivant que l’action est considérée comme accomplie par lui (voix active), ou subie par lui (voix passive) ».

[8] J. DUBOIS (op cit: 408) nos da una definición del locativo: En oposición al “direccional”, se denomina locativo un caso que expresa el lugar en el que se desarrolla el proceso del verbo (ej: Se construye mucho en París). En algunas lenguas, el locativo se divide en inesivo*, abesivo*, y adhesivo*.



[1] Resumen :

Si el idioma ha sido generalmente presentado como una unidad sistemática y constitucional, es decir un sistema de paradigmas funcionales, es sin embargo importante reconocer que la identificación y caracterización de las estructuras oracionales que constituyen el nivel superior de la organización sintáctica nunca ha sido una tarea fácil por parte de los alumnos a todos los niveles. No obstante, la concordancia nocional, sin ser una panacea al problema, constituye uno de los medios más adecuados para analizar y comprender las sutilezas de las pasivas originales y no prototípicas en español y en francés.

Palabras claves: Unidad sistemática, unidad constitucional, estructuras proposicionales, organización sintáctica, estructura media-pasiva, estructura media-impersonal, estructura media-factitiva, estructuras incoativas, pasiva original, pasiva no prototípica.

Abstract :

If language has generally been presented as a systematic and constitutional unit, that means as a functional paradigm system, it is however important to recognize that identification and characterization of the clauses structures that constitute the superior level of the syntactic organization have never been easy task on behalf of the pupils at all levels. The notional concordance, without being a panacea to the problem, constitutes one of the means however the more adequate to analyse and better understand the subtleties of original and no prototipical passive clauses in spanish and french languages.