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Ésta es una versión obsoleta y en parte inoperativa, conservada únicamente a efectos de archivo, del subsitio de Antonio Giménez Reíllo, profesor colaborador en el Área de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Murcia.

Qué dialecto estudiar

أي لهجة عربية ينبغي لنا أن ندرسها؟

La elección de un dialecto u otro puede obedecer a distintos criterios:

  • La oferta o la disponibilidad: Sin duda el más importante, puesto que el estudio de ciertas variedades no siempre resulta factible, p. ej., por falta de materiales didácticos, de cursos específicos o incluso de hablantes con quienes practicar: en España, sin ir más lejos, son muchos más los hablantes de marroquí o argelino que los hablantes de yemení.
  • La utilidad: Como es obvio, según qué fines unos dialectos resultan más útiles que otros. El egipcio de El Cairo, p. ej., popularizado a lo largo del s. XX a través de la radio, las películas y las teleseries, se entiende en todo el mundo árabe y puede ser una opción excelente para viajar por la zona. Sin embargo, el marroquí puede ser de mayor utilidad a la hora de buscar trabajo en España.
  • La semejanza con el árabe clásico: Probablemente el criterio más controvertido, puesto que dicha semejanza puede llegar a verificarse en algunos aspectos (fonéticos, p. ej.) y no en otros (léxicos, morfológicos, etc.), según el dialecto. No hay que olvidar, además, que el árabe clásico de un lado y los dialectos por otro pertenecen a tipos lingüísticos distintos, y que con frecuencia la "distancia" entre dialectos diferentes es mucho menor que la existente entre cualquiera de ellos y la lengua clásica; y, por último, tampoco está claro a partir de qué nivel el estudiante podría beneficiarse de la supuesta semejanza.

Atendiendo a una combinación de oferta y utilidad, en estos momentos el árabe marroquí parece ser la opción más adecuada para el estudiante español medio, aunque sus detractores aducen en su contra que se trata, siempre a su modo de ver, de una variedad muy distante del modelo clásico, o que, debido al peso del español y otras lenguas europeas en Marruecos, los estudiantes encuentran gran dificultad a la hora de practicarlo. En definitiva, es cada cual en particular quien debe optar por aquella variedad que mejor se ajuste a sus posibilidades, circunstancias e intereses, contando además con que su elección, sea cual sea, no implica renunciar al resto, puesto que el conocimiento de una variedad dialectal siempre habrá de facilitarle el contacto con otras.