|
Psicología
en la UMU y Espacio Europeo de
Educación Superior (EEES). Facultad de Psicología. Curso 2005/06 Grupo de profesores de primero (formación para el inicio de experiencia piloto conjunta de 1º de Psicología) |
Planificar
consiste en imaginar una secuencia de actos con antelación y distribuirlos con
la finalidad de alcanzar una meta. Para diseñar un plan se necesita ordenar las
actividades en fases.
Organizar
es un proceso por el que diferentes componentes se ordenan de un modo preciso
para conseguir una estructura determinada. Esta ordenación se hace atendiendo a
las características de los componentes, de modo que aquellos que son semejantes
(que sirven para lo mismo o que tienen la misma estructura) quedan agrupados. En
este sentido, organizar no es sólo agrupar de cualquier forma. Por lo tanto,
para organizar debemos:
- detectar las
funciones y la estructura de las cosas,
- disponerlas del modo
adecuado para que cumplan su función.
La
capacidad de organizar comparte características con las de analizar y
sintetizar. Pensemos, por ejemplo, en qué hacemos cuando planteamos un
documento escrito. En el caso de la planificación los componentes que se
organizan son acciones.
La
capacidad de planificar supone ser capaz de construir un plan, es decir, una
descripción organizada, estructurada (puede ser jerárquica) de acciones que guíe
la conducta. Para ello se deben tomar decisiones sobre cómo definir la situación
actual y la meta y sobre las acciones que llevarán a esa meta.
Ahora
bien, en ocasiones se planifica en condiciones de incertidumbre sobre una
situación cambiante que requiere predecir los cambios que ocurrirán y
considerar no sólo las acciones programadas. En estos casos se necesita
realizar ajustes continuos del plan para mantener el rumbo hacia la meta
establecida.
Para
diseñar un plan, aunque no en todos los casos, es necesario tomar decisiones
sobre qué acciones han de establecerse o cómo organizarlas para incrementar la
probabilidad de alcanzar el objetivo del mejor modo posible.
En
general, la capacidad de organizar y planificar requiere de:
- La definición de la
situación inicial y de la meta (con análisis).
- La identificación
de las acciones requeridas para pasar de la situación inicial a la meta.
- El establecimiento
de fases con las acciones organizadas.
- Explicitar la secuencia
temporal en la que se ejecutará el plan
En
dominios de conocimiento concreto se utilizan estrategias específicas que
facilitan las tareas de planificación, indicando qué acciones deben tomarse o
cómo conviene dividir en fases el proceso y cómo definir el curso temporal. Un
ejemplo de ello son las guías que proporciona el Gabinete Psicopedagógico a
los universitarios para ayudar a planificar las horas de estudio.
Las
actividades de planificación pueden simplificarse cuando se ofrece una
descripción explícita de los objetivos que se pretenden alcanzar. De este
modo, se facilita la evaluación de la calidad de la planificación: la
viabilidad de las acciones programadas, el ajuste temporal, la eficacia, etcétera.
Ejemplos:
- El
alumno planifica la distribución de actividades de estudio a lo largo del
curso, y registra su propia ejecución en un gráfico. Los alumnos/as podrían
evaluar el plan comparando los resultados intermedios (exámenes parciales, etcétera)
con los esperados, adaptándolo a las nuevas condiciones.
-
Planificación de las actividades propias de un trabajo en grupo que conducirá
a la elaboración de un informe final conjunto.
- Planificación de una intervención clínica o de una investigación.