La Sima de las Palomas del Cabezo Gordo (Torre Pacheco, Murcia)

 

Una montaña de mármol en medio de la llanura

El Cabezo Gordo es una montaña de mármol del Triásico cuya cumbre se alza a 310 metros encima del nivel mar a 6 kilómetros detrás del Mar Menor, interrumpiendo, así, la llanura del litoral murciano. La Sima de las Palomas es una sima kárstica natural que abre a 75 metros encima del nivel del mar en la solana de la ladera rocosa y desmantelada del Cabezo. En el Pleistoceno Superior la sima, de 20 metros de profundidad, se rellenó de sedimentos con lajas y losas que conforman un conglomerado blando denominado breccia, rico en fósiles e implementos paleolíticos. Hace cien años, este relleno fue vaciado en gran parte por mineros que quizás esperaban descubrir una de las diversas vetas del mineral de hierro denominado magnetita que penetran la montaña o tal vez, sencillamente buscaban un acceso mejor al agua que con verosimilitud filtrara para surgir en la ladera y estuviese en otra sima profunda – hoy seca - que existe más adentro en el sistema kárstico de la Sima de las Palomas. La sima ofrece dos entradas superiores que dan acceso vertical a la galería principal, a la que también da acceso fácil un túnel horizontal de 20 metros que fue hecho por barreños mineros. La minería en el Cabezo había terminado completamente en 1917.

 

       

Una década de hallazgos y duro trabajo

  

En 1991 un ecologista de la zona bajaba la sima por rápel cuando se percató de la presencia en la pared posterior de un fósil cuya limpieza en el laboratorio descubriría los maxilares superiores e inferior humanos de tipología Neanderthal.

La excavación comenzó en 1992 y 1993 con el vaciado y la tamización de los escombros mineros que rellenaban el túnel y estaban amontonados en la galería principal cuyo piso tuvimos que nivelar para permitir la construcción de la torre de andamiaje de 20 metros que nos permitía el acceso a la pared de breccia y muy en particular, su parte superior donde el abismo de la sima hacía imposible el acceso a ella desde la ladera rocosa de la montaña. En el verano de 1994 los elementos para el andamiaje fueron subidos, uno por uno, y montados dentro de la galería principal, permitiendo, así, el comienzo de la excavación sistemática de la breccia desde arriba.  

 

La excavación científica ha puesto hincapié en la parte superior de la breccia que de hace 40.000 a 60.000 años, según fechas obtenidas en la Universidad de Oxford por radiocarbono y luminescencia óptica de sedimento. Este “corte superior” nos ha proporcionado un centenar de dientes y fragmentos de huesos el Hombre de Neanderthal, además de su industria paleolítica musteriense y fauna del Pleistoceno Superior. Por otra parte, el pie de la columna de 20 metros de la breccia en la sima ha ofrecido determinaciones geofísicas que indican el último período interglacial hace 120.000 a 130.000 años. Es posible que algunos de los aproximadamente sesenta fósiles humanos encontrados en los escombros mineros procedan de semejantes niveles profundos ya que algunos muestran rasgos que nos sugieren los antepasados de los Neandertales o sea, los pre-Neanderthales de Homo heidelbergensis. En total, hasta ahora el yacimiento ha ofrecido aproximadamente 150 fragmentos esqueléticos humanos que corresponden a 8 o 9 individuos como mínimo, sumando aquellos excavados en el “corte superior” y los encontrados en los escombros mineros – tanto los escombros dentro de la cueva como arrojados afuera por los mineros, acumulados en la ladera -. La tamización por nosotros de los escombros ha permitido la recuperación de restos paleoantropológicos, paleolíticos y paleontológicos de valor porque no cabe duda de que proceden de la breccia en la sima a pesar del incógnito del contexto arqueológico preciso

 

 Los restos

El yacimiento ofrece una abundancia de restos importantes del hombre fósil. Desde el primer hallazgo en 1991 muchos otros fragmentos han sido encontrados. Los fragmentos de mandíbulas indican la presencia de al menos seis individuos, adultos e infantiles. Hemos identificado muchos dientes y fragmentos craneales. Entre los muchos huesos postcraneales hay elementos de brazos, manos, pernas y pies. Hay aproximadamente 150 fragmentos esqueléticos que corresponden a 8 o 9 individuos al menos. Desde 2005 estamos descubriendo restos en estado anatómico de articulación esquelética de dos individuos, entre los que destacan una pierna y un pie, además de un codo, y otros huesos largos carbonatados en calcreciones calcíticas que necesitarán mucho tiempo de limpieza en el laboratorio. Posiblemente corresponden a Neandertales enterrados vivos por el derrumbe parcial de la visera mientras durmieron a lado del hogar que también hemos excavado.

   

   

La fauna incluye pantera o león, hiena, hipopótamo, elefante, rinoceronte, ciervo, caballo Silvestre, uro, cabra hispánica, liebre, conejo, tortuga, aunque sólo ha sido identificada una docena de especies de aves. El análisis polínico del corte superior indica condiciones húmedas, quizás correspondientes a un estadio de mejora climática durante el último período glacial.

 

Los utensilios paleolíticos son de tipología musteriense. Muchos implementos de sílex están muy bien tallados. Otros son de mármol, calizo, calcita, cuarcita e incluso cristal de roca. Además de raederas y denticulados hay puntas triangulares planas, puntas gruesas (o raederas convergentes carenadas), además de perforadores, percutores duros y abundantes lascas sin retoque. No se conoce ningún afloramiento del sílex en el Cabezo Gordo que ha sido explorado con esmera, aunque la montaña ofrece mármol, calcita, cuarcita, cuarzo e incluso cristal de roca.