LIBERTAD DE PRENSA Y DE INFORMACIÓN

Libertad, pluralidad e independencia: estos tres objetivos que seguramente se resumen en el primero, en la libertad sencilla y llanamente (y tan complicada de conseguir a veces, en múltiples ocasiones), son los que perseguía la UNESCO, y aún pretende, cuando en el año 1993 decidió establecer el Día Mundial o Internacional de la Libertad de Prensa, que festejamos cada 3 de Mayo.

Con y por este motivo ya decidimos en el Colegio Oficial de Periodistas de la Región de Murcia el año pasado, y reiteramos en éste, el sacar a la luz una Hoja del Lunes muy especial, con la que rememoramos y resaltamos el papel de los medios de comunicación, de sus profesionales, de la independencia de la Prensa en sentido global y específico como base de una Democracia que se precie de tal.

Tan importantes son la Libertad de Expresión, la Libertad de Comunicación, la Libertad de Opinión, y la Libertad de Prensa en definitiva, que los legisladores decidieron incluir estos derechos y libertades en el Título I de la Carta Magna del año 1978, dentro de los fundamentos para hablar de una convivencia puramente democrática.

Desde ese año 1993 hasta nuestros días se ha recordado a nivel mundial el extraordinario sustento que suponen los medios de comunicación social para el desarrollo de las sociedades, para su formación, para que se pueda conseguir una evolución integral e integradora que tenga en cuenta a las minorías, a los desfavorecidos, así como el sentir y el calado societario más humanista.

También conviene recordar que muchas personas han trabajado mucho para que existan esos derechos. Incluso un gran número de ellas se han jugado sus vidas y han llegado a perderlas a favor de esas libertades en una sociedad democrática. No hay mejor tributo que el que podemos rendirles rememorando su empeño, su esfuerzo y la validez de sus postulados.

Pensemos, igualmente, en aquellas naciones del mundo, todavía muchas, que no pueden disfrutar de una Prensa en libre concurrencia y con las debidas garantías. A ellas les debemos consagrar una jornada como ésta, y por ellas, por esas naciones, hemos de seguir en la tarea conciliadora de defender la Libertad de Prensa. Imaginemos cuántas cosas hemos conseguido con esa Libertad, esto es, las cuotas de convivencia, los progresos educativos y sanitarios, amén de otros, las posibilidades de cambios y de transformaciones para esas mejorías de las que somos capaces, etc. Es interesante que, de vez en cuando, refresquemos las memorias para caer en la cuenta, con cierta asiduidad, de la importancia de ese valor básico en todo Estado, en toda nación, en cualquier comarca o rincón del planeta Tierra. Sintámonos privilegiados por poder decirlo, y hagamos que ese privilegio se extienda mucho más allá.