Las cooperativas permiten el mantenimiento de cultivos marginales añadiendo un alto valor medioambiental, paisajístico y cultural, de tal manera que contribuyen decisivamente a mantener el valor de activos sociales imprescindibles. Igualmente, juegan un papel decisivo tanto en los procesos de comercialización como de competitividad. Pero por encima de todo, las cooperativas tienen un efecto amortiguador que hace más llevadores los momentos bajos del ciclo económico. Por todo ello, la VII Edición de las Jornadas sobre Desarrollo Rural de la Región de Murcia se centraron monográficamente en el impacto de la economía social sobre los procesos de desarrollo rural.
Las jornadas se desarrollaron en el CEMACAM – Torre Guil durante los días 19, 20 y 21 de noviembre y permitieron entrar en contacto con ideas fundamentales para entender la actividad económica agroalimentaria de nuestra región, las tendencias sobre este fenómeno y, como siempre, para conocer casos de buenas prácticas y experiencias sobre el terreno.